Loira en bici con sillita de niño

Un viaje de iniciación al cicloturismo, con o sin alforjas, apto para toda la famila

Por Gustavo PA

  • 23/08/2013 - 31/07/2024
  • 170 kms
  • Apto para todos los publicos
  • Mixto asfalto y camino
  • Francia
  • Ultraligero. Sin apenas equipaje

↑ PUBLICIDAD (lo que paga la factura)

La ribera del río Loira, es una zona paradisíaca para el cicloturismo y además tienes la

posibilidad de aparcar la bici y visitar verdaderos castillos de cuentos de

hadas.

 El terreno es llano, los recorridos están más o menos bien señalizados y apartados de la

circulación de los coches, los automovilistas son bastante más respetuosos con

los ciclistas que en España… el caso es que cuando empecé a planificar este

viaje, con tantas rutas y tantos chateaus

(que es como llaman los franceses a los castillos) no sabía por donde empezar.

 Las posibilidades de la zona son todas las imaginables:

Puedes llevar todo el equipaje en la bici y alojarte cada

día en un punto del recorrido pues hay alojamientos asociados en el recorrido

acondicionados para los ciclistas y sus bicicletas.

Se pueden contratar viajes organizados con coche o autobús

de apoyo que te recoge a ti y la bici para volver al hotel.

También está la posibilidad de alquilar una bici en una

ciudad y entregarla en otra, contar con un coche de apoyo que te lleva el

equipaje al siguiente alojamiento…

Además de los viajes organizados, creo que se puede sacar bastante partido viajando por tu

cuenta. A nosotros nos fue muy útil la “Guia Castillos del Loira” de El Pais

Aguilar.

Como viajábamos con una niña de tres años nos planteamos alojarnos en un sitio fijo y desde

allí hacer recorridos volviendo siempre al punto de partida. Como además

llevamos las bicis en el coche desde casa, también hicimos algún recorrido

desplazándonos en el coche hasta un punto y luego realizando el recorrido de

ida y vuelta en la bici.

Camping Les Saules – Cheverny – Bracieux – Chambord y regreso

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5191501

 Salimos del Camping en el que nos alojábamos, Les Saules, por una via ciclista que pasa por el mismo

camping, marcada con el número 4 y el color naranja en el mapa de Chambord, a 4.5 Km llegamos al castillo

de Cheverny, el castillo en el que se inspiró Hergé para el comic de Tintin.

Entramos a visitarlo.

Es un bonito castillo que llama la atención por su decoración interior, jardines y cuidada jauría de

perros de caza.

Cuando salimos de la visita, el aparcamiento estaba repleto de bicis por la gran afluencia de

visitantes que llegaron después de nosotros.

Desde aquí continuamos por una carretera local, con indicadores de dirección específicos para

ciclistas, hasta el pueblo de Cour-Cheverny. Aquí cambiamos de itinerario,

cogiendo el recorrido marcado con un 5 y color malva en dirección al pueblo de

Bracieux. Pedalamos por carreteras rurales poco transitadas, entre campos de

labor y pequeñas grajas. Pasamos por las puertas del Chateau de Villesavin, que

no entramos a visitar y llegamos al pueblo de Bracieux.

En Bracieux visitamos el mercado medieval y comimos en su interior. Alrededor del mercado

hay tiendas que nos surtieron de pan y fruta.

 Continuamos el recorrido desde Bracieux cambiando de itinerario, cogimos el número 7, color verde, con intención de llegar hasta su intersección con el número 10, color morado, y llegar así al Chateau de

Chambord. Pedaleamos por un precioso bosque y como no podía ser de otro modo,

nos despistamos y llegamos al pueblo de

Neuvy, afortunadamente nos encontramos con todo un personaje en bici que nos acompañó al cruce que nos habíamos pasado.

 Ya por el buen camino, recorrido número 7, color morado, entramos en los dominios de Chambord. Atravesamos el famoso muro de 31 Km que bordea los jardines del palacio y llegamos al castillo por un recorrido exclusivo para ciclistas.

Llegar en bici al Chateau de Chambord es impresionate, se puede acceder en la bici hasta las

mismas puertas, no hay problema para aparcar y se puede pedalear por sus

jardines. No entramos a visitar Chambord pues ya se nos había hecho un poco

tarde, Chambord bien merece una visita reposada y aún teníamos que volver al

camping. Vendremos en coche otro día a visitarlo.

 En las cercanías de Chambord hay todo tipo de servicios: hoteles, restaurantes, aparcamientos

para bicicletas y aparcamientos para coches, eso sí, los de coches se paga por

el tiempo que estés estacionado.

La visita se puede hacer guiada, libre y con audio-guía, merece mucho la pena ver el video

de presentación, aunque sea en otro idioma, pues la infografía animada es muy

buena y ayuda mucho a entender la arquitectura del castillo.

 El regreso fue por el mismo recorrido. En total 70 Km, en 5 h 15 min y un desnivel acumulado de 272 mts. ¡No está mal para ser el primer dia!

Amboise – Chenonceaux – Amboise

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5191502

 Subimos las bicis a la baca del coche y nos dirigimos al pueblo de Amboise. Por Amboise pasa el

itinerario ciclista de gran recorrido que transcurre por la ribera del Loira y

tangente al itinerario hay aparcamientos gratuitos para coches. En la oficina

de turismo nos indicaron que también habia un recorrido adaptado para bicis

hasta el castillo de Chenonceaux, un espectacular castillo construido como un

puente sobre un río.

El recorrido sale del mismo puente que está en frente del Palacio Real de Amboise, las

indicaciones nos llevan a las afueras del pueblo y pronto nos damos cuenta que

este tipo de recorrido no es como lo que nos encontramos el día anterior:

calles con fuertes repechos, cruces con carreteras transitadas y el recorrido

no es exclusivo para las bicis con lo que descubrimos que los automovilistas

franceses no son tan educados con los ciclistas como nos habían dicho.

 Ya a las afueras de Amboise, tenemos la posibilidad de acercarnos a visitar la Pagoda de Chanteloup. Proseguimos nuestro recorrido pedaleando por una carretera local, con subidas y bajadas

suaves, entre campos de girasoles y pequeños pueblos.

El castillo de Chenoceaux es un monumento muy concurrido y está muy bien acondicionado para

las visitas: Hay aparcamiento para poder dejar candadas las bicicletas, hay

baños públicos gratuitos, zona de picnic y quioscos de comida, refrescos y

helados.

 Regresamos por el mismo recorrido. Una vez en Amboise tuvimos tiempo de visitar el castillo de Le

Clos Lucé, la residencia de Leonardo da Vinci en sus últimos años de vida, con maquetas y dibujos de sus inventos.

Otra visita que no puede quedar en el tintero en Amboise el su Palacio Real, que visitaremos

otro día acercándonos en coche.

Blois – Chaumont – Blois

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5191515

 Otra vez montamos las bicis en el coche y esta vez nos dirigimos a Blois. Aparcamos en las

cercanías del puente que cruza el Loira en la ribera SE, hay aparcamientos

gratuitos al borde del río para los coches.

Tomamos la senda que sigue al Loira por su margen izquierda, antes de cruzar el puente que da

acceso a la ciudad de Blois. Empieza siendo un recorrido al borde del río, de

uso exclusivo para ciclistas y peatones, buen firme y totalmente llano.

 A los pocos kilómetros sube un corto pero fuerte repecho y se interna en los campos de labor ribereños pero sigue habiendo indicaciones en los cruces. Cuando empezamos a echar en falta alguna fuente nos

encontramos, en el pueblo de Madon, una especie de “Area de servicio para cicloturistas”.

 Se trataba de una granja en la que habían habilitado un aparcamiento para bicicletas, mesas y sillas, juegos y juguetes infantiles, un autoservicio de bebidas frías y calientes, pasteles, bollos, etc

y donde dejabas la voluntad por los servicios prestados.

Más estrambótico que todo lo anterior nos resultó el museo etnográfico que lo acompañaba donde

llamaba la atención una delicada colección de restos arqueológicos…

Después de un buen rato apareció por allí la dueña de la granja que nos dio un rato de

conversación.

Reempredemos el camino y llegamos al bonito pueblo de Candé, donde el recorrido se vuelve de

nuevo ribereño, primero siguiendo a un pequeño afluente del Loira y luego es el

mismo Loira el que transcurre a nuestro lado.

Siguiendo el camino de ribera llegamos a Chaumont. Desistimos de visitar el castillo de Chaumont,

pues entre los visitados en bici y en coche ya estábamos bien servidos.

Así que comimos en un área de picnic cercana, nos echamos una siestecilla y nos volvimos por el mismo recorrido a Blois: un apacible paseo en bici.

INFORMACIÓN PRÁCTICA

 –         Nosotros hicimos el viaje en coche desde Santander.

Llevamos nuestras bicis en la baca. Esto implica tener cuidado en los peajes de

tomar una calle que no tenga límite de altura, normalmente las situadas más a

la derecha son para camiones y no están muy concurridas

–         Nos ha llamado la atención que los franceses llevan las

bicis colgadas detrás sin preocuparse mucho de cubrir las luces o la matrícula.

Incluso vimos gente que colgaba un trozo de cartón o de madera ¡con los números

de la matrícula escritos a mano! Y se lo vimos a varios coches.

–         En Francia el picnic y el camping es una forma de vida.

En las áreas de servicio la gente se sacaba la bolsa nevera y varias fiambreras

y se sentaba en las zonas habilitadas para ello, que son muchas y están bien

equipadas. Los restaurantes de las áreas de servicio son caros.

–         Atención a la operación retorno de vacaciones: nosotros

salimos un viernes 23 de agosto por la tarde de Santander con idea de llegar a

Burdeos en 5 horas ¡y tardamos 8! Al día siguiente la etapa Burdeos-Cheverny no

debería llevarnos más de 5 horas ¡y tardamos otras 8! En esas fechas regresan

muchos inmigrantes africanos a Francia y la autopista va saturada. Sin embargo,

a la vuelta, el recorrido Cheverny – Santander nos llevó 11 horas contando los

descansos cada dos horas, comidas y descansos.

–        Nosotros optamos por alojarnos en una cabaña de

alquiler en un camping, en Francia tiene mucho éxito el campismo y los campings

son otro concepto distinto al de España: piscina, tienda, restaurante,

cafetería, sala de conexión wifi (con cargadores para móviles…). Eso sí, hay

que reservar con tiempo pues están muy solicitados.

–         La zona de Chambord tiene varios recorridos ciclistas

pero no son lineales, sino que son circulares y sirven para comunicar

poblaciones, están bien señalizados, el mapa es bastante bueno. Sin embargo los

recorridos no son muy prácticos para realizar visitas de castillos, hay que

estudiar bien los recorridos para planificar bien lo que queremos visitar.

Nosotros pecamos de optimismo y el primer día nos salieron 70 Km, lo peor es que no

pudimos visitar Chambord con tiempo y calma pues teníamos el tiempo justo para

regresa arl camping.

–     En la zona de Amboise los recorridos son más lineales,

de hecho sigue la ribera del rio. Hay además un recorrido que comunica Amboise

con un precioso castillo, Chenonceaux, que bien merece una visita.

–     Para visitar los castillos la gente dejaba las bicis

aparcadas fuera, en todos vimos aparcamientos exclusivos para bicis, con

posibilidad de dejarlas candadas.

–        Si solo llevas el equipaje del día (ropa, comida…) es práctico llevar mochila en vez de alforjas porque te puedes llevar la mochila a la visita.

-No recomiendo los pedales automáticos:  en las visitas a los castillos no vi a nadie con las zapatillas de los automáticos pasear por los empedrados, baldosas, alfombras, tarimas de madera…

–    Además de los castillos que visitamos en la bici, también hicimos otras visitas en coche. Aprovechando una tarde de mal tiempo visitamos Chambord. Otro dia de mal tiempo visitamos la ciudad de La Vendome, el Palacio Real de Amboise y la Pagoda de Chanteloup. Otro día fuimos a Blois y a conocer su Palacio Real…la zona da para mucho.

 ¡Animo y a descubrir!

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