La vÃa romana del Iregua es una antigua calzada que unÃa Vareia (actual barrio de Logroño) cuando era el último puerto navegable del Ebro y Numancia. Hoy es un bonito sendero a media ladera, y por él inicio mi viaje.
Me levanto temprano con los nervios propios de emprender un viaje como ñeste. El dÃa gris no acompaña, ni tampoco la parrilla, que me falla sin salir de casa. Arreglado el asunto, marcho más tarde de lo pensado.
Comienzo a pedalear con tranquilidad, sabedor de que el dÃa va a ser largo, unos 60 km pero muy rompepiernas y siempre para arriba. Los primeros 20 km son muy llanitos, junto a huertas a la ribera del Iregua y casas de campo. Una vez pasado Nalda y pasando junto a las preciosas peñas de Islallana, la cosa empieza a complicarse, con una cuesta de unos 300 metros, pero muy empinada, que me planta en Viguerala famosa cuesta de Viguera. Ésta es la prueba de fuego para ver qué tal marcho con las alforjas. La subida la supero con éxito, pero puedo comprobar que he perdido el piñón más grande y que no lo recuperarÃa en todo el viaje.
Aquà comienzo verdaderamente el viaje encaramándome por la vÃa romana del Iregua, que me llevarÃa hasta Villoslada de Cameros. Por delante unos 13 primeros km muy duros hasta llegar a Torrecilla en Cameros. Unas primeras rampas que suben hasta el Castillo de Viguera hacen que la bici se ponga a hacer caballitos y que tenga que echar pie a tierra. TodavÃa no le he cogido el tino al peso de las alforjas y me resulta difÃcil controlarlas. Superada esta primera rampa, el camino se vuelve sendero con duros subibajas y pasos complicados que hacen que llegara a Torrecilla ya cansado. Al menos el cielo encapotado ayuda a no pasar demasiado calor. Eso sà las vistas sobre el valle del Iregua desde algunos puntos son espectaculares.
Recuperdas las fuerzas, continúo por la Via Romana dirección a Pradillo, ya por caminos completamente desconocidos para mi. Son sólo 10 km pero se hacen muy largos. Un primer repecho muy duro y una bajada me dejan junto a la Iglesia de Tómalos.
A partir de aquÃ, los restantes 8 ó 9 km son un calvario de portillas y restos de vÃa romana con las piedras originales que la hacen poco ciclable. Entre las portillas para controlar a las vacas y los caballos, las pendientes imposibles y las piedras tengo que descabalgar infinidad de veces. Al menos, se alcanza un mirador sobre el valle en el que merece la pena hacer un descanso y contemplar las vistas.
De Pradillo a Villanueva de Cameros a penas hay 2 km, pero una cancela sin paso para vehÃculos me hace sudar la gota gorda para pasar la bici. No llevaba ni 50 km, pero el agotamiento empezaba a ser evidente.
Saliendo de Villanueva la VÃa Romana es un camino forestal ancho con cierta pendiente, que cansa las piernas, pero que al menos me permite pedalear sin sobresaltos un rato. La idea originaria era salirme de la VÃa Romana por un camino paralelo a un canal que me conducirÃa hasta cerca de Villoslada sin salvar más desniveles y con tranquilidad, pero en algún sitio me equivoco y acabo llegando a Villoslada por la VÃa Romana, lo que me supone subir más de la cuenta por un sendero de cuestas imposibles y acabar verdaderamente cansado de empujar la bici. No veo el momento de empezar a bajar a Villoslada pero por fin el sentido de la pendiente cambio y llego al pueblo no sin alguna dificultad.
Ya en Villoslada y por una carretera local me acerco al camping donde trato de recuperar fuerzas tras una jornada agotadora.
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DIFICULTAD: Muy alta. No volverÃa a hacer este mismo recorrido. En su lugar irÃa hasta Viguera para bajar a la carretera nacional y marchar por ella hasta Torrecilla. SeguirÃa subiendo por la carretera local hasta volver a salir a la nacional, que tendrÃa que recorrer unos 8 km más hasta Pradillo. AllÃ, se puede seguir por la VÃa Romana, aunque con cuidado con la portilla sin paso para vehÃculos y seguir por Villanueva sin saltarse el camino del canal.
CICLABILIDAD: 75%
BELLEZA: Alta. Las peñas de Islallana, los bosques de pinos y robles y las vistas sobre el valle son fabulosas. Torrecilla y Villoslada merecen una visita.
PERNOCTA: Camping Los Cameros. Recomendable. Ambiente familiar. Tranquilo