La bicicleta es lo más, lo más de lo más, da vida, me recarga las pilas y sólo me pide a cambio algo de aceite y un poco de aire para las ruedas.
Yo era randonneur sin saberlo, y en esto sigo, todas las semanas un ruteo largo de más de 100 km, todo el día, me encanta la libertad y aventura que esta salida me proporciona y la defiendo contra todo y contra todos, un día a la semana es mío y de mi bici, de nadie más.
Viajes de cicloturismo varios, Ojos Negros, la Terra Alta, el Delta del Ebro, la Albufera de Valencia y poca cosa más.
Mi proyecto, un Camino de Santiago desde la puerta de mi casa, pedaleando en plan randonneur, son 1.000 km., una brevet algo más corta que una PBP o una MGM.
Sueño con salir un día de la puerta de mi casa, montarme en mi bici y decir adiós, ya volveré cuando me canse, tal vez cuando sea mayor lo pueda hacer.