Última etapa del viaje. Los primeros kms., recorren la bahía de Koge. Paramos en Mosede y damos un paseo por su interminable playa, al norte de la misma, ya podemos divisar los edificios más altos y el puerto de Copenhague. Entramos en los barrios de la periferia de la capital danesa, y desde el primer momento, nos damos cuenta de la importancia de la bicicleta en la movilidad de la ciudad. Carriles bici en todas las calles principales y uso masivo de los mismos por parte de los ciudadanos de la capital. Finalmente, llegamos al centro y al puerto y tras la foto de rigor con la Sirenita y las bicis, nos dirigimos a nuestro apartamento, con el tiempo justo para descargar las alforjas y salir a devolver las bicicletas a la tienda asociada la berlinesa.
De Copenhague, poco que contar que no se sepa ya. La Sirenita, los canales, el barrio de Nyhavn, el castillo Friedriksborg, Christiania…Vibrante capital, con muchísimos lugares de interés y con una interminable oferta cultural y de ocio, tanto en el centro histórico como en sus diferentes barrios.
En Copenhague, reservamos una habitación en un apartamento a través de AirBnb, (167 eur por dos noches) en Norrebro, con fácil acceso a pie y en metro al centro.