Ya llegamos al final. Madrugón para coger el barco (hay que estar a las 5:30 de la mañana) y incertidumbre porque no llevamos asiento, simplemente derecho a montarnos. Buena decisión, el barco tiene unos sofás maravillosos, donde puedes comer, domir, jugar a las cartas y de todo.
Llegamos a Barcelona, cogemos el bus a Madrid y a las 5 de la mañana estamos entrando por el portal. El viaje a terminado y el cuenta marca 799 km. Toda una cifra¡¡¡¡¡
Ya estamos pensando en el próximo viaje que haremos. Cotilleando por internet hemos visto varias opciones, aunque todavia queda mucho. Kenia, Serbia o Uzbequistán son una posibilidad. Aunque lo más probable es que para Semana Santa nos lancemos al norte. Esto es cuestión de ponerse, y si lo ves díficil, pie al suelo y a empujar.