Segunda experiencia cicloviajera de 2002 que incluye novedades con respecto a las previas: abandonamos el territorio del estado español por primera vez sobre nuestras bicicletas, afrontamos un viaje de tres semanas y, sobre todo, llevamos una tienda de campaña -prestada también-, será nuestra primera experiencia de acampada libre. Visto ahora, caso 20 años después, parece una tontería, pero no voy a negar que las primeras noches estábamos atentas a cualquier pequeño ruido que llegara del exterior. Son muchos los miedos que nos meten y la experiencia de todos estos años de viajar con alforjas nos dice que el mundo es un lugar seguro.
La ruta
La parte de la ruta que más te ha gustado
Al traspasar de nuevo la frontera, de vuelta desde Pocinho, es un placer reencontrarnos con tierras salmantinas y cacereñas: Ciudad Rodrigo, la Sierra y la Peña de Francia, La Alberca, Las Batuecas, Candelario, el Puerto de El Tremedal,... un goce para los sentidos.
Y la parte que menos (la que te saltarías en bus si lo volvieras a hacer)
Lo que menos: el paisaje quemado en la entrada a Portugal, en las etapas cercanas a Vilanova de Foz Coa
El peor día: recuerdo la noche en Barca d'Alba, los miedos injustificados que llevamos dentro y que nos hicieron pasar una larga noche, con temor a que nos robaran.
El pelotón
En este viaje íbamos... 2 persona. Marta y yo mismo, las habituales
Las bicis y el equipo
- Tipo de bici: Pues dos bicis de monte, una Kona y una Cannondale. Una parrilla trasera para las alforjas, y una mochila pequeña amarrada con un pulpo sobre ella. Las alforjas, siguen siendo prestadas.
- Cómo llevabas el equipo: Bolsa de manillar, alforjas delanteras, bolsa sobre el transportín
- En qué plan íbais: Autosuficiente
- ¿Algo que te sobrara o faltara?: Echar de menos: otra tienda de campaña, la que nos dejaron era muy pequeña y se condensaba mucho la humedad. A cambio, era muy ligera.
- ¿Alguna pieza del equipo que no iera el resultado esperado?: No, lo dicho de la tienda.
- Algo extravagante que llevaras en las alforjas: Nada raro
El viaje
El mejor día
Descubrimos la comarca de Los Arribes; la amabilidad de Maribel, farmacéutica de Villarino de los Aires; el bacalao al horno en Vilanova de Foz Coa; Cinfäes y Oporto, hermosamente decadente. Y al traspasar de nuevo la frontera, es un placer reencontrarnos con tierras salmantinas y cacereñas: Ciudad Rodrigo, la Sierra y la Peña de Francia, La Alberca, Las Batuecas, Candelario, el Puerto de El Tremedal,... un goce para los sentidos.El peor día
Lo que menos: el paisaje quemado en la entrada a Portugal, en las etapas cercanas a Vilanova de Foz CoaEl peor día: recuerdo la noche en Barca d'Alba, los miedos injustificados que llevamos dentro y que nos hicieron pasar una larga noche, con temor a que nos robaran.
Y la etapa de Pocinho a Lumbrales. de 100km, se hizo muuuy larga