Recién llegado al aeropuerto, y una vez montada la bici, que habÃa llegado en perfecto estado a pesar de no tener ninguna caja de cartón para protegerla, cogà el tren que me llevaba al centro de Viena. Allà quedé con dos CS: primero Alek, que me acompañó por la tarde dando una vuelta por la zona de StadtPark y la Hundertwasserhaus, y después Chris, que me alojó en su casa y se prestó a hacer un paseo en bici nocturno por la ciudad. Al final la cosa resultó ser un buen prólogo de unos 30 km de recorrido antes de empezar el viaje.
Al dÃa siguiente, me las veÃa yo fáciles antes de empezar a rodar pero la cosa se fue complicando con las horas. La leve resaca y la visita turÃstica (que se alargó más de lo que habÃa previsto) me hicieron salir de Viena bastante tarde. Desorientarme en las afueras de la ciudad no ayudó mucho, y el viento en contra hicieron el resto. A mitad de ruta, en Schonau, me cansé de seguir la Eurovelo elegà una ruta alternativa que me llevaba por la carretera. No sé si fue una buena decisión porque al final de la jornada los 65 km previstos se acabaron convirtiendo en 95. Según se hacÃa de noche, la situción me empezó a inquietar, pues iba muy cansado y sin luces (no encontraba la frontal que tenÃa guardada en las alforjas) por una carretera bastante transitada. Intenté parar a dormir en Hainburg pero no encontré alojamiento, asà que seguà hasta Wolfsthal, donde me encontré con dos cicloturistas con buenas luces a los que me acoplé rodando tras ellos. Asà pude llegar de forma segura hasta Bratislava, donde estuve alrededor de media hora buscando sitio, hasta que finalmente encontré un albergue con plazas libres, barato, y además con una habitación para mà solo.