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Lo siento amigos esto es África y lo de subir fotos y encontrar lugares con electricidad empieza a ponerse mas que difícil, por ahora os puedo contar que el viaje continua viento en popa y estos tres tubabus (hombre blanco) y sus monturas se encuentran en Joal y vamos para Gambia. Hay que decir que el calor es increíble y por las noches mojamos la cama y no veáis de que manera, los mosquitos no son como buitres porque nos comen vivos, pero el resto es espectacular la gente es muy cordial y como estamos en el Ramadán nos matan de hambre hasta las 8 de la tarde, por lo que al viaje se refiere hacemos 50 km todos los días y las bicis aguantan mas que nosotros. Senegal “is diferent”, es precioso, esta llenito de baobads, cabras , burros, niños, OLORES y en 5 días que llevamos hemos visto hasta jirafas y rinocerontes. Bueno espero poder subiros alguna foto y sino tendré que hacer el blog cuando vuelva.
Un fuerte beso del equipo mandinga
Ke hay de nuevo
Bueno ahora es hora de recordar, por ejemplo, cuando tras 5 horas de vuelo y negociar el taxi llegamos al hotel “les mamelles“, bajamos las bicis, las alforjas y vimos como se alejaba el taxi mientras yo decía: mierda !!habéis cogido mi mochila???? y allí a las 11 de la noche corríamos Reyes y yo por las calles oscuras y solitarias tras un taxi que volaba con mi cámara….Fue bonito cuando el taxista dio la vuelta a la manzana y apareció en el hotel…
Tras un día de “compras” por Dakar, que es lo mas parecido a la tortura que yo conozco, salimos dirección Yene donde descansamos en un precioso campament (hipocampament) de nuestros primeros 60 km. Al día siguiente 42 km nos llevaron a la “reserva de bandia ” donde nos dimos el capricho de contratar un 4×4 para ir a buscar a los bichos que viven “libremente” dentro de la pequeña reserva. La verdad es que cuando vimos al rinoceronte nos hizo ilusión no estar en la bici.
Después de arreglar un pinchazo de la bicicleta continuamos a Nguekokh donde cenamos y dormimos en casa del guarda de la reserva, aquí es donde conocimos el plato típico de pescado ahumado con gombo (el chupughaja), que en wolof quiere decir “no apto para gargantas sensibles”. Es justo decir que esta familia nos trato maravillosamente, nos enseñó el pueblo y sus gentes.