Segunda parte del largo viaje en el que unimos el Mar Caspio y el Mar Negro desde la ciudad de Baku (Azerbaiyán) con batumi (Georgia)
Ocho días de recorrido por innumerables monasterios ortodoxos en lugares idílicos, puertos de montaña, yacimientos arqueológicos. Una país de fuertes contrastes, naturaleza espectacular y gastronomía deliciosa.
Crónica completa en: viajarenbici.es
La ruta
La parte de la ruta que más te ha gustado
En general los monasterios están en lugares espectaculares, rodeados de naturaleza.
Y la parte que menos (la que te saltarías en bus si lo volvieras a hacer)
La entrada en Tiflis fue un horror, por carriles rápidos, rodeados de coches a mucha velocidad. Tampoco fue muy agradable el tramo previo a Khulo, estaba en obras y tragamos mucho, mucho polvo, además los camiones de las obras nos pasaban a centímetros, hay que ir con mucho cuidado con el tráfico.
El pelotón
En este viaje íbamos... 2 persona.
Las bicis y el equipo
- Tipo de bici: Trek y una bici echa a trozos
- Cómo llevabas el equipo: Bolsa de manillar, alforjas traseras
- En qué plan íbais: Medio
-
¿Algo que te sobrara o faltara?:
Me sobró todo lo que llevamos para cocinar porque en Bakú no hubo manera de encontrar un sitio donde comprar gas. Nos pasamos por todas las tiendas de deportes de la ciudad sin ningún resultado (menos mal que nos llevamos lomo desde aquí que nos duró varios días).
Nos faltó algo para asustar a los - ¿Alguna pieza del equipo que no iera el resultado esperado?: Todo funcionó a la perfección, ni tan siquiera un pinchazo en todo el viaje. Lo que resultó ser de gran utilidad (dado el tráfico y el poco respeto por cualquiera que no lleve un vehículo) fue un pequeño espejo retrovisor que llevamos por primera vez
- Algo extravagante que llevaras en las alforjas: No sé si extravagante, pero inútil si: me llevé ropa de abrigo (ingenuidad pura)
El viaje
El mejor día
En general, todos los días a excepción del día de llegada a Tsibilis. Pero especialmente bueno el primero por que, por fin, abandonamos nuestra dieta a base de cordero y nos dimos una buena comilona en Kvareli con un buen vino (todo buenísimo)El peor día
La llegada a Tsibilis, la entrada fue un horror y echó a perder el día.El mayor quebradero de cabeza
La entrada en Tsibilis es peligrosa, por carreteras rápidas y coches que no respetan para nada.Los perros, un quebradero constante en georgia, especialmente en zonas alejadas de las ciudades (y en algunos monaterios) formana uténticas jaurías y en más de una ocasión n pgamos un buen susto (tienen mala leche)
Si repitieras el viaje, ¿qué harías diferente?
Quizá buscar una entrada diferente para Tsibilis y llevarme algo para esos perros asesinos.Recomendaciones a alguien que vaya a hacer este viaje
Cuidado con el tráfico, lo del espejo retrovisor no es mala idea, al menos, para estar prevenido de lo que se te acerca (especial cuidado con los camiones).Cuidado con los perros, generalmente no hacen nada, pero se tiran a las bicis y, en alguna ocasión, llegamos a contar hasta casi veinte canes abandonados, forman manadas y no son nada amistosos. Cerca de algún monasterio estuvimos a punto de desistir de la visita debido a que se nos acercó uno de estos grupos y, sinderamente, nos asustamos, terminamos por pasar y no nos hicieron nada, pero el acojone te lo llevas.
Aprovechad para comer bien porque en Georgia la comida es buena, buena.