Tras realizar todos los preparativos el día anterior, el primer día empezó con ilusión, algo de nervios y sustito.
En la tienda de bicis de mi barrio me consiguieron dos cajas para poder transportar nuestras monturas en avión. Una de ellas era más grande que la otra... Y, aunque me resultó extraño, no le di la importancia debida hasta llegar al aeropuerto de el Prat, donde casi tenemos que dejar en tierra una de las bicis al ser la caja demasiado grande. o_O'
Finalmente, gracias a un amable empleado de Vueling y dos chicos de Ground Services pudimos embarcar con nuestros bultos y llegamos al aeropuerto de Praga, donde ensamblamos las bicis y pusimos rumbo a la estación de trenes para tomar el tren que nos llevaría a Liberec, donde haríamos noche para iniciar la ruta al día siguiente.
En Liberec nos recibió Vojtech, nuestro anfitrión en Couchsurfing, con quien estuvimos conversando hasta más tarde de lo que pensábamos.