Es difÃcil saber si hay buenos y malos, si son vÃctimas o culpables o si lo que he palpado es miseria o pobreza.
Croacia y Serbia, dos paÃses que se odian pero que los he sentido de la misma manera pese a verse distintos. Mientras desfila junto a mi un grupo folclórico, recuerdo haber estudiado a Yugoslavia. Época gloriosa, añorada por mis anfitriones en Golubovic y denostada por los anteriores en Vinkovcic. Que si fue USA quien los separó para que fuese menos fuerte? Que si la Big Serbia de Milosevic o los afanes independentistas? He oÃdo las dos versiones y, a fin de cuentas, es como el fútbol y otros ámbitos, tomar partido es enfrentarse y quien saca beneficio es el polÃtico de turno.Â
Que testarudos somos los humanos, nos aferramos más a las diferencias que a lo que nos une. Nos puede más el odio que el afecto y sacamos el lado animal.
Entrar en Croacia ya se palpa desde la Aduana pidiéndote el pasaporte. En el caso de Serbia inclusive con tensión, que en qué trabajo, a donde voy ...buf! Las carretera,  por decir algo, a veces infernales, y en bici se paga. Asà le fue a Quiscolina.Â
Primer cambio demoneda. Cuánto cambiar? Al final siempre te sobra sobre todo si acabas siendo invitado.
Mucho calor que me provoca dolor de cabeza que sumado al hormigón que no asfalto entrando a Zagreb, fuera un suplicio.Ya ni quiero recordar lo que fue salir. Viajar en bicicleta y salir en ella de una capital de paÃs es muy duro. Todo es para coches y autopistas y como viajo sin GPS tan solo mapa general y descargas de sitios de Google maps tengo que ir preguntando a la gente. Al final todo sale y es una manera excelente de relacionarse con sus habitantes.
Salà de Zagreb sin pensarlo por la vÃa rápida. Aunque me dijeron que podÃa yo creo que no y seguà muuucho rato hasta que justo cuando me rendÃa apareció la salida perfecta y encontré mi ruta y lugar para sacar Kunas. Los precios en Croacia y Serbia en alimentación son iguales a Europa, no sé como lo hacen con sueldos en torno a 400€.
Lo bueno es que en Croacia hasta los mayores hablan un buen inglés, en Serbia algo menos, incluso los jóvenes.
Duermo en Dugo Selo junto a un alpendre y a la noche merodea algún animal. En Serbia me dicen que abundan los perros salvajes y tipo zorros.Â
Este domingo fue un placer pedalear por el buen tiempo, la buena carretera, se me pasó la cabeza y empecé la serie de 4 dÃas invitado. Esa tarde mientras cogÃa mis habituales ciruelas, fui, más que llamado, ordenado por Dominik a ir a su casa, donde sus abuelos Marjan y Ruzica me dan de cenar abundantemente. Dominik estará pendiente de mi en todo momento traduciendo lo necesario y hasta jugamos al ajedrez. Ahora siento haberle ganado y eso que el querÃa a la play.
Resulta que su hermano es militar y lo triste es que el también lo quiero ser " I want to be a soldier" ... Es triste pero real, sin haber vivido la guerra, pues tiene 12 años. Su casa está repleta de signos religiosos de todo tipo. En la Tele ponen la misa y los programas que recuerdan la guerra. Siempre miedo y claro, cuando me voy Ruzica me regala un rosario pero como no me cabe coge otro y en eso que llega la vecina, que nunca me vio, y me da un anillo. Ahà me veis eligiendo entre Santa Ana, Santa Teresa y Santa Maria. Aquà siguen conmigo, por respeto a ellos pero ese miedo tan a flor de piel y esa superstición les hace más mal que bien.Â
Lo fuerte vino después. Tras la tormenta salgo con cielo gris sin saber que estaba en una zona devastada por la guerra, Platenica. Casas y casas con daños de balas o destruidas, alternadas con otras habitadas. Las nuevas todas de ladrillo y asà durante muchos kilómetros que hacÃan sentir una angustia próxima al llanto. Tengo una foto representativa con el cielo tenebroso de fondo y de primer plano una iglesia. Para completar la angustiosa mañana una familia gitana me acaba pidiendo de mala manera dinero. Salà por piernas.
Pero el dÃa se arregló pues tras comer junto a una casa por la lluvia, llegaron los dueños y me invitaron a merendar. Buena charla y partà con la cena bajo el brazo. Suerte a Cristina y Cristian en el empeño de ser papás.
La bicicleta empezaba a hacer ruidos, iba yo preocupado cuando me llaman. Tomiza, un gran encuentro. Gran corazón que acababa de enterrar a su mejor amigo, y dijo que yo llegaba para ocuparlo. Otro exsoldado que penaba con el tabaco y el recuerdo el tiempo pasado, pero que gracias a una gran esposa, Bozena y su hija Maja, tienen un gran hogar.Â
Fue una de mis mejores acogidas. WHISKY, cerveza, todo tipo de embutidos con queso y pan...y un kilo de helado que disfruté como un crio.Â
Al dÃa siguiente Quiscolina fue al dentista a revisión y cambio de piezas en Bike Detour Shop, en Slavonski Brod. Tienda que apareció por otra sucesión de pequeños hechos, son paÃses donde no existen los talleres como aquÃ. Gran trato y buen precio.
Por fin viento a favor, me regalan pimientos y tomates y ceno luego con la familia de Daniela de 16 años que hace de interprete. Sus padres Catarina e Ivan además de su hermano Lucas ( ya veis, todos nombres muy religiosos) me permiten otra gran velada. Más reflexiones de la guerra con daños visibles en su casa.
Desayuno la sandÃa que me dejaron en la entrada y sigo conociendo gatitos muy monos, cosa que echaré de menos fuera de Europa.Â
Entro en Serbia con más rigor de lo esperado y preguntas de en qué trabajo, a donde voy, etc. Me deja mal cuerpo y aún peor cuando casi me arrolla el remolque de un tractor y algún susto más en esta intransitable carretera. Vuelvo a entrar a la defensiva en otro paÃs pero también hay gente agradable que me ofrece fruta y verdura.
Se hace tarde y me cuesta encontrar donde cobijarme. A la tercera la vencida,  siempre funciona buscar una casa con gente joven, más sociable y posibilidad de inglés. Asà es, convence a su tio y podemos practicar inglés. Se trata de Nicolina, 13 años, otro criatura más. Familia amplia que comparte su cena mientras se sorprenden de que no esté casado o tenga hijos. Poco a poco voy diciendo menos la verdad acerca de mi trabajo, edad u otro aspecto que pueda llevar a algún momento incómodo. A la mañana me ayudan a arreglar el transportin y me dirijo a la capital.Â
En Zumen cambio las Kunas que no gasté en un banco, me timan y en adelante gasto todo antes de cambiar de paÃs. En Belgrado cambio euros por dinares y cuando busco la salida resulta que le estoy preguntando a un español que viaja en moto por Europa por parques naturales. Estábamos tan a gusto que estuvimos 2 horas bajo el sol. Un tipo genial con buena mentalidad que seguro que ya durmió a cielo descubierto. Buen viaje!
 Larga y fea fue la salida pero con premio, pues con la caÃda del sol apareció el Dunae, el rÃo Danubio. Inmenso y con una caÃda y salida de sol emotivas.
Comienza la serie de dÃas solo. Este finde dan temporal asà que apuro. Ayer viento en contra como casi siempre, pero fuerte, y hoy Aleluya! es a favor. Vuelo!
Sigo perdiendo cosas en la bici, calcetines y otras historias para no contar, pero encuentro una de esas miradas para no olvidar.
En Nis me ofrece su ayuda Dejan, tras el consabido: oh España, Barcelona, Madrid...fútbol siempre en cada paÃs. Espero y espero pero se hace tarde de nuevo en una ciudad. A correr y estoy sin salida en medio del trafico hasta que me aventuro en una ladera y otra vez milagro. Veo una casa y al ir a preguntar resulta que está en obras. Parece una mansión y toda para mi, por fuera claro.
Tras practicar nudismo me dirigo a Pirot, último destino en Serbia, será un dÃa relajado. Pues no, domingo gris sin gente ni casas ni casi agua y comida, y mucho trafico pero con el animo desde el tren, obreros autopista " bravo", o algún niño.Â
En Pirot me siento como Martin Mcfly, el de Regreso al futuro ya que la gente no deja de mirarme, bueno, más a la bici y todo lo que lleva. Me hace sentir inseguro, cosa que ha ido en aumento. Descanso toda la tarde antes de cruzar a Bulgaria, y veo el desfile folclórico con grupo español incluido. Me atiborro comiendo sin parar, siempre es un goce y vuelve a ser difÃcil encontrar cama y me acabo colando en el recinto de un colegio.
Esta ha sido mi experiencia en los Balcanes, ahora llegan las grandes extensiones y el tráfico intenso, Bulgaria, TurquÃa, Iran e India. Altibajos y emociones.Â
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Este capÃtulo va dedicado  a MUS, que siempre me acompaña con su recuerdo, en las bajadas sobre todo, pese a que ya no pueda volver a mi regazo.