Tras desayunar en nuestro camping, nos ponemos en marcha. La primera parte de la etapa transcurre a través de bosques junto al mar, hasta que llegamos a Stubbekøbing, pueblo donde debemos tomar un ferry para continuar el viaje por la isla vecina de Bogo (12 min. 4eur). Para hacer tiempo, hasta que salía nuestro barco, damos una vuelta por el pueblo, que no tiene mucho encanto y aprovechamos para comer algo. Cruzamos el estrecho en el pequeño trasbordador y nada más llegar a la otra orilla, en la isla Bogo, comienza a llover, así que, por primera vez en todo el viaje, sacamos el impermeable y le ponemos la funda a las alforjas.
En la isla de Bogo estamos muy poco tiempo, exactamente el que tardamos en recorrer los 2 kms. que nos llevan al puente que cruza el estrecho hacia la isla de Mon. A partir de este punto, 20kms en los que, progresivamente, nos alejamos de la orilla del mar, circulando por campos de cultivo, y, en algunos tramos, con la inesperada compañía de millones de molestos mosquitos que nos llegaron a incomodar seriamente. En la pequeña localidad de Askeby, paramos en una pequeña cafeteria/centro social a tomar un refresco, aprovechando que llovía. Finalmente, a media tarde, llegamos a Stege.
Stege (5mil habitantes) se encuetra a orillas de la laguna del mismo nombre, que a su vez está conectada al mar. Originariamente, se trataba de un pueblo de pescadores, y mantiene reminiscencias en las casas bajas de madera y en sus calles estrechas que conducen al mar. Cenamos una hamburguesa en un pequeño restaurante de la plaza principal.
Nos alojamos en el Kaffehuset Mon B&B (72 eur baño compartido, sin desayuno). Pequeño hotel que comparte edificio, propietario y personal con una animada cafetería. Buena relación calidad / precio, teniendo en cuenta los estándares daneses.