La Flying Pigeon es la marca que más bicicletas ha fabricado en el mundo, se estima que supera los 75 millones desde 1950. Inicialmente se fabricó para el mercado local chino, para ir expandiéndose con posterioridad a otros países asiáticos y sudamericanos, principalmente. Actualmente su principal mercado es el africano.
Que sea china es una garantía, no un handicap. Ninguna nación ha circulado tanto en bicicleta como China, por lo que si de algo saben es de bicis. Cualquiera que viaje hoy a China las verá por todas partes, tanto en las grandes ciudades como en el campo, y muchas de ellas transmitidas de generación en generación, por lo que su durabilidad es incuestionable. Y ahí no las compraban para pasear el domingo por el paseo marítimo de la localidad de veraneo, sino que las utilizaban como herramientas de trabajo. Hoy en día en África son muy apreciadas porque nunca mueren, siempre pueden repararse.
Las Flying Pigeon no son replicas, sino que son bicicletas de 1950 que actualmente se siguen fabricando, es decir, bicicletas antiguas de verdad pero que es posible conseguirlas nuevas. Son bicicletas que fueron creadas por y para una sociedad en la que había una lista de espera de varios años para conseguir una, e incluso así se necesitaban buenos contactos además del salario de 4 meses para la mayoría de los trabajadores. Conservan todo el encanto y todas sus características de antaño, que algunos valorarán positivamente y otros no. A estos últimos les recomendaría que dejasen de ir de originales por la vida y que se comprasen su bicicleta en Decathlon. La autenticidad tiene un precio, que no siempre se paga con billetes.
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