Si el segundo dÃa sabÃa que iba a ser la etapa reina del viaje, la primera fue la etapa princesa, asà que tras la paliza de estos dos dÃas y habiendo dormido en el camping de Villoslada, agradecà enormemente la cama del hostal. El objetivo del dÃa es el cañón del rÃo Lobos, pasando por el monte Cabeza Alta.
Recortada la etapa de ayer, hoy toca modificar los primeros kilómetros hasta Cabeza Alta. En lugar de ir por senderos siguiendo la GR que recorre la sierra soriana, avanzo por la carretera dirección Burgos, y pronto me salgo por una carretera secundaria sin tráfico que conduce a Navaleno. Por esta carretera que siempre es ascendente se va bordeando Cabeza Alta durante unos kilómetros hasta alcanzar una pista que ya asciende decididamente hasta la cumbre, con algunas rampas realmente duras, pero subibles. La recompensa es un mirador junto a una torreta de incendios que te da vistas sobre toda la zona de la Demanda, con Duruelo y Covaleda a los pies y unos picos al fondo por los que me parece mentira que ayer hubiera transitado.
Un descanso y un poco de agua, y comienzo el descenso hasta San Leonardo de Yagüe. La primera parte de este descenso, lo que es bajar de Cabeza Alta, se hace por un sendero entre rocas arriba del todo y entre pinos en la mayor parte que a veces no es ciclable. El sendero se alterna con trochas para maquinaria forestal que a veces son divertidos, a veces complicados y a veces peligrosos. Bajando con cuidado y sin prisa el camino es muy bonito entre un bosque de pinos muy denso y grandes rocas. Tras este tramo, se sale por fin a caminos forestales, que transcurren por preciosos parajes y que en ocasiones son rápidos y en otras se emboscan con alguna subida fuerte o muy fuerte. Solamente después del desvÃo entre Navaleno y San Leonardo se entra en un sendero que al principio parece agradable con una bajada entre pinos pero que pronto se torna tortuoso con una fuerte subida. Después de todo esto llegar a San Leonardo me cuesta más de lo que me suponÃa aunque el camino en lÃneas generales resulta realmente gustoso.
Me acerco al polÃgono del pueblo, desde el cual, más o menos siguiendo una recta debÃa, llegar a Hontoria del Pinar desde donde me adentrarÃa en el cañón de rÃo Lobos. Este tramo del trayecto, ya sea por el calor del mediodÃa, ya sea por encontrarme entre zonas de cereales y llecos me resulta muy pesada y muy fea en comparación con lo que habÃa visto hasta ahora, pero todo llega a su fin y tras un par de portillas llego a las inmediaciones de Hontoria y girando en un cruce casi 180º me dirijo hacia el cañón, que ya se adivina entre los montes.
Me adentro en el cañón, un cañón precioso, con esas paredes verticales y esos meandros cerrados, con una vegetación frondosa y un silencio profundo. El rÃo por su parte no baja ni gota de agua y su lecho es un gran pedregal. El sendero del cañón es en ocasiones zigzagueante, otras sube o baja por toboganes, a veces cruza canchales de piedras, y en ocasiones hay que pasar por tramos de rocas no ciclables y cruzar el lecho del rÃo. Asà que con calma y alguna que otra parada se van haciendo los kilómetros, el último por camino hasta llegar a la carretera que viene desde San Leonardo y que cruza el rÃo Lobos por el puente de los Siete Ojos.
Sigo por lo que serÃa la segunda parte del cañón, comenzando a ciclar por un camino que al cabo de un rato se vuelve sendero. El rÃo se vuelve a encañonar dejando algunas estampas preciosas. El agua empieza a aparecer estancada en el fondo del rÃo con abundates nenúfares. El lugar es realmente bello. Sin embargo para la bici a veces se hace un poco pesado por tener que sortear escaleras y pasos sobre el rÃo que esta vez al haber agua hay que hacer sobre puentes estilo zamburguesas o bien pasar sobre el agua montado en la bici. A medida que me voy acercando al final, lo que serÃa el principio para la inmensa mayorÃa de los visitantes, que dejan los coches en el parking de la entrada, voy tropezándome con más gente. La zona de la ermita es sencillamente espectacular. Después de ella ya salgo del cañón y por camino primero y carretera después llego a Ucero.Â
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DIFICULTAD: Alta. El descenso desde Cabeza Alta es en ocasiones técnico. También son complicados algunos puntos del cañón de rÃo Lobos.
CICLABILIDAD: 97%. A lo largo del recorrido hay que echar pie a tierra para bajar o subir alguna rampa, cruzar el rÃo o pasar entre rocas.
BELLEZA: Muy alta. El primer tramo hasta San Leonardo de Yagüe es un bonito paseo entre pinares. El tramo del cañón de rÃo Lobos es sencillamente espectacular. Solamente desentonan los 9 km entre San Leonardo de Yagüe y Hontoria del Pinar.
PERNOCTA: Camping Cañón del RÃo Lobos. No recomendable. Aún en agosto estaba prácticamente vacÃo. Es un camping para caravanas, no para tiendas. Es muy caro y se come muy mal. El cañón deja entrar poco sol y llega a hacer frÃo.Â