Llueve en Champéry. Ni soñar con subir el collado a 2000 metros para bajar al lado francés; la nieve está entre 1500 y 1600 metros.
Tomo senderos trialeros que bajan hacia Troistorrents; todo está húmedo y resbaladizo, hay que ir con sumo cuidado para no pegarse un tortazo a causa de las raíces húmedas del bosque; baja agua por todas partes.
En Troistorrents tomo el bus hasta Morgins; no me tienta la carretera con tráfico y niebla. En el Pas de Morgins entro en Francia. Más lluvia.
Una familia caritativa me deja entrar en su casa en el valle de Abondance. Se agradece que en los Alpes las casas tengan tejados amplios con aleros que permiten, por lo menos, resguardarse de la lluvia. Eso no es así en el Macizo Central francés, en donde los tejados terminan sobre las misma pared, sin posibilidad de resguardarse de los aguaceros.
Noche en Montriond, en un camping más abandonado que una tele en blanco y negro.
