Aún a riesgo de dejar mi autoestima por los suelos, no solo no conseguí retratarme en la cima del Mont Caró sino que lo más cerca que estuve de tan mítico lugar fue de esta guisa ……
Las pistas terreras y sus rampas penalizan gravemente a las híbridas cargadas hasta los topes, con sus ruedas más finas, sus desarrollos más “rodadores” y el calor, unido a la ausencia de fuentes durante un tramo de más de 15 km., terminaron de rematar la faena.
Al final atravesé Els Ports subiendo por pista al cruce (aprox. 1.240 m.) y desde éste, una vez descartado seguir hasta Font Ferrera/Mont Caró, bajar a Fredes donde estábamos seguros de que había posibilidad de coger agua.
La zona, espectacular. ¡Otra vez será!