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Noruega: Lofoten y fiordos

Viaje de tres semanas por las islas Lofoten y la zona de los fiordos, entre Trondheim y Bergen.

  • 21 días 28 de July de 2013 - 18 de August de 2013
  • 888 Kms
  • medio
  • mayoritariamente carretera
  • Noruega

Al planificar el viaje le estuvimos dando muchas vueltas a qué zonas visitar, ya que el país es grande y, como siempre, queremos verlo todo, pero no se puede. Finalmente decidimos subir algún día a las islas Lofoten y el resto dedicarlo a ir bajando desde Trondheim a Bergen por el interior, pasando por los fiordos más famosillos. Subir hasta las Lofoten implicó mucho tiempo en tren, pero finalmente creemos que mereció la pena. Nos lo tomamos con cierta calma, la última semana apenas hicimos kilómetros, entre los ferrys de los fiordos y el viaje a Bergen.

La ruta

Volamos a Oslo y desde allí subimos en tren a Bodo. En las Lofoten solo estuvimos tres días. Volvimos a bajar en tren hasta Trondheim y desde allí en bici hasta la zona del Sognenfjorden. A Bergen llegamos en ferry y vuelta a Oslo en tren.

La parte de la ruta que más te ha gustado

Decidir subir hasta las islas Lofoten fue un acierto. Creo que es lo que más nos ha gustado de todo el viaje, pedalear por algunas de sus carreteras, entre el mar y las montañas es un verdadero placer, además es relativamente llano. Una pena no haber dedicado más días a esta zona.
La subida por Trollstigen también la disfrutamos mucho, así como algunas carreteritas de las muchas que discurren a orillas de los fiordos.

Y la parte que menos (la que te saltarías en bus si lo volvieras a hacer)

Aunque los paisajes son espectaculares, la verdad es que a veces se nos hacía algo monótono ciclar durante horas por paisajes que apenas cambiaban. Supongo que nosotros estamos acostumbrados a movernos por montaña y por eso nos ha impresionado algo menos.
Desde Bergen pasamos a recorrer la isla de Sotra, pensando que veríamos paisajes costeros chulos, pero el tráfico era incomprensiblemente denso y desde la carretera no se apreciaba el paisaje costero (que realmente era una maravilla), así que fue un chasco.

El pelotón

En este viaje íbamos... 2 persona. Yo: gruñón y cascarrabias. ¿Por qué vine a Noruega, si odio mojarme? Desgraciadamente, además, siempre llevo razón.
Ella: devorakilómetros y enemiga de los campings. Sistemáticamente opinará lo contrario que yo (aún no ha asimilado que yo siempre llevo la razón, claro). El viaje promete...

Las bicis y el equipo

  • Tipo de bici: Dos bicis de montaña del decartón. Una rockrider 5.4 de más de 10 años y una rockrider 5.2 algo más jovenzuela. Con ellas nos vamos apañando de maravilla, que duren muchos años!
  • Cómo llevabas el equipo: Bolsa de manillar, alforjas traseras, bolsa sobre el transportín
  • En qué plan íbais: Autosuficiente
  • ¿Algo que te sobrara o faltara?: Nos sobró algo de ropa de abrigo. Yo no usé un chalequito de plumas que llevé por si hacía frío alguna noche, un forro finito y los guantes largos.
    Y por faltar, bueno, algunas botellitas de vino y un jamón ibérico nos hubieran hecho más felices, pero no nos hizo falta nada esencial.
  • ¿Alguna pieza del equipo que no iera el resultado esperado?: Todo funcionó bien, que yo recuerde. Tuve más problemas de los habituales con los cambios de la bici, iban bastante mal pero por falta de limpieza y lubricante. También me di cuenta de que mi chaqueta impermeable ha dejado de serlo, la lluvia torrencial de Bergen se encargó de demostrarlo.
  • Algo extravagante que llevaras en las alforjas: Vaya, qué aburridos somos, creo que no llevábamos nada demasiado extravagante...

El viaje

El mejor día

El primer día de pedaleo en las islas Lofoten. Además hacía un tiempo buenísimo y después de tanto tren teníamos muchas ganas de mover las piernas. Lo disfrutamos mucho.

El peor día

Tanto a Trondheim como a Bergen llegamos de noche y nos tocó rodar de noche en busca del camping o alguna zona donde dormir, fue un poco estresante.
El día que estuvimos en la isla de Sotra, nos defraudó bastante, había mucho tráfico y no encontrábamos ni un sitio para plantar la tienda. Cuando ya de noche encontramos un hueco, nos devoraban los mosquitos.

El mayor quebradero de cabeza

Paradójicamente, encontrar sitio para acampar por libre.
Mantener la calma y no sufrir un ataque de pánico al ver el precio de las cosas en el supermercado. Al final te acostumbras y todo, y dejas de sufrir esos temblores incontrolables al acercarte a la caja.

Si repitieras el viaje, ¿qué harías diferente?

Básicamente haríamos algo parecido. Es posible que dedicáramos algún día más a seguir rodando por las islas Lofoten. Nosotros desde Trondheim fuimos bajando por el interior. Posiblemente el viaje sería más variado bajando parte por la carretera atlántica, por la costa, y luego adentrarse en ferry por algún fiordo para rodar por las montañas del interior. Pero bueno, está claro que siempre te vas a perder algo.

Recomendaciones a alguien que vaya a hacer este viaje

Si vais a viajar en tren, hay unos tickets "mini prix" que comprados con antelación en la página web www.nsb.no, salen mucho más baratos.
Las carreteras no tienen arcén, hay que llevar cuidado. No comparto lo que he leido en alguna crónica de que los conductores noruegos son super respetuosos con los ciclistas y que circulan despacio: los hay que dejan buena distancia al pasarte y los hay que te pasan rozando, como aquí. Y van rapidito incluso en carreteras con curvas.
Planificar la ruta teniendo en cuenta los numerosos túneles. Algunos están prohibidos para bicis y, en el mejor de los casos, pueden ser bastante "incómodos" de atravesar. Esta página me resultó útil: http://www.cycletourer.co.uk/maps/tunnelmap.shtml
Todo es carísimo, incluso comprando en supermercados. La primera incursión a un super noruego es inolvidable...
Aunque generalizar es peligroso, a nosotros nos pareció que los noruegos son tremendamente fríos y distantes, y con unos modales un tanto toscos, por decirlo de forma suave. Encontramos gente encantadora, por supuesto, pero si hay algo de lo que enamorarse en el país, desde luego no es el carácter de su gente.
Hay cuestas. Muchas. Esa carretera tan chula que ves en el mapa bordeando un fiordo por su orilla, que tiene toda la pinta de ser llanita... pues no, también tiene cuestas.
En teoría, en el país se puede acampar libremente siempre y cuando se haga a más de 150 m de una casa y no sea terreno privado. En la práctica, acampar nos resultó difícil, ya que el bosque suele ser muy denso y no hay quien se meta, y en zonas más habitadas casi todo era terreno cultivado o parcelas privadas y jardines. No llegamos a pedir permiso a nadie para acampar en su terreno, así que no sabemos lo receptivos que puedan ser para eso. Acampamos varias veces al lado de cementerios. Tienen tomas de agua que usan para regar las flores y se puede entrar discretamente a llenar los botes de agua. Además, son lugares muy tranquilos...

Si alguien tiene pensado viajar por allí y tiene alguna duda, procuraremos echar una mano, solo tenéis que escribir un privado.

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