ETAPA 5 - JUEVES 4 DE AGOSTO DE 2011
Entre Lourdes y Borderes Louron
Velocidad media: 14,3 kms/h
Velocidad máxima: 46 kms/h
Tiempo total: 9h 23’ 08’’
Tiempo real pedaleado: 7h 02’ 56’’
Distancia: 101,02 kms
Cols: Tourmalet (2.115 mts) y Aspin (1.489 mts)
Desnivel positivo: 1.993 mts
Desnivel negativo: 1.987 mts
Desnivel positivo acumulado: 1.993 + 6.154 = 8.147 mts
Desnivel negativo acumulado: 1.987 + 5.646 = 7.633 mts
Desnivel positivo + desnivel negativo: 15.780 mts
En la vida de las personas hay días para recordar: La boda,la família, la graduación, encuentros con los amigos.... Hoy tocaba subir el Tourmalet. Para mi y para muchas personas, es un día importante.
Si pudiera ir hacia atrás en el tiempo, es decir, viajar al pasado, desearía poder ver a mis antepasados y también, poder disfrutar de deportistas importantes de la época. Por ejemplo, ver jugar a Kubala, Samitier o Ramallets entre muchos otros y, en ciclismo, poder ver escalar al gran Fausto Coppi ‘il Campionissimo’ y a todos los coetáneoas de su generación.
Subiendo el Tourmalet iba a transitar por el mismo escenario por donde lo han hecho los mas grandes campeones de la historia del ciclismo.
La salida desde Lourdes la hice por la vía verde de las Gaves. Esta vía verde y muchas otras de Francia, están muy bien cuidadas e indicadas y, cuando hay que atravesar carreteras, se hace por encima o por debajo, con viaductos o puentes. De esta forma, se evitan situaciones de peligro.
Al llegar a Luz Saint Sauveur, que es el quilómetro cero del Tourmalet, entré en la oficina de turismo, en la cual, en la fachada había un cartel donde se podía leer: “Luz ama el Tour”. Hacía poco mas de un mes que la mejor carrera ciclista del mundo transitó por allí. En la oficina me dieron un folleto donde había los espacios en blanco reservados para que en las diferentes oficinas de turismo de las poblaciones cercanas a los puertos de montaña, te vayan sellando casillas en función de los puertos que vas subiendo y, segun las casillas selladas, te envían un diploma en reconocimiento a los puertos que has ascendido. En Francia no paran de sorprenderme de como cuidan a los ciclistas.
Al salir de Luz ya se empieza a subir y a ver las primeras placas quilométricas donde se informa con todo detalle del quilómetro que se inicia y del que falta hasta la cima. Los puertos son un lujo.
A medida que iba avanzando, me daba cuenta que subir por Luz es mucho mas fácil que hacerlo por Sainte Marie de Campan. Se nota mucho. Si alguien quiere subir el Tourmalet y no tiene claro si podría hacerlo por su estado de forma, que lo haga desde Luz.
El ambiente que se respira mientras subía este puerto es irrepetible y no se dá en ningún otro. Miento, quizás en Alpe d’huez la sensación es parecida. Son los dos puertos mas míticos del ciclismo y acude gente de todo el mundo para escalarlos.
A diferencia del día anterior, esa jornada fue espléndida, con un sol y una claridad del cielo que parecían estar puestos expresamente para que yo subiera el Tourmalet.
Pasado el pueblo de Barèges, un municipio que en invierno debe estar lleno a reventar, el paisaje gana en esplendor y se observa el pico de Midi de Bigorre y las torres eléctricas de la cima. La parte mas dura son los últimos 4 quilómetros.
Había un matrimonio mayor que estaban sentados en unas sillas plegables al lado de su coche en la cuneta. Parecía que estuvieran en el cine, con la diferencia que la pantalla eran aquellas montañas. A falta de 500 metros un hombre estaba sentado en la última curva vestido con un chaleco fluorescente de color amarillo y una cámara fotográfica reflex con un objetivo considerable. El individuo iba haciendo fotos a todos los cilcistas que pasavan y, acto seguido, les daba un cartoncito con una dirección electrónica para tener la posibilidad de comprar la foto como recuerdo. La inventiba no tiene límites y menos en tiempos de crisis. Que manera mas fácil de hacer dinero... yo no la compraré, pues ya me hacía yo mismo las fotografías.
En la cima, parecía que estuviéramos en Las Ramblas de Barcelona (aunque a diferencia de Barcelona, allí no había ladrones). Se tenía que esperar turno para hacerse una foto debajo de la placa. El Tourmalet es un lugar único y especial. Desde su primer paso en 1.910, el Tour ha vivido todo tipo de situaciones y efemérides. Por ejemplo, Octave Lapize, fue el ciclista en inscribir su nombre como primer corredor en coronar su cima. Finalmente ganó en París la clasificación general absoluta. Años mas tarde murió pilotando un avión en calidad de sargento durante la Primera Guerra Mundial en la batalla de Verdun. No fue el único ganador de Tour que murió durante las Grandes Guerras.
Eugène Christophe, padeció mucha mala suerte una vez pasados 4 quilómetros después de coronar, ya en el descenso. Rompió la horquilla de la bicicleta y, cumpliendo las rigurosas normativas de la época, no pudo recibir asistencia y tuvo que bajar a pie hasta la forja de Sainte Marie de Campan y reparar allí, sin posibilidad de ayuda, su bicicleta. Finalmente acabó la etapa pero pasó de liderar la carrera al puesto 21. La organización del Tour descubrió una placa conmemorativa en la forja (hoy en día es una casa particular) para ensalzar el coraje y tenacidad que tuvo Christophe como reconocimiento a su valor y comportamiento heróico.
En la cima del puerto, además de la placa de puerto, hay un monumento a Jacques Goddet (director del Tour de Francia entre 1.936 y 1.986). Existe también un monumento al ciclismo representado con una bicicleta y unas placas informativas que recuerdan el primer paso del Tour de Francia por el Tourmalet en 1.910.
La bajada es espectacular, se trata de dejar caer la bici y observar el valle de Campan, y también, el esfuerzo de todos los valientes que ‘escalan’ en sentido inverso. Es indescriptible ver la cantidad de gente que sube. Se ha de ver y se ha de vivir. Es como una peregrinación.
Cuando llegué a Sainte Marie de Campan, hice las fotos a las placas dedicadas a Eugène Christophe.
Desde Sainte Marie de Campan, sin pausa, se inica el ascenso al col del Aspin.
La calor del mediodia en esa hora era anormal. Se trata de lo que muchas veces se convierte en lluvia horas mas tarde en las montañas, pero el cielo estaba completamente limpio en esos momentos.
El col del Aspin me pareció muy fácil. También hay que remarcar que, a medida que avanzaba mi viaje, yo estaba mas y mas en forma. Es el viaje mas duro que he hecho y el paso de los días no produjo merma en mi rendimiento, sino todo lo contrario, fui a mas. Me daba cuenta de esto en momentos en que, aun llevando carga encima, yendo con una bici de montaña, sin pedales automáticos y con neumáticos de tacos, adelantaba a ciclistas que iban en bici de carretera y sin peso....
Una vez coronado el Aspin, otra vez foto al lado de la placa y descenso hasta llegar a Arreau. Allí me comí dos helados y continué.
El tiempo empezó a cambiar a peor de repente y las nubes taparon el cielo, por lo que decidi poner punto y final de la etapa en Borderes Louron.
ETAPA 6 VIERNES 5 DE AGOSTO DE 2011
Entre Borderes Louron y Bagneres de Luchon
Velocidad media: 14,9 kms/h
Velocidad máxima: 50 kms/h
Tiempo total: 2h 14’ 38’’
Tiempo real pedaleado: 1h 46’ 23’’
Distancia: 27,14 Qms
Cols: Peyresourde (1.569 mts)
Desnivel positivo: 652 mts
Desnivel negativo: 934 mts
Desnivel positivo acumulado: 652 + 8.147 = 8.799 mts
Desnivel negativo acumulado: 934 + 7.633 = 8.567 mts
Desnivel positivo + desnivell negativo: 8.799 + 8.567 = 17.366 mts
Los alojamientos de Francia están todos preparados para acoger a las personas que se desplazan en bicicleta. Además, en algunos, incluso hay un distintivo otorgado por la federación Francesa de Cicloturismo. El establecimiento de Borderes Louron tenía este distintivo. Las bicicletas son guardadas con mucho cuidado y el personal del establecimiento se interesa por la ruta de los ciclistas y disponen de planos y otras informaciones por si hay necesidad de ampliar o complementar los que ya lleva el ciclista. Francia ama la bicicleta.
El tiempo era muy tapado y el objetivo de la jornada era superar el col del Peyresourde y llegar a Bagneres de Luchon.
Las nubes venían persiguiéndome y yo avanzaba en dirección al cielo despejado, algo que me tranquilizaba. Odio rodar con lluvia.
En el col del Peyresourde no comí creppes en el establecimiento con un señor muy peculiar que dice que sus creppes son los mas baratos de los Pirineos....
La bajada es espectacular (siempre lo digo, pero es la verdad...) con las curvas típicas de Tour.
Bagneres de Luchon fue el punto de descanso del día e hice bien, pues, pasada la media hora de estar alojado, se puso a llover con ganas...
Este pueblecito tiene todo tipo de actividades durante el verano. Solo hay que ir a la oficina de turismo y ver los actos programados para ese día y los siguientes. Yo asistí a una desfilada que le llamaban: La Reina de los Pirineos. Me recordó mucho la bajada de collas de Sant Medir por la calle Gran del barrio de Gracia de Barcelona, aunque, en Bagneres era muy diferente a Gracia. Después, por la noche, hicieron un concierto en la iglesia.
Esta localidad tiene una curiosa tienda de bicicletas que se llama: La casa de Miguel y hay una foto de Miguel Indurain. Había también una panadería donde vendían pan y pastas y se podían degustar los famosos ‘croissants’. Desde que cerró la pasteleria Carque de Barcelona no había podido volver a comer ninguno tan bueno. En el escaparate de la tienda había un cartel que decía: “Si la vida es dulce, nosotros estamos para endulzarla”.
El municipio también es famoso por sus termas a las que no me atreví a ir por miedo a dejar mis efectos personales en las taquillas. La influencia negativa de Barcelona por lo que respecta al pillaje y delincuencia, donde hay personas que hacen copias de las llaves de las taquillas y muchos otros delitos y faltas, me frenó a entrar en las termas.
Es un lugar idóneo para hacer un ‘stage’ ciclista ya que tiene muchos puertos cercanos: Portillon, Peuresourde, Bales o Mende.
