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Día 3. San Ignacio de Loyola - San Sebastián. El Flysch

  • 8 de September de 2014
  • 77 kms

La bajamar es hoy a las 10.30 de la mañana, y con idea de llegar al Flysch antes de esa hora salgo de San Ignacio de Loyola sobre las 8.30 para recorrer los 25 km que me separan. Como ya había visto Azpeitia, voy por el bidegorri que lo rodea. Paso por el museo del ferrocarril y de allí continúo por la vía verde por un camino muy suave y agradable hasta un polígono industrial que ha ocupado la vía verde y que hay que rodear. Aquí en realidad se pierde la vía verde y por un camino se llega a Lasao. Por la carretera de acceso se llega a otra carretera, donde está el apeadero de Lasao. Cruzando la carretera se retoma la vía verde. Este tramo que me he saltado de la vía verde sigue conservando las vías de tren y por lo visto circula un tren turístico.

Enfrente de mi sigue la vía verde, aunque ya no está tan acondicionada. Como tampoco lo veo muy mal, me lanzo por ella. Al principio es una alfombra verde que transcurre junto a la carretera, pero pronto llegan los túneles. Son dos o tres túneles sin acondicionar, alguno de ellos en curva que hacen que a mitad de recorrido estés completamente a oscuras. Aunque sea llano el paso por estos túneles se hace fatigoso, pero muy aventurero. Tras el último túnel aparece la fábrica de aguas de Cestona y el balneario, con apeadero propio y un poco más adelante salgo a un camino, ya a la entrada de Cestona. Es una verdadera lástima que este tramo no esté acondicionado. 

Me desvío de la vía verde para visitar Cestona, para lo cual tengo que subir una fuerte cuesta. Parece que han estado de fiestas, y la plaza está acondicionada como plaza de toros, en una extraña mezcla de nacionalismo vasco y "fiesta" nacional española. El pueblo tiene su encanto.

Retomo la vía verde, ahora sí, acondicionada en un precioso paseo, aunque pronto se acaba. Paso por debajo de la carretera y un poco más adelante salgo a una carretera local. Ésta va en una cuesta larga y dura hasta Arroa Goikoa. Desde el centro del pueblo la rasante cambia y ahora es una bajada bestial por un camino en muy buenas condiciones. Salvada la A8, el camino vuelve a arrancar en una fuerte subida con rampas realmente duras, entre pastos y caseríos. Después más bajada radical y más subidas. He alcanzado por fin el camino de Santiago del Norte. En sentido inverso a éste enseguida salgo a la carretera nacional.

Nuevamente en subida esta vez algo más suave por una carretera local, voy viendo pasar peregrinos. Al poco me desvío hacia un caserío, donde los baserritarras me confirman que voy bien hacia Sakoneta. Me meto por un camino que pronto se vuelve senda y que rodea un bosquete. Salgo a un restaurante, pero no me detengo y pasando una portilla continúo hacia Sakoneta. Ahora por sendas y prados llego por fin a una especie de camino, desde el que veo el mar. El camino ha sido más duro de lo previsto y son ya las 11.00, pasada la bajamar. Aún así lo que veo no defrauda.

Un trozo de camino y unas portillas después llego hasta un mirador sobre la playa de Mendata y el flysch de Sakoneta. Dejo la bici para contemplar esta maravilla de la naturaleza. Miles de fotos después dejo atrás Sakoneta. Toca ahora remontar el acantilado por una senda de extrema dureza, que tengo que hacer buenos ratos empujando la bici. Llegando a un caserío, el camino se hace menos exigente, que no poco, y por un camino abalconado al mar, tras varias portillas, salgo a Elorriaga.

Camino a Zumaya paso por los primeros viñedos de txakoli. Antes de llegar a Zumaya me desvío del camino de Santiago que he retomado en Elorriaga para pasar por el Flysch de Zumaya, otra maravilla de la naturaleza. Ya en el pueblo hago visita obligada a su ermita, de vistas espectaculares.

Salgo de Zumaya cruzando la ría y rodeando el puerto siguiendo la N-634, pero pronto me tengo que desviar. Ante mi, veo el camino que he de tomar, con un rampón considerable. Por suerte no es muy largo y enseguida paso por Askizu y por San Prudencio y ya tengo Getaria a la vista. Voy por una carretera pero me salgo por un atajo que resulta ser una trampa. Son dos subidas y dos bajadas cortas pero muy fuertes por un camino empedrado. Una de las subidas la trato de evitar por un camino paralelo pero acabo metido en unos invernaderos. Los chicos que están trabajando me permiten cruzar por medio para salir de nuevo al camino.

Getaria es un pueblo espectacular, con casas apiñadas en una manga de tierra. Al Ratón o isla de San Antón, que en realidad no es una isla, se accede por un pasaje dominado por una estatuta de Juan Sebastián Elcano. El itsmo es un polígono dedicado a la pesca. En el Ratón cojo la carretera cerrada a los coches que sube hasta el faro de Getaria, con una cuesta más o menos cómoda. Un poco más adelante hay una senda que me permite subir montado hasta la atalaya para la caza de ballenas que está en lo más alto. Desde allí las vistas de la costa y de Getaria son magníficas. Vuelvo sobre mis pasos para salir de allí.

A Zarautz quiero ir por la Carretera Nacional, que va por la misma orilla del mar, y que por lo visto se tardó 8 años en hacer por lo difícil del terreno, pero no por la calzada sino por el paseo, por el que avanzo con calma contemplando las vistas y los túneles de la carretera y tambien los viñedos que asomados al mar.

Entro en Zarautz y recorro todo el paseo de la playa. La idea era seguir por el paseo hasta la ría, pero resulta que los temporales del invierno han destrozado la última parte, la que iba junto al campo de golf, así que tengo salir a la calle principal, la Carretera Nacional.

Saliendo del pueblo cojo una calle y pronto un atajo. Otra vez el atajo me la juega y por no dar un pequeño rodeo por una calle asfaltada me meto por un camino muy empinado que finalmente tengo que subir empujando la bici. Salgo otra vez a la calle que ahora parece más bien una carretera. Es la que sube al camping. La subida es durita pero se compensa con las vistas que voy logrando de Zarautz. En el mismo camping se acaba la cuesta y por un camino en perfecto estado entre viñedos enseguida llego a la ría de Orio.

Paso bajo el viaducto por la carretera del puerto que va junto a la ría que me acerca a la Carretera Nacional y por ella cruzo la ría. Los niños aprovechan este puente para saltar desde él.

Después de visitar la playa, me acerco de nuevo al pueblo por un carril bici junto a la ría y encuentro la iglesia. Junto a ella arranca una calle empedrada empinadísima por la que tengo que subir. Subo como puedo. Los soportales de la iglesia son curiosos. Sigo subiendo. La cuesta sigue siendo muy dura, pero no tanto. La tortura se acaba a la altura de la ermita de San Martín de Tours, que tiene unas bonitas vistas sobre el mar. De aquí bajo a la carretera y alejándome del camino de Santiago voy en busca de un camino que me saque a lo más alto.

El camino arranca con un par de rampones muy duros, pero luego se vuelve más suave y solvento los casi 300 metros de desnivel sin dificultad. Ya en lo más alto retomo el camino de Santiago. El asfalto se cambia por una senda que vuelve a salir a asfalto, y pronto otra vez senda. Este tramo son sólo un par de kilómetros pero se hacen duros por los constantes subibajas, las portillas, las piedras y el cansancio. Por fin salgo a un camino asfaltado y encementado. Estoy a la altura de Igueldo, el municipio más joven de España, compuesto por un montón de casas diseminadas de órdago. El camino es ahora un subibaja constante hasta que salgo a la carretera de Igeldo.

Por fin toca bajar, pero a media bajada el camino de Santiago vuelve a tomar otro atajo. La mayor trampa de este atajo está en que hay que pasar una portilla que no está pensada para nada para las bicis y me las tengo que ingeniar para cruzar. De aquí en unas cuantas recurvas por fin salgo a San Sebastián.

 

DIFICULTAD: Alta. La primera parte, la de la vía verde se hace cansino con los túneles sin acondicionar. De Cestona a la costa, las subidas son más duras de lo previsto. De Sakoneta a Zumaya la subida es muy dura. De allí a San Sebastián es un subibaja constante con rampones muy duros. Los tramos de senda del camino de Santiago del Norte también se hacen duros.

CICLABILIDAD: 97%. Los túneles sin acondicionar se hacen complicados pasar montado. Las sendas de llegada y salida de Sakoneta son también poco ciclables por su pendiente. También el tramo de senda entre Orio e Igeldo.

BELLEZA: Muy alta. La vía verde hasta Cestona es el aperitivo. Todo el Flysch desde Sakoneta hasta Zumaya es impresionante. Getaria es una gozada. La playa de Zarautz, el paseo, Orio...

PERNOCTA: Albergue de peregrinos La Sirena. Recomendable. Necesitaría remozarse un poco, pero tiene todo lo que se le puede pedir a un albergue.

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