Salgo de buena mañana del Pont du Chervil por la via verde de l'Eyrieux; al poco llego a Le Cheylard, bonito pueblo de montaña con un gran lago. La subida hacia Mézilhac la hago pr una carretera solitaria con mucha, mucha pendiente; por suerte las frambuesas abundan y amenizan la subida.
Mezilhac es un pequeño pueblo a casi 1200 metros de altura; en invierno muchas veces sitiado por la nieve. La continuación es una delicia, pasando al lado del Gerbier de Jonc, el nacimiento del Loira ( otra vez llueve!), y siguiendo hacia Col de la Chavanne y el Col du Pendu, en donde acampo al lado de dos autocaravanas que, caritativas, se ofrecen a invitarme a entrar a tomar algo mientras afuera llueve y llueve.
¿Es que no parará nunca de llover? La solución, mañana.