Sí, Álvaro, intenta hablar tu seguro y contactar directamente con el abogado, para que te informe de los pasos a seguir y de qué recursos tiene tu seguro, que te envíen a su perito y te recopilen toda la documentación (no les des los originales). No es mal consejo el de ciclón, que toques al de tu seguro y recaves alguna otra opinión de alguno privado a ver si coinciden y qué te recomiendan. Teniendo tu atestado, ya se sabe que es el seguro del coche el que te tiene te reponer lo roto.
La cosa en este terreno ha cambiado desde el año pasado, han desaparecido los juicios de faltas, que facilitaban mucho la reclamación. Es complicado, pero en resumen uno mismo podía ir al juzgado, incluso sin abogado ni procurador, poner una denuncia, y los propios peritos del juzgado te hacían tu parte de lesiones, recogían los daños de la bici (normalmente también había uno del seguro que tuviera que pagar) y hacían juicio de faltas, al que no era obligatorio llevar abogado, aunque de facto casi todo el mundo lo llevaba. La presión del lobby de los seguros ha derrumbado este método tan sencillo, victimizándose con el cuento de que como era fácil y barato, batallón de parias y abogados advenedizos se tiraban a los juzgados a estafar a los poooobres seguros. Es una reforma reciente, así que hay que procurar tener información actualizada.
Respecto a las lesiones derivadas del accidente, hay que hacerse con un informe de un perito valorador privado, que cuesta un dinero. Hay cantidades asignadas a cada tipo de lesión. Muchos despachos de abogados y seguros han contratado peritos a raíz de la reforma, pero en todo caso, antes o después, cobrarán el informe. Y con el informe de "lesiones" de la bici, claro, que eso te lo puede hacer un taller o una tienda de bicis, en la que se valore qué partes de la bici se han roto y cuánto cuesta sustituirlas. Y con eso, demanda de conciliación, va sin juez aunque se hace en juzgado. Es la vía amistosa, no hace falta procurador y en el día que fije el juzgado se acuerda la indemnización entre ambas partes. Para lesiones y daños no muy grandes tiene bastante éxito, aunque ya se sabe que las compañías de seguros siempre tiran a la baja en daños físicos, con lo que para accidentes verdaderamente graves, en los que haya que hacer mucha rehabilitación, que te hayas hecho daño de verdad, o si estás trajando y tienes que quedarte de bajar, al final, la reforma ha resultado una manera de escatimarle a la gente el dinero y la salud que haya perdido en todo ese asunto; es muy injusto, porque para eso están los seguros, para hacerse cargo...
Si no hubiera acuerdo en el acto de conciliación, entonces ya se impone juicio, vía civil, y eso ya es más largo, más desesperante y más caro. Normalmente para cosas no muy graves, nos conformamos con que nos paguen lo roto y que todo vuelva a ser como antes del accidente. Para reclamaciones de más de 2000 euros ya es obligatorio abogado y procurador, dándose el caso de locos, de que a lo mejor para reclamar una indemnización de 3000 euros, tengas que gastarte en todo eso 2500 en tasas, informes y abogados, con lo que es humano es desistir porque no compensa la cosa en disgustos, dinero y líos.
Así que la máxima es la paciencia, no calentarse, estar informado y vigilante pero delegarle a otros los lios, y aprovechar los servicios gratuitos de nuestros propios seguros con firmeza, que para eso los pagamos y esto se ha convertido en una cosa muy clasista, te amenazan con gastos, abogados y qué sé yo qué más, y se le quitan a una las ganas. No dejarse comer la moral
La rutina perjudica seriamente la percepción