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Pues finalmente, llega el gran día y nos ponemos en marcha con el viaje.

Nada más y nada menos que a las 14:22 horas de un día de Julio desde Soto del Real (Madrid), sí, estamos locos, pero no había otra opción.

Iniciamos la marcha y ya en el mismo Soto tras coger unos resaltos y varios baches tenemos que parar porque mi portabultos no iba suficientemente apretado y bajó hasta tocar la rueda.Con ayuda de mi compañero de ruta colocamos todo, apretamos más el cierre de la rueda y en un par de minutos bajo unos 35º se queda colocado aunque no me termina de dar buena espina.

La primera parada la hacemos en Manzanares del Real, ya que observo que la bicicleta de mi compi lleva poca presión en sus neumáticos y aprovechamos que allí hay una gasolinera para meterle un par de kilos más. Ahí ya le digo que si ha revisado un poco la bici y desgraciadamente la respuesta es negativa....ufff...escalofríos me entran...no sé si del calor que hace o de pensar que lleva con la misma cadena desde que la compró y tiene unos 3000 Km....nos encomendaremos al Santo...¡qué remedio!

Comenzamos a buscar el camino por Manzanares el Real y al ver que es un sendero malo paralelo a la carretera decidimos ir por el arcén de la misma, poquito a poco llegamos a Cerceda, seguimos dirección Navacerrada y ya se va notando como se empina la carretera, ahí nos cruzamos con varios ciclistas y uno de ellos nos dice el tradicional "buen camino" al vernos a los dos con las bicis con pinta de trailer con tanta alforja.

Altimetría

Seguimos subiendo por la interminable carretera ascendente y entre el peso de las alforjas, los 40º que hacían y el calor que nos daba el asfalto iba pensando para mis adentros que esto no iba bien, no llevo bien tantísimo calor y comencé a notar bastante desgaste...no llevábamos ni 25 Km. ufff...calor...mucho calor....

Por suerte, según vamos subiendo observo que el camino aparece a la derecha y hay una zona de sendero entre algunos árboles, ni lo dudo ; decido salir hacia ella, mi compi me sigue y tras unos cientos de metros por la misma llegamos a una valla que debemos abrir y cerrar para continuar, desgraciadamente está en una subida y aparte del exceso de peso de la bici se encuentra en plena zona llena de "roderas" y es muy complejo el andar hasta ella....mis zapatillas más enfocadas al mtb que a andar tampoco ayudan mucho...pero con un poco o un mucho de esfuerzo conseguimos pasar, abrir y cerrar la puerta. Llegamos a una zona que mi compi conoce y me indica que es una trialera compleja para hacer incluso sin alforjas, así que volvemos hacia la carretera....a los 40º...¡¡¡alegría!!!!

 

Afortunadamente, llegamos hacia el desvío de Cercedilla donde la carretera ya inicia un descenso pero ahí noto que la rueda trasera va bastante deshinchada, por lo que me da malas sensaciones al coger velocidad....nos detenemos, la inflamos con las bombas de mano con esperanza de que la cámara con líquido antipinchazos haga su efecto.

 

Tranquilamente continuamos el ritmo hacia Las Dehesas de Cercedilla, donde hacemos una parada en la fuente que tan fresca agua nos regala. Me empapo bien la cabeza para intentar bajar un poco el calor asfixiante que tenía...descansamos unos minutos y nos disponemos a iniciar la marcha.

Según inicio no me percato que la rueda trasera está casi en el suelo, no me da tiempo a sacar los automáticos y ¡¡¡Bum!!! Hostia que te dio...afortunadamente nada roto, sólo magulladuras por los brazos y dolor en el codo...que le vamos hacer, morado por unos días.

Nos "alegramos" mucho de tener que cambiar la cámara trasera y yo maldije la pasta que me dejé en la cámara antipinchazos que me había durado 50 Km.

Nos cuesta algo más que de costumbre hacer el cambio ya que era mi primer cambio con el soporte de las alforjas puesto, infla la rueda todo lo que puedas porque con mi peso, subida y con todo lo que pesan las alforjas lo más fácil era darle un pellizco en la pista que teníamos por delante....por suerte no fue así, eso sí, a mí me dejó bastante seco de energía el tema. Me encontraba bastante fundido y encima tenía que enfrentarme al puerto de la Fuenfría.

Ocho kilómetros por delante que se me hicieron bastante duros, no iba nada bien, las piernas no respondían y la cabeza no tiraba, cuando además suelo ser bastante buen "sufridor"...pero en ese momento, no iba bien....hicimos otra parada justo al acabar la Calzada Romana y como somos más menos de la misma altura mi compi me ofrece probar a subir el con mi bici y yo con la suya que va más ligera de equipaje… eso me dio la vida, no sé si fue mental o no, pero ahí ya cogimos camino hacia El Mirador de los Poetas, El Mirador de la Reina y llegamos a el alto de la Fuenfría.

Iba físicamente tocado pero iniciábamos el descenso hacia Segovia con fuerzas renovadas, aunque la verdad con muchas piedras había que ir bastante atento de la trazada. Por suerte, los dos sin problemas de importancia, aunque tuve que parar una vez para volver a poner en la horizontal el transportín con tanto bache.

Acabos el descenso, vamos fatal de tiempo, se nos empieza a echar lo noche encima, no sabemos bien donde estamos, no vemos indicaciones del camino…llegamos a un cruce dónde vemos el primer pueblo de la provincia de Segovia, Valsain, pero sabemos que es muy pequeño y apenas tiene servicios, por lo que decidimos continuar hacia Segovia…nos ponemos los chalecos reflectantes, las luces y continuamos por una carretera local.

Iniciamos un descenso y de repente, escuchamos un claxon que proviene de unos metros más adelante, bajamos el ritmo, nos cruzamos con un todo terreno y tras unos metros, en plena curva vemos un grupo de 10 caballos en pleno carril y arcén….menos mal que el coche pasó antes por ahí…

En mitad del descenso y tras un cambio a plato mediano mi compi engancha la cadena y se le queda trabada…tenemos que parar, apenas vemos, pero tras unos minutos consigo sacarla, un eslabón se le estaba abriendo y gracias a la multiusos que llevaba en la mochila de hidratación a la espalda la conseguí cerrar para continuar.

Seguimos varios kilómetros más, llegamos a una nacional que ya nos indica Segovia y tras unos kilómetros por dicha nacional entramos a Segovia por sus polígonos industriales…por fin…eran casi las 11 de la noche…y aunque nuestra idea era meterle 30 kilómetros más ese día, el simple hecho de llegar a Segovia nos supo a gloria.

Busqué un lugar donde dormir gracias al móvil y la aplicación de “Booking” encontré un hotel de 2 estrellas con muy buenos comentarios y que nos salía la habitación doble por 41 euros. Confirmé por teléfono que no había problema por las bicis y el hombre de recepción fue muy agradable y nos dijo que sin problema. Así que buscamos la calle con el GPS del móvil y además estábamos muy cerca, así que a las 11.15 estábamos haciendo el registro en el hotel.  El recepcionista nos comentó que gracias a la marcha que hace Perico Delgado están acostumbrados a que la gente vaya en bici al menos una vez al año y que muchos pedían el meterla en la habitación, por lo que podíamos meterla o bien la guardaban en un almacén, así que decidimos subirlas un piso por la escalera y que durmieran con nosotros. La habitación estaba bien, limpia, con aire acondicionado y todo correcto, por ese precio no creo haya nada mejor, al menos no lo encontramos. La recomiendo que además estaba cerca del centro.

La verdad, llegamos rendidos ymuy desanimados ,nos duchamos y comimos algo de la comida que llevaba en mis alforjas (cómo no, llevaba media casa ahí jajaja), no teníamos cuerpo de ir a buscar ningún sitio…poner los móviles a cargar, la alarma a las 7 para el día siguiente y a las 12 estábamos durmiendo.

Menudo primer día….esperaba que la cosa mejorase porque así no íbamos a llegar muy lejos.

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