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V- 2007: SOMOS CINCO

  • 6 de July de 2007
  • 415 kms

Quinto año de nuestra particular travesía al Pirineo. Comenzaremos haciendo la etapa que dejamos pendiente el año anterior y luego iremos pasando de un valle a otro, del de Freser al del Llobregat por Merolla; paralelos a la Sierra del Cadí, por el col de Port y el de Josa, llegaremos al del Segre; por Cantó al de la Noguera Pallaresa; Noguera arriba por la Bonaigua entraremos al de Aran; saliendo por el túnel bajaremos por la Ribagorza; por Espina y Fadas al valle del Esera; y por fin, por la Foradada, al del Cinca.Con renovadas ganas, nos presentamos en Mas Pujol dispuestos a pedalear lo que haga falta. Nos motiva especialmente el hecho de que la mitad de la travesía de este año es por zonas que ninguno de nosotros ha transitado en bicicleta. Este año, además, somos cinco; se nos ha sumado Koldo, antiguo deportista de pro, y ya se sabe, el que tuvo, retuvo, y igual nos saca a gorrazos ya desde la primera cuesta.

20ª etapa: MAS PUJOL-MAS PUJOL (75 km)

Viernes. La primera etapa es una mañanera de las de grupo, sin chofer y coche de apoyo, y va a suponer ascender el col de la Creueta, pasar al de Toses y bajar por Ribes de Freser.

Los primeros 7 km son de suave subida por la GI-401, la primera parte del col de Merolla. Una vez pasado Gombren, en seguida, cogemos a derecha una desviación donde realmente comienza la subida al único pero potente puerto del día: el col de la Creueta (1923 m, 20 km, 920 m de desnivel al 4,7% medio), una señora subida, larga, y por momentos, con rampas muy duras, sobre todo en la primera mitad, hasta que salimos a la BV-4031 encima de Castellar de N’Hug. Nos ocurre, además, que Joseba y Javi, en despreocupada charla matinal, no se percatan del cruce de Gombren y siguen hasta la cima de Merolla, donde, mosqueados porque no esperaban una subida tan sencilla y por la tardanza de los demás, deciden volver atrás hasta que dan con la dirección correcta. Pecata minuta, pues al lado de los demás estos van sobraos.

Hasta este punto la carretera es estrecha y sin tráfico, y va encajonada entre peñas inmersas en un enorme bosque de pinos. Al salir a la carretera que sube de Guardiola, el bosque deja paso a la pradera, el horizonte se abre y las vistas son magníficas, tanto sobre la Serra de Montgrony que nos cierra el horizonte, como hacia el valle que vamos remontando. En otros 10 km de perfecta carretera estamos en la cima, sobre las estaciones de esquí de La Molina. Tras la parada de rigor para comer un poco y abrigarnos, comenzamos el descenso. Primero hay que bajar 8 km, hasta la collada del Pedró, y de aquí a la collada de Tosses, colocándonos ahora al norte de Montgrony. En este punto salimos a la N-260 que sube de Puigcerdá. Desde aquí, a la derecha, 25 km cuesta abajo hasta Ribes de Freser. Por si acaso, compramos pan para la comida, y seguimos bajando otros 10 km, ahora con más suavidad, hasta Campdevanol, donde nos salimos de la nacional y hacemos los últimos 6 km hasta el Más Pujol. Total, 75 preciosos kilómetros. Ducha, comida, y a la tarde a Ripoll, a dar un paseo por sus animadas calles, visitar su imponente monasterio, beber una cervecita y aprovisionarnos para la cena.

21ª etapa: MÁS PUJOL-PORT DEL COMTE (93 km)

Sábado. Esta puede ser la etapa reina de esta edición, y como hoy sí hay traslado, le ha tocado hacer de chofer a Koldo. Hemos hecho sorteo de chóferes: Koldo, Jabi, Iñaki y Joseba. Yo he tenido suerte.

Los primeros 7 km son los de la víspera, la primera parte del col de Merolla por la GI-401. Luego, aún le quedan otros 3 km hasta alcanzar los 1100 m que marca la señal de la cumbre. Es muy suave, muy adecuado para calentar las piernas. Además, la mañana es preciosa, y no hace mucho calor.

Una vez en Merolla, nos toca una bajada de 8 km (ahora es la B-402) hasta La Pobla de Lillet. La carretera en este lado está perfecta, recientemente arreglada, por lo que el descenso resulta muy cómodo. Una vez en la Pobla, seguimos descendiendo otros 9 hasta Guardiola de Bergedá, población que bordeamos por una variante que seguimos. Luego de aclarar con el chofer cual es la ruta a seguir, continuamos por la C-16 otros 3 km hasta Les Cases Noves del Collet, y aquí tomamos una ruta por la derecha, la B-400, carretera que en 31 km nos va a dejar en el col de Josa, segundo del día, y sin lugar a dudas, de mucha mayor consideración que el anterior (1630 m, 930 m desnivel).

Al principio, la carretera va encajonada, cortada a pico sobre el río. Se pasa San Juliá de Freixens, Maçaners y se llega a Saldes tras 18 km. En este tramo se suceden una primera parte de unos 7 km bastante mantenida al 5%, alguna bajada y algún tramo de llano. De Saldes se remonta el col de la Trapa (5 km más, 1380 m), y de aquí, en otros 5 km, se baja a Gósol, donde comienzan los últimos 3 km, los más duros. Una vez en la cima, donde espera el coche, hamarretako, kokakola, descanso, comentario de la subida... Koldo ha traído el coche hasta aquí y ha vuelto 25 km con la bicicleta hasta San Juliá para subir el puerto con los demás. Ahora, tendrá que volver a hacer de chofer.

Después de reponer fuerzas a la vista de la imponente Petraforca, nos tiramos hacia abajo. La bajada por la vertiente oeste nos lleva tras 13 km hasta Tuixén. El col de Josa ha resultado ser un recorrido espectacular por una carretera, en su primera parte, con bastante tráfico (es sábado), pero fuera de los circuitos habituales (en 2007 esta carretera no aparece en su totalidad ni en los mapas). En Tuixén parada, vuelta a juntarnos todos, café y vuelta a subir otro puerto: el col de Port (9 km, 617 m desnivel, casi al7%). Por sus números, aparentemente, es el más recio del día, y además, es ya el tercero, pero lo afrontamos bien, sin excesivos agobios. La verdad es que, siendo la hora que es, la temperatura ayuda. En la cima hay una taberna en la que paramos, volvemos a juntarnos, tomamos un ligero refrigerio, y vuelta a bajar, esta vez durante un breve rato de 4 km, hasta toparnos con el crucea a derecha que tomamos y que en otros 6 km nos dejará en la estación de esquí del Port del Comte, en cuyo refugio-albergue vamos a pernoctar.

La cuesta, quizá por que es ya la cuarta, se las trae, se pega, y además, el refugio está en la parte más alta de la estación, y tras muchas vueltas y revueltas entre urbanizaciones varias, conseguimos dar con él, no sin que antes Joseba y Jabi, habituales despistados, suban por una pequeña carretera hasta donde Jesucristo dio la última voz.

Han sido cuatro puertos (el más pendejo, el último) y 93 km para una preciosa etapa del más puro sabor pirenaico. Además, en el refugio estamos solos, y el chef (argentino) nos trata a cuerpo de rey y nos da una cena y un desayuno espléndidos. ¡Inolvidable!

22ª etapa: PORT DEL COMTE-RUNÍ (121 km)

Domingo. Nos toca la etapa más larga, pero a priori, no la más dura, pues “solo” hemos de subir el Cantó. Chofer, Jabi.

Los primeros casi 50 km son, salvo alguna “trampa” intermedia, de continua bajada hasta salir al valle del riu Segre. Desde la estación de esquí, sin perder altura bajando al valle, tras un pequeño susto con un perro de aspecto bastante fiero, tomamos una carretera que en 7 km de leve descenso y preciosas vistas sobre el valle del Cardener, nos deja en el col de Jou. Aquí cogemos a derecha la LV-42, carretera que hace un precioso flanqueo de la Serra del Port del Comte y nos lleva en 19 km de leve pero continuado descenso hasta Cambrils. Aquí hay que seguir por la L-401 que primero sube durante 3 km hasta Llinars, y luego baja decididamente durante otros 15 hasta salir a la C-14, la carretera de Andorra, cerca de Organyá. Es un descenso precioso, revirado, con pendiente pronunciada y que hay que hacer con bastante cuidado en más de un punto. A partir de Organyá la carretera tiene mayor tráfico.

Subimos junto al río durante otros 19 km, hasta Adrall, donde nos iremos a la izquierda por la N-260, puerto arriba hasta la cumbre del Cantó (1725 m, 26 km, 1095 m desnivel, 6 km iniciales entre el 6-8%, otros 3 parecidos a mitad de puerto), puerto de los de sacarte las tuercas, más y si hace este calor. Tras el kilómetro inicial, la pendiente se empina. Luego de 4 km de duras rampas, se atraviesa La Parroquia d’Horto, pueblo con una rampa en medio de más del 12%. A la salida, a derecha, hay una fuente. La subida sigue en el mismo tenor otros 3-4 km, dando vueltas y revueltas, y luego vienen otros 9 km más llevaderos durante los que se pasa por las aldeas de Avellanet (hay una fuente de agua fresquísima a la salida) y Pallerols. Posteriormente, vienen otros 3 km de una interminable recta al 7-8%, hasta una curva cerrada a derechas en donde hay un mirador con una espléndida vista del valle y del Pirineo. No quedan mas que otros 7 km entre el 1 y el 4%, pero que se nos hacen eternos, y por fin se llega a la cima. El calor es infernal, extremadamente bochornoso, por lo que la ascensión ha sido, si cabe, aún más dura.Tras juntarnos todos y hacer las fotos de rigor, bajada hacia Sort, 20 km de buena pendiente y con un siroco de cara que parece proviene directamente del infierno.

A kilómetro y medio de iniciada la bajada está Rubió, donde paramos para tomar algo. Luego se pasa junto a Villamur y no paramos hasta poco antes de llegar a Sort, en un pequeño parque al lado de la carretera en el que comemos algo. Tras llegar a Sort, salimos a la C-13. Cogemos a derecha y en otros 4 km llegamos a Rialp. Todavía nos queda llegar a Runí, pequeño pueblo donde nos alojaremos esa noche, pero que está tras 5 km de subida por la carretera de acceso a la estación de esquí de Sant Joan de l’Erm. Parece que el Cantó y el hiperbochorno nos han dejado fundidos, pues solo Joseba tiene arrestos para subirlos en bici; los demás nos metemos al coche y subimos así; realmente estamos muertos, pasados de rosca.

En Runí son las fiestas patronales. Ducha, cambiarnos y a ver bailar sardanas a la plaza: patatas y cava gratis en un acogedor ambiente. Exquisita cena en el hotel, y por la noche, impresionante granizada (de las que todavía hoy la carrocería del coche guarda recuerdo).

23ª etapa: RUNÍ-BONAIGUA (45 km)

Lunes. Chofer, Iñaki. Amanece nublado, y la carretera está aún húmeda de la impresionante tormenta de la noche anterior.

Bajamos hasta la C-13 , y remontamos el curso del Noguera Pallaresa, primero hasta Llavorsí y luego hasta Esterrí d’Aneu. Tras estos primeros 25 km, y antes de atacar las rampas de la Bonaigua (2072 m, 20 km), nos juntamos para picar y beber algo, y comenzamos la subida. Hace frío, y según se gana altura, se hacen más evidentes la adversa climatología y la baja temperatura que prácticamente impide que entremos en calor. Aunque vamos subiendo bien, no conseguimos destensar, y además, comienza a caer un leve sirimiri. La carretera, para más inri, está en obras de las serias, con tramos sin asfaltar, semáforos que regulan el tráfico alternativamente, etc. En una palabra, un cúmulo de circunstancias que, juntas todas, van mermando nuestro ánimo.

Iñaki va parando cada cierto tiempo, por si alguno quiere dejarlo ante las inclemencias, y así, tras unos 12 km de subida, completamente destemplados, Koldo y yo nos subimos al coche; Jabi y Joseba, como auténticos esforzados, seguirán hasta la cima, donde la niebla no permite ver más allá de diez metros. Hace, además, mucho frío y el sirimiri es ahora más evidente.No hay duda de que la bajada a Aran está peligrosa, por lo que esperamos a que terminen el ascenso y bajamos todos en el coche, con la esperanza de retomar la etapa en Vielha.

Una vez allá, paramos en el parking del parador, pero tampoco nos animamos a coger las bicis: mucho camión, carretera sin arcén y el túnel cerca, decidimos, sin más, pasar al otro lado para ver cómo está la cosa allá.

En la otra boca sigue haciendo viento frío y, totalmente descentrados, decidimos dar por bueno lo hecho hasta la Bonaigua, y bajamos en coche hasta Villaler, que es nuestro fin de etapa. Al final, para los que más, han sido sólo 45 km.

24ª etapa: VILLALER-MORILLO DE TOU (81 km)

Martes. Chofer, Joseba. La mañana amanece buena, templadita y limpia; no amenaza lluvia. Comenzamos bajando 3 km hasta el cruce con la N-260 que tomaremos a derecha. Tras 6 km llegamos a Noals, donde realmente comienza la subida al col la Espina (1406 m, 5 km, casi 8% ): corto, duro y bonito.

Una vez arriba, se pasa por Laspaules y se sigue bajando y subiendo todavía otros 6 km hasta el col de Fabas, desde donde comienza efectivamente el descenso hacia Castejón de Sos, donde llegamos tras otros 10 km. Una vez aquí, cogemos a la izquierda para bajar siguiendo el curso del Esera, que tras atravesar el Congosto de Ventamillo, llega a Campo tras 18 km. Otros 2 km más abajo, abandonamos el curso del río por la derecha para comenzar a subir el col de la Foradada, último puerto de esta edición (6 km, 370 m desnivel, más del 6%), pero que ahora, con la moderna versión tras las obras que lo han convertido en una interminable recta en cuesta, se hacen totalmente pestosos.

Tras llegar a la cima, parada, foto, deleite con un paisaje ya conocido, casco a la cabeza y bajada a tumba abierta por un espléndido arcén a unas velocidades jamás alcanzadas en otra cuesta. Tras 23 km de descenso nos plantamos en Ainsa; en el cruce del centro del pueblo tomamos a la izquierda y en 5 km llegamos al fin del trayecto de este año e inicio del próximo, y último de esta aventura transpirenaica: Morillo de Tou. Aquí, tras pedir el preceptivo permiso en recepción, nos duchamos y comemos a cuerpo de rey, antes de volver a casa. En total, hoy han sido 86 km, y entre las cinco etapas de este año, 415 km.

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