Aoulouz a Marraquech
Estamos a casi 200 kilómetros de Marraquech y sabemos que nuestro autobús va a invertir en el trayecto 5 horas o más, pero nada es un problema si no tienes prisa y nuestros aviones no salen hasta mañana. Nada más hay que hacer que disfrutar del viaje.
Nuestras bicis tienen su sitio sobre el techo del autobús. Un excelente lugar estando bien atadas y protegidas con nuestros cartones.
Los asientos que he cubierto con las dos mochilas mientras ayudábamos a subir las bicis al techo han sido ocupados por dos tipos que no parecen entender ninguna lengua. Sé cómo hacer una buena indignación en voz alta. Hago una actuación en un francés horrendo. Todo el mundo sabe que con eso no se arregla nada. Mi hermano mira en silencio por ver cuál será el asalto definitivo. Pues bien, basta con repetir el mensaje y mostrar que podemos seguir asà durante horas. No falla. Todos se impacientan y miran a los responsables del bus y a los usurpadores haciéndoles ver que los extranjeros no se van a rendir; sobre todo ese tipo alto que habla tan mal el francés. Recuperamos nuestro sitio y, lo que es mejor, el completo respeto del pasaje.
Sobre nuestras rodadas borradas de la calzada sube este autobús lento y fiable. Exactamente por los mismos sitios, casi tan lento como nuestras etapas de ida.
Solo pensamos en comer y en mirar lo que hayamos podido pasar por alto en la subida. Pero allÃ, cómodamente sentados, con buena temperatura, sin esfuerzo, nos faltan las bicis que viajan al sol encima de nuestras cabezas.
http://400dias.blogspot.com.es/2013/12/fin-del-viaje-marruecos.html