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4º diario: ETAPAS 3 y 4

  • 6 de August de 2010

ETAPA 3 – Viernes  6 de agosto

Entre:  Bourg d’Oisans y Briançon

Dificultades: Col del Lauteret (2.058 mts)

Particularidades: Briançon ha estado declarada por la Unesco villa patrimonio mundial de la Humanitad. A mi no me parece nada del otro mundo. La carretera del col del Lauteret es muy transitada.

Desnivel positivo: 1.338 mts

Desnivel negativo: 845 mts

Desnivel positivo acumulado: 4.577 mts

Desnivel negativo acumulado: 3.811 mts

Desnivel total acumulado (positivo mas negativo): 8.388 mts

Velocidad media: 16,7 Qm/h

Velocidad máxima: 48,4 Qm/h

Tiempo total: 4h 48’ 19’’

Tiempo real pedaleado: 3h 2’ 31’’

TOTAL QUILÓMETROS ETAPA: 68,9 Qms

TOTAL QUILÓMETROS ACUMULADOS: 247,84 Qms

 

La lluvia dijo basta y salí muy pronto porque había leído cuando preparaba la ruta que esa carretera era muy transitada. También lo viví el año pasado porque transité por esa vía pero en sentido contrario. Además había túneles, cosa que a mi no me gusta nada. El objetivo del día era el col del Lauteret. Se trata de un puerto bastante largo pero sin pendientes duras, excepto los primeros quilómetros anteriores al embalse de Chambon.

Pasado el lago se entra en el parque nacional de los Ecrins donde pude ver los mejores paisajes de la ruta con nieve en las montañas, la verdor de los prados y poblaciones engalanadas con flores.

Un folleto que tengo sobre este parque nacional dice lo siguiente: “[…]vínculo vegetal entre la Provenza y los Alpes, el parque nacional de los Ecrins, se despliega en valles bucólicos y cimas esbeltas, a veces por encima de los 3.500 metros, con nombres míticos como La Meije o Le Pelvoux. Es uno de los parques de montaña más extensos, con una increíble paleta de tesoros naturales: una flora excepcional, lagos de montaña, cascadas impresionantes… En la estación cálida, los cuatro grandes valles se convierten en una oda a la naturaleza donde reina la dulzura de vivir.[…]”.

Ya en la cima, desde el col parte la carretera que se dirige al col del Galibier, pero yo me dirigía a Briançon, una localidad que ha estado declarada por la Unesco, municipio patrimonio de la humanidad.

En el col del Lauteret hay un hotel de 5 estrellas que tiene muy buena pinta porque desde sus habitaciones hay unas vistas hacia las montañas nevadas. Una puesta de sol o ver nacer el día, ha de ser un espectáculo digno de observar desde un alojamiento situado a 2.000 metros de altura.

28 quilómetros separan el col del Lauteret de Briançon. Se trata de un descenso envuelto de montañas nevadas, ganado pastando y prados verdes. Todo un espectáculo visual.

Por la tarde, una visita a la parte antigua de Briançon y, la verdad, los de la Unesco no se que vieron en este sitio…

 

ETAPA 4 – Sábado 7 de agosto

Entre: Briançon y Sainte Marie de Vars

Dificultades: Col del Izoard (2.361 mts)

Particularidades: Mi peor día, sobretodo a partir de Guillestre

Desnivel positivo: 1.798 mts

Desnivel negativo: 1.361 mts

Desnivel positivo acumulado: 6.375 mts

Desnivel negativo acumulado: 5.172 mts

Desnivel total acumulado (positivo más negativo): 11.547 mts

Velocidad media: 13,9 Qm/h

Velocidad máxima: 50,4 Qm/h

Tiempo total: 7h 10’ 58’’

Tiempo real pedaleado: 6h 7’ 13’’

TOTAL QUILÓMETROS ETAPA: 64,89 Qms

TOTAL QUILÓMETROS ACUMULADOS: 312,73 Qms

 

En los prospectos que me dieron de la región de la Provenza en la casa de Francia de Barcelona, en la información del col del Izoard se explicaba lo siguiente: “[…]Puerto mítico con el que sueñan todos los ciclistas confirmados que pasan por la región de Briançon. Forma parte de los <>, un programa diseñado por el departamento de Altos Alpes, que hace todo lo posible por facilitar la actividad de estos enamorados de la bicicleta. Sin renunciar a la prudencia, claro, pues no pasa por este puerto irregular quien quiere, pues la ruta es muy difícil. No obstante, la panorámica de las cumbres de Briançonnais y Queyras, de las más suntuosas, merece el esfuerzo[…]”.

Briançon es el quilómetro cero del col del Izoard, un puerto mítico de la historia del ciclismo y todo ello gracias a dos mitos del ciclismo: Fausto Coppi, conocido con el sobrenombre de ‘el campeonísimo’ y Louison Bobet. Los dos forjaron la leyenda de esta montaña. Toda la ascensión está señalizada para las bicicletas y a pocos quilómetros de la cima se encuentra el refugio de Napoleón. Una edicifcación que fue ordenada construir formando parte de las últimas voluntades del emperador francés.

Al entrar en el refugio, se puede ver en la pared la reproducción de una portada del diario ‘La Domenica del Corriere’. Ocupando toda la portada, aparecía la figura de Fausto Coppi. En otra sala, pueden verse las fotografías de los ganadores de etapa del Tour de Francia con final en Briançon.

Cuando reinicié nuevamente la marcha, un fotógrafo me hizo una instantánea y, acto  seguido, me dio un cartoncito con un número por si quiero comprar la foto por Internet.

Los puertos del Tour generan muchos souvenirs y oportunidades de negocio y los aficionados como yo, somos potenciales compradores. A causa del peso que llevaba encima, tuve de abstenerme de comprar nada. En el transcurso de la ruta vi muchas cosas que me gustaban: un libro del col del Tourmalet en los almacenes de la fnac de Annecy, camisetas del tour y de ciclistas, decenas de libros, Dvd’s, pins, llaveros, etc. No me canso de explicar que Francia ama la bicicleta.

En la cima, hay que guardar turno para hacerse una foto al lado de la construcción que contiene la placa del puerto.

El descenso del col es espectacular y después de unos 2 quilómetros hay un lugar especial que se llama ‘La casse déserte’. En este lugar hay placas a la memoria de Coppi y Bobet. Hay una frase famosa en el mundo del ciclismo que dice: ‘Por la Casse Déserte los grandes campeones pasan solos’. En los años 50 del siglo XX se vivieron etapas épicas en este puerto. Se cuenta una anécdota en este sitio y es que Fausto Coppi infiltrado entre el público, fotografió a Bobet en el transcurso de una etapa del Tour.

La importancia de este puerto se hace tangible al ver la gran cantidad de cicloturistas que lo suben.

En la localidad de Guillestre debería haber hecho noche, pero decidí comer y, seguidamente empezar la ascensión al Col de Vars. El calor hizo que a pocos quilómetros tuviera que parar en una sombra a descansar. Fue mi peor momento del viaje. No lo considero un desfallecimiento, pero si hubiera continuado, sí que lo hubiera tenido. Al poco rato continué subiendo hasta llegar a Sainte Marie de Vars donde pasé la noche.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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