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  Estoy cansado de descansar esperando a que llegue mi pasaporte por correo.
  Manana hace una semana que lleguè a La Salute y lo cierto es que no podria haber encontrado un sitio màs parecido a mi casa que este. La acogida de Ruggero y su familia ha sido de los màs natural y abierta. Habituados a recibir a cicloviajeros te dan todas las facilidades para lo necesario.
  Coincidi con otros ciclistas de Europa y tuve por fin la primera convivencia con cena incluida intercambiando experiencias viajeras. En verano es propicio hacer rutas relativamente cortas pero de vez en cuando aparece uno de largo recorrido y, eso es lo que le atrajo a Ruggero. Desde su despacho con el ordenador a doble pantalla pude por fin actualizar mi blog, conectarme con toda la gente de casa y amigos y buscar ingente informaciòn sobre futuros vuelos, alternativas para cruzar Turquia dado el reciente golpe de estado, o definir mi ruta ahora que entro en territorio desconocido, Los Balcanes. Màs accesibilidad es imposible estando en ruta.
  En adelante sabrèis los detalles del vuelo extra que he de coger y me da dolor de cabeza, pero era la ùnica alternativa posible. Una disyuntiva de muchos meses que derivò en a saber que nuevas peripecias. Es que el viaje COMIENZA realmente a partir de ahora, en pocas horas cambiarè de idioma (aùn mà s), cultura, gastronomia, moneda, religiòn y serà n regiones con pasado o presente belicoso. No me asusta sino que me intriga.
  He tenido tiempo de preparar a Quiscolina con su debida limpieza, intercambiè las cubiertas pues la trasera con mucho màs peso lleva màs desgaste, revisar los radios, la cadena està mejor de lo esperado asi que la limpiè bien y reservo la nueva, ademà s, a saber dònde encontrarè otro taller en condiciones.
  Por cierto, lo de llamar Quiscolina a mi bicicleta se debe a que yo viajo con la casa a cuestas, como un caracol, y como exite una canciòn infantil que dice " caracol Quiscol saca tus cuernos al sol..." pues de ahi Quiscolina. Se està portando como una campeona y ahora vienen las montanas, la arena y los cambios de clima. En este mes tan solo tuve lluvia el segundo dia, en Luarca.
  Hasta ahora los principales problemas han sido con el sillin y poder dormir bien. Lo primero espero darle soluciòn con la funda y a lo segundo es acostumbrarse a la dureza del suelo, pese a la esterilla, aunque lo que lo complica es el calor, los mosquitos y el trà fico, que siempre anda cerca y madruuuuga mucho. A las 5 a.m. ya hay ambiente.
  He tenido ocasiòn de conversar afablemente con Tassio, el hijo de Ruggero, y Cristian. Veo que en Italia tambien las nuevas generaciones tienen algùn atisbo de esperanza. No todo es trabajo, fùtbol, comprar ... ojalà podamos hacer esa ruta Tassio! Gran amante de la montana y al que le deseo mucha suerte por Alemania para su futuro.
  Y luego Ruggero, lo mejor para el final. Es todo un carà cter. Te abre las puertas, te ayuda con lo necesario, te prepara unas delicias italianas para chuparse los dedos...hummm esa pasta! y què decir del maravilloso risotto. Cuà nto lo echarè de menos en meses venideros, o antes. Y por otra parte tiene ese temperamento italiano que te hace estar alerta siempre y hasta sentir que es tu padre.
  Tiene en mente dar la vuelta al mundo en su bicicleta reclinada en unos meses y ojalà lo consiga, Con 62 recien cumplidos està en forma. Pude probar la suya y es còmoda, al ir reclinado el cuerpo descansa mejor. Interesante opciòn.
  Disfrutamos de la playa cerca de Caorle (con lo friolero que soy aqui me es fà cil entrar al agua) con sus nudistas y todo. Y al dia siguiente Ruggero fue un guia excepcional visiando Venecia. Llegamos en moto, gran alternativa en Italia al coche, y daba gusto poder avanzar sin esfuerzo por primera vez.
Tras un paseo sin saber a donde por las calles vencianas para mi sorpresa Ruggero entra en una casa, tomamos una menta riquisima y ... subimos a una barca propia amarrada al jardin de la casa. Una vez màs recibo sin esperar ni pedir. Damos un encantador paseo entre gòndolas, botes, fachadas con siglos de historia y paramos a saludar a un amigo que me invitò a un cafè...hummm aqui no hace falta azùcar. Proseguimos en barca por esta singular ciudad que no se puede visitar con bici, està prohibido. Y miebìntras Ruggero se daba la preceptiva siesta yo me apretè una pizza entera por los callejones de la ciudad. Què bonito es perderse por ese rincòn de la historia... ciao Venecia! (tiene un bonito origen la palabra Ciao).
  Tras la vuelta en moto otra pasta en salsa. Ojo, que tambien cocinè y creo que màs equilibrado pues siempre incluyo verduras, legumbres o frutas. Aunque es dificil resistrise al queso en sus mùltiples variedades en cada comida. Es increible cuantas opciones de pasta, arroz o quesos tienen en Italia.
  Me llama la atenciòn que en este mes de viaje en ninguna de las casas que he estado nunca ha habido una television encendida. Eso encaja con que veo que tienen cosas màs interesantes que hacer.
  En breve parto, espero que no me afecte la inactividad. Tengo el gusanillo de la incertidumbre que hasta ahora no me pasò dado que salgo de la Europa conocida. Para esto nos hemos embarcado en esta aventura. En adelante sabrèis el encaje de fechas, rutas y enlaces que he de concretar.
 Voy a Correos, estarà alli mi Pasaporte?
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 Este capitulo va dedicado a Dalila y Leticia que tanto me animan en mi viaje como deseaban que no partiera, y que tan cà lida acogida me han ofrecido todo este tiempo.
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Ciao Ruggero, Grazie mile!  Piacere di conoscerle
p.d. curioso como en un minuto Ruggero y yo podiamos estar hablando en italiano, espanol e inglès