El dia 4 salgo temprano, preocupado pensando que el tiempo se me va a complicar. Ya ayer me llovió a mares y el pronóstico de hoy no es el mejor, pero me encanta esto, estoy vivo.
Llego hasta Fuente Ovejuna, y me acuerdo de esa obra teatral de Lope de Vega que tantas veces nos mentaban a los que estudiamos EGB… Ya que estábamos aquí ¿por qué no visitar el pueblo? Como no era muy buen estudiante no recordé el argumento de la obra pero el pueblo es precioso.
Sigo avanzando contemplando la sierra cordobesa, tan olvidada y llena de encantos. Cuando empieza a caer el sol busco un lugar donde montar mi tienda, regalo de mis amigos para mi primer viaje hace unos tres años. Veo un desdoble de carretera. Gracias al nuevo trazado queda un espacio casi sin vegetación que es una buena opción en días tan húmedos. Allí el agua corre limpiamente y el fango no será compañero.