Pues hoy si que han pasado cosas, el dÃa nos llevaba hasta La Haya ( Den Haag), un camino muy tranquilo hasta que llegábamos a la ciudad y una fina lluvia nos hacÃa darnos prisa por llegar, paramos en unas tiendas de bici a ver si podÃan arreglar el freno de disco de David, pero nada, anduvimos por la ciudad haciendo unas compras y a mà me apetecÃa seguir el camino, asà que convencà a mi compañero y nos pusimos en ruta, pero nada más salir de la ciudad David perdió el control de la bici y al intentar esquivar un arbusto clavó la rueda en él y salió volando por encima del manillar, literal, iba detrás y lo vi todo, acojonado con el golpe me sorprendió que se levantó y simplemente tenÃa alguna herida en las palmas de las manos y una pequeña herida en la rodilla, (yo pensé que le faltarÃa algún diente y algo más serio) finalmente y después del susto la peor parte se la llevó la bici con la rueda de adelante doblada, al ver los radios flojos y después de la experiencia del primer dÃa nos pusimos a apretarles y a continuar con nuestro viaje, pero esa rueda estaba para tirar a la basura y tuvimos que volver a buscar una tienda para arreglarla, con todo el equipaje tuvimos que desmontar todo y quedarme con las alforjas mientras él se iba con mi bici y su rueda a buscar alguna tienda que tuviera una y parecÃa que iba a ser fácil ya que estábamos en la capital y en un pais tan ciclista como Holanda, pero todo lo contrario, y menos mal que apareció a la hora diciendo que habÃa una tienda que tenÃa la misma rueda de una bici vieja, pero hasta dentro de una hora no la tendrÃan preparada.
Tras conseguir tener todo preparado emprendimos el viaje y para pasar el mal trago la ruta nos regaló un paisajede dunas en un parquenatural impresionante, seguramente de lo mejor del viaje y encima el viento a favor nos hizo recuperar algo de tiempo y ayudarnos fÃsicamente, en una parada a recoger agua sufrà la caÃda de mi bici encima de mi móvil con el resultado de la pantalla rota (otra vez no, en el anterior viaje en bici mi móvil murió por un golpe más pequeño, pero hubo suerte y aunque la pantalla estaba destrozada el móvil seguÃa funcionando)
Finalmente llegamos a nuestro destino en el que cambiamos la tienda de campaña por una cabaña (nos merecÃamos algo mejor después del dÃa que habÃamos tenido) nos acomodamos y nos dirigimos al pueblo a por vÃveres, a mitad de camino nos empezó a llover