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Río Baker

  • 3 de March de 2016
  • 228 kms

3 de Marzo de 2016

Puerto Río Tranquilo (Chile).

El domingo veintiocho de febrero amanecimos en Caleta Tortel, el día apareció con un cielo azul patagónico totalmente despejado, la primera mañana que se nos presenta sin lluvia y sin viento. En las Próximas jornadas iremos ganando el norte acompañado de nuestro fiel compañero de viaje el Río Baker, es el más caudaloso de Chile y vierte sus aguas en el pacífico en un delta junto a Caleta Tortel.

Nuestra intención es llegar a la población de Cochrane en un par de días, ya que por medio no hay ninguna otra población. Nos separan aproximadamente ciento treinta kilómetros. El día de hoy se nos dio bastante bien pues además del clima, el terreno también ayudó, vamos casi siempre llaneando con poco desnivel, el paisaje sigue siendo parecido, con mucho bosque frondoso, cantidad de afluentes que vierten sus aguas al Baker y aunque las montañas cercanas se nos presentan más alomadas, en el horizonte se presentan otras cadenas montañosas con sus característicos glaciares y ventisqueros. Los campos de hielo sur ya los dejamos a nuestra espalda, ahora nos encontramos en la zona de transición con los campos de hielo norte, que surten de agua al Río Baker, en nuestro frente.

A medio día paramos junto a un río al que llega un prado verde donde montamos nuestra cocinilla y nos preparamos una sopa y de segundo una pasta además de queso y salchichón y de postre café bombón con galletas. Hay que reponer fuerzas para los kilómetros de la tarde. Después de la comida seguimos nuestro camino hasta media tarde, buscamos un lugar de acampada junto al Río Ñadis, bajo un pequeño bosque de ñires que nos protege del fuerte viento racheado que se ha levantado. Montamos nuestras carpas, nos ponemos nuestras ropas de campamento, instalamos nuestra cocinilla y nos preparamos la cena. Decidimos no hacer fuego por precaución al fuerte viento reinante, así que nos metemos pronto en nuestra carpa porque la temperatura desciende rápidamente con la caída del astro rey. Al tener un cielo raso y encontrarnos junto al río en el fondo de un gran valle rodeados de ventisqueros hace que la temperatura baje pronto y mucho.

En la carpa me dedico a escuchar música y leer, también le doy un vistazo al mapa y calculo la ruta para los próximos días, repaso las fotos de la cámara y luego a dormir que mañana nos espera otro día. Hoy le hemos ganado setenta kilómetros al norte desde Caleta Tortel hasta el Río de los Ñadis.

El lunes día veintinueve de febrero el Río de los Ñadis aparece cubierto de nieblas bajas, la temperatura es bastante fría y Manolo está encendiendo una hoguera cuando salgo de la tienda, que buena idea la suya. Nos vestimos, recogemos y desayunamos junto al fuego tostadas con queso y membrillo acompañado de nuestro café con leche.

El tramo de hoy es algo más duro que el de ayer, con desniveles continuos y algún que otro “mini puerto”, además una vez pasada la primera hora de la mañana se levanta la niebla y hace un calor de justicia, esto trae aparejada otra circunstancia a tener en cuenta cuando se viaja en bici y es la siguiente; cuando llueve el terreno esta húmedo y los coches que transitan no nos levantan polvo a nuestro paso, pero con los días soleados y secos esto cambia, cada vez que nos cruzamos con un vehículo nos levanta una nube de polvo que nos pone como “pescado en harina” y por si fuera poco, la carretera austral tiene muchos tramos de calamina o serrucho como lo llaman por la zona, que son ondulaciones del camino formadas por las huellas que dejan los coches a su paso.

A medio día encontramos un lugar paradisiaco. Apartado unos metros de la ruta encontramos un arroyo de aguas cristalinas con pequeños saltos de agua y pozas que llaman al baño, todo esto arropado bajo un bosque de ñires que dan sombra para protegerte del sol implacable del camino. Un lugar ideal para nuestra comida del medio día, después de la cual nos echamos una siesta bajo un árbol.

Una vez repuestos continuamos hasta Cochrane por un paisaje aparentemente más desértico. La cordillera nevada se ve a lo lejos, aunque en los próximos días nos volveremos a encontrar. En Cochrane nos buscamos un hostal donde poder quitarnos el polvo del camino con una buena ducha de agua caliente y reposar nuestras maltrechas espaldas.

Por la noche vamos a cenar a una casa de comidas, me pido un salmón del Baker para variar la dieta de pasta y carne que llevamos desde que empezamos. Luego damos un paseo por el pueblo y buscamos un lugar donde tomarnos un café antes de ir al hostal. Estando sentados con nuestro café en la mesa entra por la puerta del establecimiento nuestro amigo Ramón a quien habíamos dejados días antes en Villa O´Higgins descansando de su gripe. Acababa de llegar al pueblo después de los ciento veintitrés kilómetros pedaleados en esta jornada desde puerto Yungay hasta Cochrane, parece que se recuperó bien de su gripe.

Desde el Río de los Ñadis hasta Cochrane hemos cubierto cincuenta y tres kilómetros de distancia.

Al día siguiente, uno de Marzo, tenemos que hacer unas gestiones antes de marcharnos rumbo norte. Recogemos nuestras cosas, vamos al banco a sacar pesos chilenos (150.000 CLP) y de ahí al parque de bomberos para preguntar por un taller para arreglar una avería de la dirección en la bici de Manolo, hace ya un par de días que viene metiendo ruido y tiende a bloquearse sin previo aviso con el peligro que ello conlleva. En el parque de bomberos nos remiten a un taller regentado precisamente por un bombero. (En Chile los bomberos son voluntarios) Este nos presta las herramientas necesarias para la reparación, desmontamos la dirección y vemos que la carcasa de los rodamientos se ha roto y los bolillos están suelto y fuera de su lugar. Me llevo la carcasa rota y voy a buscar por el pueblo uno de recambio, encuentro una especie de ferretería donde tienen un poco de todo. Allí encuentro una que puede valer, aunque el original tiene veinte bolillos y la que he encontrado solo dieciséis sin embargo el diámetro y el grosor es el mismo, así que me lo llevo. Lo montamos y le doy a Manolo dos años de garantía. El rodamiento nos cuesta 500 CLP unos 0,50 Euros, algo tan barato y te puede tirar por tierra el viaje. Por último compramos alcohol de quemar para nuestra cocinilla que ya andábamos escaso y algo de comida.

Hoy queremos llegar a Puerto Bertrán a orillas del lago del mismo nombre y lugar de nacimiento del Río Baker. Comenzamos la marcha con algo de lluvia que poco después irá remitiendo, hoy se nos presenta el perfil característico de sube baja que nos mina las piernas y la espalda, cuando llevamos unos veinte kilómetros paramos para comer, no hicimos mucha distancia porque salimos más tarde de lo acostumbrado debido a las gestiones realizadas en Cochrane. Después de la corta parada de la comida continuamos nuestra singladura junto al Río Baker y llegamos a la confluencia, lugar donde se unen dos ríos el Baker y el Neff que viene del glaciar del mismo nombre. Toda esta cuenca viene alimentada por el campo de hielo norte patagónico. A pocos kilómetros de la confluencia llegamos a Puerto Bertrán junto al lago homólogo. En el lago Bertrán nace el Río Baker que tras deambular unos ciento setenta y cinco kilómetros a través de la cordillera andina desemboca ya en el Océano Pacífico junto a Caleta Tortel.

En Puerto Bertrán acampamos en el jardín de la casa de una amable señora, nos ofrece ducha de agua caliente y a la noche nos cocina asado de carne con arroz, de primero nos pone sopa de marisco que he de abstenerme de probar si no quiero tener problemas con mi intolerancia al marisco y moluscos.

En total en el día de hoy hemos avanzado cincuenta y ocho kilómetros desde Cochrane.

Por la noche nos llovió y amanecimos con las carpas mojadas. La señora de la casa nos ofreció agua caliente para prepararnos unos cafés con leche para desayunar que acompañamos con pan queso y membrillo. Recogimos todos nuestros pertrechos y nos pusimos en marcha. Comenzamos subiendo con el día nublado y cayendo una fina lluvia de vez en cuando, pero conforme avanza la mañana el día se abre, para de llover y sale el sol. Terminamos de bordear el lago Bertrán y en un alto del camino se nos aparece el lago negro y al fondo el comienzo del segundo mayor lago de Sudamérica detrás del Titicaca, el lago Chelenko según la lengua de la tribu de los Tehuelches originarios de aquí, para los chilenos es el lago general carrera y del lado Argentino lo llaman el lago buenos aires, pues este lago traspasa la frontera con sus más de doscientos kilómetros de largo.

El derrotero de hoy nos lleva en buena parte de el por la orilla oeste de este gran lago en continuo sube baja. Por esta región el agua es más difícil de conseguir, no se ven tantos arroyos y cascadas donde poder reponer nuestras cantimploras como en las jornadas precedentes, hasta ahora todos los días hemos estado bebiendo y cocinando con agua de los arroyos y cascadas que encontramos a lo largo de la ruta, sin usar ningún  tipo de producto para potabilizar el agua que consumimos y nuestro organismo hasta ahora responde bien. A medio día y ya sin gota de agua nos desviamos unos cuatrocientos metros de la ruta hasta una casa aislada en la sierra en un lugar llamado El León junto al Río de los leones. Nos recibe una señora que anda limpiando unas pieles de oveja preparándolas para curtirlas, le pedimos llenar nuestras botellas de agua y si había posibilidad de comer algo, nos ofrece agua y dice que en cuanto acabe de lavar las piel de oveja que tiene entre manos nos prepara un asado de carne con patatas ello acompañado con una ensalada de zanahorias, pimientos y pepinos. Aprovechamos el rato para estirar nuestros fatigados cuerpos y sacar las carpas de las alforjas para ponerlas a secar y evitar que se apulgaren pues esta mañana las guardamos húmedas de la lluvia caída durante la noche pasada. Luego nos echamos un rato bajo un árbol, al poco la señora nos llama desde su casa para comer. Después de comer y recoger las carpas, y ya bien provistos de agua, volvemos a la ruta tomando rumbo norte. Queremos llegar a Puerto Río Tranquilo. Tras varios kilómetros llaneando comienza un puerto que nos hará pasar calor y dolores de espalda hasta unos cinco kilómetros antes de nuestra meta, desde donde nos dejaremos caer hasta el pueblo. La carretera en este último tramo de descenso se presenta en bastante mal estado con continuos tramos de calamina.

En total hoy hemos sumado otros setenta kilómetros a nuestro periplo, lo que nos da ya poco más de quinientos kilómetros recorridos a través de la cordillera andina patagónica.

Nada más llegar al pueblo buscamos alojamiento, encontrando lo que llaman una cabaña, esto es una casa individual de madera con su salón-comedor, cocina y dormitorio con baño que alquilan para periodos vacacionales. Esta en cuestión, como dice manolo, es más bien chabola más que cabaña por su estado de mantenimiento el cual deja mucho que desear, aunque para nosotros acostumbrados a unas comodidades bastante espartanas esta cabaña es todo un hotel de cinco estrellas.

La sensación general que tenemos de las poblaciones de esta latitud de Chile es que esta todo como poco cuidado y medio abandonado y muchos suministros básicos como la fruta, verdura o incluso el pan a veces no es fácil de encontrar. Por aquí la base de la alimentación es la carne principalmente de vacuno. El día que salimos de Caleta Tortel fuimos a buscar pan a la tienda de alimentación y nos dijo que no tenía porque la señora que amasa el pan se marchó a Coyhaique por una semana, nos quedamos sorprendidos pero es así.

Una vez acomodados en la cabaña – chabola y darnos una ducha nos fuimos a darnos una vuelta por el pueblo para cenar algo, nuestra sorpresa fue que no encontramos ningún lugar donde nos pusieran de cenar y mucho menos tomar una cerveza que parece asimismo bastante complicado en este país. Para vender bebidas alcohólicas hace falta realizar bastante papeleo entre permisos municipales, impuestos y demás características que tiene que cumplir el local, incluso nos les permiten servirte una bebida alcohólica solo, tiene que ir acompañado de algo sólido por eso te ponen siempre algo de frutos secos con las bebidas. Por todo esto muchas veces vas a comer y solo pueden servir agua o refrescos. Al final fuimos al supermercado y compramos lo necesario para hacernos unas papas fritas con ajo y unos huevos fritos, bueno lo de frito es un decir porque el aceite de oliva tiene un precio prohibitivo y compramos el aceite de “maravilla” que nosotros pensábamos que era de girasol pero parecía agua, con este aceite más que freír lo que conseguimos fue cocer las patatas y los huevos. Después de esta frugal cena nos acostamos a descansar.

Hoy día tres de Marzo esta el tiempo algo ventoso, nuestra idea es visitar las catedrales de mármol unas formaciones creadas por la erosión del lago y el viento sobre las rocas calizas marmóreas, dando lugar a cavidades, columnas y formas barrocas adornadas por las vetas marmóreas de las rocas he iluminadas con el reflejo de las aguas turquesas del lago. Antes de la excursión intentamos llevar nuestra ropa a lavar a una casa que nos dijeron que se dedican a ello pero desde ayer hemos ido en varias ocasiones y nunca hay nadie, hoy tampoco hemos tenido suerte así que nos acercamos a los puestos donde se ofertan las excursiones en barca para visitar las catedrales de mármol para preguntar horarios. El hombre nos dice que sale ya , ahora, y que son 8000 CLP por persona, nosotros no nos lo pensamos y nos embarcamos con nuestras mochilas llenas de ropa sucia que no hemos podido dejar para lavar.

El paseo mereció la pena no solo por las formaciones marmóreas sino también por el paisaje en general que nos rodeaba en el lago de montañas, glaciares, paredes, bosques y un mar de aguas turquesa.

 

A la vuelta vamos a comprar la comida que nos hará falta para los próximos días y luego nos vamos a comer “donde Kike”, así se llama el establecimiento, aparentemente es un vegetariano. Preguntamos que tienen de comer y la chica nos dice que carne, nosotros le preguntamos si tiene otra cosa que no sea carne y ella nos dice que sí, que tiene también pollo, Manolo y yo nos miramos y no sabemos si reírnos, debe de ser que como tiene plumas y vuela no lo consideran carne. Luego nos dice que nos puede cocinar una tortilla de verduras acompañado de ensalada y arroz que es lo que finalmente tomamos y de cerveza nada de nada. Después de comer vamos a nuestra chabola, Manolo se echa una siesta y yo pongo el diario al día. Por la tarde nos acercamos al hostel donde tenemos wifi y hablamos con la familia, por fin consigo hablar con los niños que siempre los he cogido dormidos, los echo de  menos.

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