Me levanto bien temprano antes de amanecer. Las alforjas en esta ocasión se quedan en el hostal ya que volveré a pasar por aquÃ.
Ligero de equipaje salgo de Deltebre junto al rÃo, por un paseo muy agradable, salpicado de pescadores madrugadores. Mientras que voy en clara dirección este, voy viendo amanecer enfrente de mi. Por caminos perfectamente preparados para la bici llego a El Garxal, punto final de mi viaje, desde el que se ve cómo el rÃo se confunde con el mar. Agradecer a un chico que pasaba por allà la foto que me regaló con su buena cámara, en el momento en que culminaba mi viaje.
Por la misma orilla del mar rodeo toda la punta del fangar y luego entre arrozales regreso a Deltebre, donde recupero las alforjas. Ya sea por el peso, ya sea por el fin del viaje, el regreso por el canal se me hace penoso.
En La Aldea, esperando el tren, conozco a un koreano que venÃa recorriéndose toda España en bicicleta. Su hazaña deja la mÃa en poca cosa, pero yo me siento feliz del logro conseguido.
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DIFICULTAD: Baja. Aunque el paso por el Fangal tiene su dificultad y la llegada a l'Aldea supone salvar alguna cuesta.
CICLABILIDAD: 99%. Lo único no ciclable está por el Fangar, que por algo se llama asÃ.
BELLEZA: Alta. Recorrer el delta amaneciendo fue un acierto. Dar la vuelta a la punta del delta también.