Mi afición a la bicicleta comenzó cuando abandonaba mi adolescencia y me hice con una buena BTT que me permitía hacer mis salidas de fin de semana.
Durante años estuve haciendo salidas puntuales así como algún que otro viaje (sin nada de alforjas a cuestas) cortito como la ruta de los "Pedales de fuego" en el Pirineo catalán.
Más adelante, por tema de estudios en el extranjero, dejé un poco de lado las dos ruedas hasta que me asenté en la capital de Baviera. Con plaza de trabajo ya (principios 2011) decidí llevarme la BTT que tenía en Barcelona para empezar a descubrir las cercanías y especialmente los majestuosos Alpes.
Quien me iba a decir a mi, que pocos meses después estaría con mi novia Manon empaquetando las bicis para irnos a rodar por Islandia durante 3 semanas en verano de 2014. A esto le han seguido varias aventuras de menor o mayor distancia por Alemania, Eslovenia o Noruega.
A día de hoy nos cuesta concebir viaje que no giren entorno a la bici y ha pasado ha ser una extraordinaria manera de conocer nuevos lugares.