Bueno... qué decir, soy una gallega nda. en el año 1991, llevo desde los 18 viajando por mi cuenta como voluntaria a través del INJUVE. De esta forma he estado en Armenia en el 2010 y en Japón en el 2011 ( y no, no me han salido brazos extra por la radiación ni nada, de hecho estuve destinada en la isla Norte, Hokkaido) Taiwán en el 2014 y Creta (Grecia) en el 2015, y luego por libre, entre "excursiones", estudios y viajes con mi madre en Reino Unido, Irlanda, Francia, Italia, Portugal y Andorra. En 2019 trabajé más de medio año en Islandia. Tengo un nivel alto de inglés (C1), así como experiencia de MTL. Esto así a grandes rasgos y como base.
A raíz de todos estos viajes me he dado cuenta de dos cosas:
1)_ He visto más aeropuertos y los recuerdo mejor que los lugares y las gentes de cada país.
2)_En cada uno de esos viajes, tan impresionantes y tan aparatosos, he contaminado más de lo que he ayudado.
Ambas cosas hacen que me de cuenta de que hay otros medios, otras formas de disfrutar del mundo, conocer culturas y lugares maravillosos sin llevarme por delante ecosistemas. O al menos no tantos. Quiero reducir mi huella ecológica.
...Ahora bien, en cicloturismo... es algo relativamente nuevo para mí, aunque ya son 4 años tirando de bici, sólo he realizado una ruta de larga duración y recorrido.
Desde pequeña he tenido bici, la típica rosa fucsia chillón, de hecho, que heredé de alguien y que se quedaba sin frenos en los peores momentos. Pero esto no quiere decir que me gusten las cuestas, que esté acostumbrada a ellas. Galicia es un territorio lluvioso, y de cada 10 días, 9 y medio llueve, o hace viento, o llueve, o llueve... en fin.
Lo que me ha atraído del cicloturismo es la libertad. Aquí, y con riesgo de ganarme el mote de Frodo de por vida, repetiré una frase de cierta película. "Es peligroso, Frodo, cruzar la puerta. Vas hacia el Camino, y si no cuidas tus pasos no sabes hacia donde te arrastrarán". Bien, es eso, que no sabes a dónde acabarás yendo, qué nuevo lugar , qué rincón te toparás, una fuente, un río, un barranco, una cueva... gente, historias, animales.
Y todo eso solo se puede encontrar si hay contacto, y qué mejor manera de viajar sin perder el contacto que en bicicleta!. El contacto, la libertad y la reducción de contaminantes es lo que me ha llamado a este nuevo mundo del cicloturismo, un mundo que descubrí a través de vuestro libro, VIAJAR EN BICI, manual práctico, hace unos años cuando lo vi de soslayo en una feria de turismo y que tengo ahora mismo de maestro.
Ahora la situación ha cambiado, ya no puedo viajar como antes, pero las ganas siguen ahí.
--->Os pido a todo@s, sincera y honestamente, que me compartáis un poco de vuestra experiencia, y si no es mucho pedir, que algún día me permitáis acompañaros en alguna ruta, pequeña o sin fin, que me muestre un nuevo lugar que recordar.
Yo intentaré dar lo mejor de mí, siempre :)