Rodadas. Una comunidad de cicloturismo y viajes en bicicleta
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Extracto del diario y algunas fotos

  • 3 de March de 2009

A punto de emprender ruta

Con las alforjas ya montadas en la bici, voy a buscar a mi tio. Las primeras pedaladas son increibles. ¡Como pesa la bici! El manillar tiembla mucho.

Al entrar en la calle San Jose, ya veo movimiento. Canal 9 ha venido a hacerle una entrevista a mi tio y hay muchos vecinos en la calle. Nos despedimos de la familia y los amigos. Rastolla y Juan Pedro nos acompañan hasta Xeraco. Allí almorzamos y nos despedimos de ellos. En el Perelló, paramos a comer y nos vemos por la tele. Al empezar a rodar, despues de comer, noto un dolor en la rodilla izquierda. No me preocupo, me imagino que será por la falta de entrenamiento. En Valencia, unos chicos nos reconocen y nos desean buena suerte. Nos animamos muchos al ver que, gente que no conocemos nos reconocen y saludan.

- ¡Vosotros sois los que habeis salido en la tele! ¡Suerte!

Acampamos en Albalat dels Sorells, en un huerto de naranjos. Enfrente un huerto de alcachofas y al lado, uno con habas. Con un par de huevos, ya tenemos cena.

El día siguiente salimos hacia Puçol. La primera pedalada, vuelvo a notar el dolor de rodilla y sí que empieza a preocuparme. Me doy cuenta que me he dejado la tarjeta sanitaria en casa. No sé si desde Puçol hacia Sagunto no hay carretera nacional o si la hay no la encontramos. La cuestión és, que entramos en la autovia. Han sido pocos kilómetros pero no me gustaba rodar con la bici por ahí.

Ante nosotros, el castillo de Sagunto. Me imagino a Anibal Barca asediando Sagunto 2.200 años antes. En Nules cogemos un carril bici que nos lleva hasta pocos kilómetros antes de Castellón de la Plana. Visitamos el Fadrí y aún hay gente que nos reconoce y nos desea suerte. Desde el puerto de Castellón, vamos por el paseo hacia Benicassim. Encontramos un camping y acampamos. El campig está abandonado y nos va perfecto.

Hoy el cielo nos hacía presagiar que no rodariamos mucho. A los 5 kilómetros las primeras rampas y no hay más remedio que poner pie en tierra. Por si fuera poco ir empujando la bici y con el viento de cara, Neptuno, deja caer unas lagrimas al vernos sufrir. Paramos a ponernos el chubasquero y nos alcanza un peregrino. Es Frank, un aleman que hace 6 meses y medio salió desde Roma y ha hecho el camino de Santiago y la ruta de la plata. De Sevilla por Granada, Almeria, Alicante, Valencia y se dirige a Barcelona.

En Torreblanca paramos a comprar para comer y nos hacemos una paella. Decidimos buscar un hotel y continuar mañana.

Más sobre este viaje en el blog de Óscar.

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