ASPECTOS GENERALES DE LA TRAVESÏA:
Esta travesía se llevó a cabo en la última semana de mayo. La climatología fue perfecta para pedalear, con temperaturas matinales sobre los 18/19 grados y máximas de unos 24/26 grados. Las noches fueron moderadamente frescas. Los cielos despejados con ocasionales neblinas matinales. No llegó a llover en ningún momento de la travesía.
Se emplearon ocho jornadas sin descansos. Las etapas comenzaban de ordinario entre las 7,15 y las 8,30 de la mañana, ya en ruta, y terminaban entre las 13,30 y las 15,30. Esta organización permitía descansos entre etapas de al menos 16 horas cada día. 8 horas de singladura diaria con 6 de pedaleo ha sido la configuración más habitual
Se recorrieron aproximadamente 635 kilómetros con etapas de una longitud habitual de unos 80 km. Excepcionalmente un día fueron tan solo 45 y otro 111 km. como casos extremos. La dificultad es media. Las travesía discurre en su mayor parte por la costa mediterránea, lo que no evita subidas y bajadas dada la naturaleza perpendicular de los valles a la línea costera. Las altitudes a superar oscilan entre los más habituales 180/200 metros y la excepción de 800 metros desde el nivel del mar a la espalda de la ciudad de Jehba (Puerto Capaz). En la segunda parte de la travesía la ruta se adentra en la Meseta del Kert, de unos 400 metros, con un puerto final de 900 metros antes de descender al desierto de Guercif.
La bicicleta ha sido una híbrida de Decatlón de tres años de uso y 280 euros de precio de compra, con 10 piñones y tres platos. En concreto la Riverside 3. Sobre la original se montaron cuernos, trasportín y una caja de frutas.
También se añadieron dos soportes para agua, uno para bomba de hinchar y un triángulo para las herramientas. El peso final del conjunto bici era de 14,5 kilos.
El equipo de seguridad estaba compuesto por un casco de Lidl, chaleco reflectante naranja, cubre equipaje reflectante y espejo retrovisor. Como protección solar indispensable se empleó el aceite de protección 30 de Mercadona y ocasionalmente se tomaron dos sobres de rehidratación (disponibles en las farmacias de Marruecos) La prevención de rozaduras se hizo con vaselina para hacer la etapa y abundante talco después de la ducha en las horas de descanso.
El equipaje fue muy ligero e incluía mochila con vestuario y aseo, colchón ligero, tienda y saco. No llevaba material para cocinar. El peso del equipaje era de aproximadamente 9 kilos.
El ciclista hizo la travesía en solitario. 58 años de edad, 194 cm. de estatura y 93 kilos de peso. Práctica cotidiana de la bicicleta. Moderada buena forma física y buena salud.
La alimentación es sencilla en el Rif. Todos los pequeños pueblos del recorrido tienen tienda y las villas (a partir de 500/1000 habitantes) tienen pequeños restaurantes y alojamientos sencillos (antiguos hostales españoles) El desayuno se hacía fuerte a primera hora, dulces, pasteles y quesitos con pan para la etapa, y cenas abundantes a la llegada con carne o pescado, patatas y fruta. La bebida a base de agua embotellada y te a la menta. Ocasionalmente he bebido coca colas de medio litro durante la etapa.
La navegación no da ningún problema y basta con seguir el mapa Michelin de Marruecos (nº 742). Una valoración detenida de cada etapa mediante google maps (opción relieve) en el descanso de la víspera es muy útil. La señalización de las carreteras es buena y el tráfico no es denso. En wikiloc hay dos etapas con referencias (Ceuta-Oued Lao y Oued Lau a Jebha)
Sobre las emociones y algunos valores de cada etapa hay una mención suficiente en las entradas de mi blog: http://400dias.blogspot.com.es/ referidas a la travesía.