Salgo de Trespaderne y por caminos, primero por zona boscosa y luego por zona agrícola me llevan hasta Frías sin ninguna dificultad. Me adentro en Frías por una bonita y empinada calle empedrada, sin saber que me estaba esperando un maravilloso pueblo medieval con un castillo espectacular, unas casas colgantes y unas calles preciosas.
Encantado del lugar salgo de allí por otra calle empedrada que terminaba sobre un bello puente medieval. Desde aquí pequeños tramos de sendero van jugando con una carretera local pero el mal estado de conservación de algunos de ellos hacen que me decida mayoritariamente por la carretera hasta dar con un canal, que lo sigo por la derecha. Al poco tengo la posibilidad de desviarme hacia Quintana-Martín-Galíndez, pero decido seguir dirección Pangusión. Estoy ya cerca de la central nuclear de Doñana, lo que se evidencia por los carteles de puntos de reunión que hay junto a la iglesia.
Desde Barcina del Barco ya se puede ver la central nuclear, aunque la vegetación de ribera la tapa bastante. A partir de Mijaralengua el camino se hacía menos llano. Tras una fuerte subida y un despiste llego rápidamente a San Martín de Don.
Aquí comienza el puerto del día. Son 7 km al 8.5% de media. La subida es larga pero llevadera y haciendo unos cuantos descansos se sobrelleva bien, sobre todo al llegar a un mirador con unas vistas espectaculares sobre las hoces de Sobrón. El Ebro allí abajo, está encerrado entre dos montes que se levantan a cada lado.
El último esfuerzo y ya llego a la torreta de telecomunicaciones, punto más alto de mi ascensión. Allí una portilla me da acceso a Álava y por un sendero con tramos de fuerte pendiente, al principio por medio de un espectacular hayedo, llego a Sobrón Alto.
De aquí continúo por un camino que sigue bajando fuertemente hasta salir a la carretera y por ella un poco más adelante al embalse de Sobrón sobre el río Ebro. Por la margen derecha avanzo ahora por un sendero más o menos bueno, encajonado entre el río y el monte hasta salir a un camino y de allí a Puentelarrá. Aquí el GR99 da la opción de ir por cualquiera de las dos orillas. Yo opto por la margen izquierda, la alavesa.
El terreno ha dejado de ser montañoso. He regresado a Castilla, con un paisaje cerealista de suaves lomas y torres medievales como las de Fontecha. El constante subir y bajar empiezan a hacer mella y en Leciñana empiezo a estar cansado. Saliendo de aquí, el GR se adentra por un camino que sólo existe en la mente del que un día trazó la línea desde el ordenador de la oficina. Leciñana es un diminuto enclave y tengo que llamar a alguna puerta para que me ayuden a salir de allí.
Con las indicaciones que me dan para llegar a Salcedo tiro por carreteras locales. Sin entrar en Salcedo retomo el GR99 y voy directo a Comunión y de allí por caminos periurbanos llego ya por fin a Miranda de Ebro.
DIFICULTAD: Alta. Lo más difícil de todo es la subida y bajada de Sobrón. El resto es un terreno en ocasiones rompepiernas.
CICLABILIDAD: 99%. La bajada de Sobrón tienen algún punto no ciclable. También hay que echar pie a tierra en algún sendero. Por lo demás todo el camino está bien.
BELLEZA: Alta. Frías es de cuento. También me gustó la subida y bajada de Sobrón. El resto son zonas agrícolas o zonas boscosas con cierto encanto.
PERNOCTA: Albergue juvenil Fernán González. Recomendable. Por un precio muy módico dispones de una habitación con baño muy correcta y desayuno. Algo apartado del centro, a 10 minutos andando.