Yo también tengo mieditis. Con lo gordo que estoy y lo débil, especialmente de hombros y brazos, sé que si me la pego voy a quedar muy pero que muy maltrecho. Por eso procuro a toda costa no caerme. Los puertos los bajo a plazos, las trochas, andando.
Y aún así... las dos ocasiones en que podía la cosa haber acabado mal vinieron, por supuesto, en el momento más insospechado: una vez, al ir a poner el pie en el suelo tras haber parado la bici, mira tú, que apoyé mal el pie, lo retorcí de mala manera y salí cuesta abajo dando trompicones. Eso sí que es una caida tonta. La otra vez pisé con la rueda delantera sobre arena blanda que cedió de lado. Algo muy parecido me ha pasado sobre hielo. En cuanto la rueda delantera pierde agarre, al suelo.
Por eso cuando paso por alguna zona en la que tengo miedo caerme, el mantra que recito, en lugar del "me la voy a dar" de jofegaber es "no me voy a caer, no me voy a caer,...". Trato de mantener la verticalidad, aguanto la dirección con firmeza pero con flexibilidad y procuro tener siempre tracción y fuerza en el pedal porque sé que la bici se mantendrá en equilibrio mientras las ruedas giren. Y no me caigo, oiga (toco madera).
Cuesta abajo es muy distinto bajar a altas velocidades por buen firme a descolgarse por pendientes exageradas llenas de baches, piedras y roderas. Todo tiene su técnica y se puede aprender a base de ir practicando. Pero lo más importante, desde luego, es no ponerse demasiado nervioso. El exceso de miedo nubla la razón. Y nada de obsesionarse en comparaciones con las habilidades de otros. Cada cual a lo que pueda, que se trata de divertirse.
Hay que aceptar que para bajar un puerto no podrás hacerlo todo el rato frenando para ir a velocidad "segura". Hay que "dejarse caer" de manera controlada, un poco como cuando te tiras por un tobogán, controlando pero sabiendo que tampoco va a ser tan fácil detenerse en seco cuando a uno le dé la gana, que detenerse es una maniobra que requerirá su tiempo y distancia. La técnica básica es bajar el centro de gravedad agachándote y echándote para atrás en el sillín, y "negociar" las curvas entrando por el exterior. Yo suelo tratar de llevar alto el pedal del interior de la curva y cargar todo el peso que puedo en el del exterior. Tienes la sensación de que la bici dobla la curva pegada al asfalto.
Para bajar por caminos empinados y suelo irregular, procuro echarme para atrás todo lo que puedo, saco el culo del sillín por detrás si es necesario. Bajo controlando con ambos frenos y procurando mantener la rueda delantera con poco peso para que pueda superar irregularidades. Mantengo los dos pedales a la misma altura, las piernas flexionadas y los brazos sin estirar del todo pero en cierta tensión. Si me viene un escalón que la rueda delantera ha de subir de golpe, procuro llegar casi parado y con una marcha muy corta. En el momento en que la rueda va a tocar el escalón, impulso de pedal y ligero tirón de manillar y el escalón ni se nota. En fin, esto como no se practique...
Ya me he vuelto a enrollar, perdón, perdón. Pero es que me solidarizo con los demás ciclistas afectados de mieditis y quería compartir mi escasa experiencia. Yo voy poco a poco ganando confianza, así que ánimo elior3d.