De Brunnen salgo en bicicleta hasta Gersau. Debo esperar hasta las 9 de la mañana, para tomar el barco que atraviesa el lago hasta Beckenried. Desde allá sigo hacia los cantones de Nidwalden y Obwalden, pasando bien por vías verdes civilizadas, al lado de autopistas, bien por caminos de bosque que me enseñan los autóctonos.
En Giswil decido esperar el bus que sube al Glaubenbielenpass; así me evito un golpe de calor. Del collado voy en dirección de Sörenberg y Salwidili cuando unos cantos me sorprenden, como Astérix en Helvecia: son "jodels", cantos populares que un grupo, armado de cervezas, está cantando en una terraza de un bar. Me uno a ellos, hasta que decido continuar hasta Salwidili, y por bajada BTT bellísima, hasta Kemmeriboden.
Dormir al lado de una granja( con permiso de los granjeros).
El lago de los cuatro cantones
Paisaje bajando a Kemmeriboden