Por la noche ha llovido y con bastante viento. Como no llevamos prisa, remoloneamos casi toda la mañana en la tienda, hasta que parece que el tiempo mejora y nos ponemos en marcha dirección a Stamsund. Esta vez vamos por carretera secundaria, la 815. Según vamos llegando, el tiempo empeora y empieza a soplar un viento fortísimo, que casi nos tira de las bicis, en ocasiones tenemos que parar y echar pie a tierra. Buscamos sitio para acampar, pero unos chicos nos recomiendan ir a un albergue en el pueblo, ya que esta noche hay tormenta fuerte y el albergue está muy bien.
Realmente el albergue era muy auténtico, una casa de madera junto al puerto, con bastante solera. La gente alojada estaba casi en familia y nos invitaron a cenar unos arroces y bizcocho que habían preparado. Algunos de ellos, junto con el dueño del albergue, habían salido a pescar un rato antes, y nos regalaron unos filetes de los bacalaos que habían pescado. Dormimos muy a gusto, escuchando crujir la madera del techo bajo la fuerza del viento.