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Micro resumen de la ruta por La Manchuela, la serranía Conquense, la sierra de Albarracín y el Alto Tajo: 431 km y 7188 de desnivel positivo acumulado.

-         De La Almarcha a Cuenca (miércoles 14-5-14): 64 km y 920 m de desnivel positivo acumulado.

Tras salir del trabajo cargo la bici en el coche y después de 250 km, por fin, puedo empezar a pedalear. La carretera es una nacional pero sin apenas tráfico, el paisaje es de lomas suaves con campos de cereales y escaso arbolado salvo en las partes altas donde predominan encinas y chaparros, cuando transcurre paralela al cauce del Júcar va acompañada de choperas. En algo menos de tres horas estoy en casa de mis amigos, Luis y Elena, con los que comparto una reconfortante cena y tras acostar a los “enanos”, nos quedamos charlando hasta que se nos acaban las pilas.,

 

-         De Cuenca a Albarracín (jueves 15-5-14): 113 km y 1955 m de desnivel positivo acumulado.

Ya descansado y recién desayunado me monto en la bici para atravesar Cuenca. Bajo las Casas Colgadas y los “rascacielos” tomo la carretera que discurre encajonada en la encantadora hoz del Huécar. Unos kilómetros más adelante comienza a ascender en dirección Buenache de la Sierra, dejando la vegetación de ribera, que es sustituida por un sabinar disperso y pinares, algunos de ellos de repoblación.  

A partir de Buenache la carretera sigue subiendo y convirtiéndose a ratos en una pista. Comienza el desfile de ungulados, primero escapa ante mis ojos un corzo y más adelante una cierva con crías.  El camino se bifurca y dudo, pero una llamada de teléfono a Luis y a Parri me saca de dudas evitando que me pierda en mitad de la serranía conquense.

Durante todo el camino me cruzo con cantidad de lagartos ocelados que salen a calentarse sobre el asfalto y que huyen a mi paso.

Antes de Beamud comienza una bajada que permite recuperar las piernas. Al llegar al pueblo un par de perros sueltos se muestran hostiles pero sin llegar a mayores.

Después de llanear durante unos kilómetros comienzo a enfilar el Puerto del Cubillo, con pendientes del 10% y una altitud de 1635m, por una señalización errónea se me hace bastante más largo de lo esperado.  Además, la orografía de la zona, las parameras, hace que cuando crees que has coronado el puerto y te las prometas felices tengas que volver a subir otro trecho.

Cerca de la frontera con Teruel llego a un “curioso” monumento en honor al río Tajo, donde me tumbo a recuperar fuerzas.

Desde aquí predominan las bajadas y los llanos salvo una pequeña cuesta.

Me cruzo con una pareja de cicloturistas holandeses de más de 70 años que están haciendo una ruta desde Girona a Sevilla. Unos kilómetros más adelante pienso que estoy en “el día de la marmota” porque me vuelvo a cruzar con otra pareja de la misma nacionalidad, estos algo más jóvenes. Es mucha casualidad así que les pregunto y resulta que siguen la guía de un holandés ¿errante? que debe ser bastante conocido en su país.

Junto a al pueblo de  Calomarde paro a contemplar una bonita cascada.

Finalmente entro en Albarracín. Tras un descanso salgo a disfrutar del pueblo.

 

-         De Albarracín a Peralejos de las Truchas (viernes16-5-14): 90 km y 1724 m de desnivel positivo acumulado.

Antes de las 8:00 estoy pedaleando. Pese a haber sol estoy aterido, el cuenta kilómetros dice que hay 7 grados. Los primeros 15 kilómetros son de llaneo y suaves subidas que no terminan de calentarme. Los siguientes se ponen algo más duros y me hacen sudar hasta plantarme en el Puerto de Orihuela a 1650m.

Ahora toca bajar, cruzo junto al Tremedal de Orihuela, un sitio Ramsar, caracterizado por sus turberas.

Dejo tierras aragonesas para adentrarme de nuevo en Castilla La Mancha, esta vez en el Alto Tajo. En esta parte de la ruta no llevo plano decente y me paso un desvío, no señalizado que, desde Chequilla me llevaría directo por una pista hasta Peralejos y que me obliga a hacer dos decenas de kilómetros de más: gajes del oficio. Chequillas se encuentra rodeada de unas curiosas formas geológicas de arenisca rojiza, los tormos, entre pinares y rebollares. Lástima que parte hubiese sido arrasada recientemente por el fuego.

Desde aquí la carretera es una sucesión de puertecillos hasta que una bonita y peligrosa bajada con el firme en no muy buen estado me deja en Peralejos.

Una vez recuperadas las fuerzas salgo a dar un paseíllo hacia el Tajo, que se encuentra encajonado en una bella hoz entre enormes paredones de caliza sobrevolados permanentemente por decenas de buitres leonados, uno de los paredones, el Machorro me impresionó.

Lástima que no hubiese unos grados de más porque las aguas cristalinas invitaban al baño.

 

-         De Peralejos de la Truchas a Cuenca (sábado 17-5-14): 101 km y 1750 m de desnivel positivo acumulado.

Temprano, con un sol radiante retomo la ruta, vuelvo a estar helado. Llaneo hasta cruzar el Tajo por el puente del Martinete y comienzo a subir una fuerte pendiente de hasta el 12% que me lleva a la Muela de Pinilla y del Puntal. Las fuertes rampas me hacen sudar la gota gorda. En una peña una cabra montesa me observa y más adelante escapa de mi presencia una manada de gamos y algún corzo. Una buena manera subir un puerto es ir intentado descifrar la vegetación junto a la carretera: un arce de Montpellier por aquí, unos quejigos por allá, pinos de repoblación, rebollos… comienzan los pinos silvestres y las sabinas así que no tiene que estar muy lejos el puerto. Pero la sorpresa me la iba a llevar una vez llegado a la Muela, a  unos 1500m, cuando en una bajada me doy cuenta de que en la carretera, a lo lejos, y en el mismo sentido que yo, hay un perro escuchimizado parecido a un pastor alemán joven. Me acerco con cautela porque un perro no es el mejor amigo de un ciclista. Cuando estoy más cerca se percata de mi presencia y me mira. Caigo en la cuenta de que parece un lobo. Él se asusta y sale rápidamente por un terraplén perdiéndose de vista. Uno no es lo que se dice un valiente y el miedo me hace pedalear con más determinación. Además, hasta pasado un buen trecho, ni se me pasa por la cabeza haberme parado para comprobar el canido qué era. ¿Perro o lobo? Seguramente lobo :) . Los siguientes kilómetros no me quitaba al lobo de la cabeza.

Paso el desvío del nacimiento del río Cuervo, que no visito, y abandono la carretera de Tragacete para dirigirme a las Majadas por una diminuta carretera entre pinares pero que junto al río Escabas se acompaña de acebos y algún tejo. Tras más bajadas y subidas llego a las Majadas donde recupero fuerzas. Tampoco me acerco al Callejón de las Majadas, una Ciudad Encantada de pequeñas dimensiones, tras encarar la última subida del día solo queda una larga bajada y llanear para retornar a Cuenca.

Una vez bien comido y descansado me acerco al casco viejo por el que callejeo intentando alejarme de las multitudes.

 

-         De Cuenca a La Almarcha (domingo 18-5-14): 63 km y 839 m de desnivel positivo acumulado.

Esta etapa es igual que la primera pero realizada en sentido contrario. Antes de las 11:00 recupero el coche en La Almarcha y ya solo queda regresar a Talaperra.

 

Nota: las fotos son sacadas de internet. 

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