En Frómista se cruzan dos caminos muy importantes, uno de carácter histórico, el canal de Castilla, y otro de carácter cultural, el de Santiago. Este último me trae muchos recuerdos del año anterior. Saliendo de Frómista de buena gana hubiera girado hacia Santiago cuando voy cruzándome con peregrinos.
Siempre por el camino de sirga, la cercanÃa de las montañas se empieza a notar por la abundacia de acueductos y desmontes. En Herrera de Pisuerga el canal se cruza con el Pisuerga en la presa de San Andres, donde hay también un embarcadero turÃstico, pero está todo tan mal señalizado que acabo por perdérmelo. Además, aquà el camino de sirga se corta y no queda otra que desviarse por Herrera, con dos opciones. O bien ir por la carretera, o bien ir por un sendero que sale al ferrocarril, y junto a las mismas vÃas, cruzar el rÃo. Opto por ésta. Después del sendero andar junto a la vÃa se hace muy pestoso hasta que por fin salgo a un camino agrÃcola y por él a la carretera hasta Herrera de Pisuerga.
Allà conozco a una pareja ya mayor de la zona, que habÃan recorrido a pie hace años el canal. Compartimos inquietudes del estado de esta parte del canal y acabo en su casa donde me dieron agua bien fresca para continuar y me ofrecen de comer, cómo no, cangrejos de rÃo.
Retomado el canal enseguida llego a Alar del Rey, lugar donde nace el canal de Castilla y de aquÃ, siguiendo el Pisuerga llego a Nogales de Pisuerga pasando por la fuente de la Gallina. Hasta aquà han sido casi dos dÃas muy llanos, endurecidos con el viento, pero ahora la cosa cambia con la montaña palentina enfrente de mÃ.
Durante los próximos kilómetros toca lidiar con una de esas autovÃas que para el ciclista o el peatón se convierte en vÃa de incomunicación obligando a dar grandes rodeos. Superado un repecho me las ingenio para pasar al otro lado de la autovÃa dando un rodeo, para después seguir junto a ella hasta desviarme a Santa MarÃa de Mave. De aquà por carretera local llego a Olleros de Pisuerga, que posee una iglesia románica muy particular, escavada en la roca. Estoy entrando en el refugio de los cristianos en la época de la Conquista. Afronto el último tramo del dÃa que, con repechos de por medio, me lleva hasta Aguilar de Campóo.
Â
DIFICULTAD: Moderada. Sobre todo por los kilómetros y el viento en contra. TambÃen hay alguna cuesta durilla.
CICLABILIDAD: 100%. Sólo recuerdo que hubiera que bajarse para subir al puente del ferrocarril para cruzar hacia Herrera de Pisuerga.
BELLEZA: Moderada. El canal tiene su belleza, aunque son muchos kilómetros repetitivos. Lo más bonito del dÃa fue la iglesia de Olleros de Pisuerga y Aguilar de Campoo.
PERNOCTA: Hotel Villa de Aguilar. No recomendable. Caro. Me sentà engañado con el precio. El hotel es un escenario perfecto para grabar un capÃtulo de "cuéntame".Â
Â