Por José Díaz de Tuesta
A las orillas del canal de Beagle, nombrado en honor del barco del explorador Darwin, en la latitud 55º sur, se extienden los últimos metros de carretera del continente americano. En el final de la larga travesía de las Américas (o el principio, según sea la dirección del recorrido), habrá que recorrer la isla de Tierra de Fuego, la Patagonia chilena y parte de la argentina para alcanzar el extremo sur de la carretera austral. En total 1.315 kilómetros de ruta.
La isla grande de Tierra de Fuego, con sus casi 48.000 kilómetros cuadrados (prácticamente como Aragón) pertenece por mitades a Argentina y Chile. Los argentinos mantienen una buena carretera de asfalto desde Ushuaia a la frontera de San Sebastián y los chilenos cuidan de su larga ruta de ripio desde aquella frontera hasta Porvenir, en el borde del Estrecho de Magallanes frente a Punta Arenas. El territorio es una meseta ondulada y de escasa altitud que solo se eleva moderadamente para atravesar el extremo sur de la Cordillera de los Andes en su giro final hacia el este y el Atlántico.
La travesía de la Isla comprende 485 kilómetros desde Ushuaia a Porvenir. Unos 318 km. de buen asfalto hasta San Sebastián y 167 de ripio entre la frontera y la ribera del Estrecho.
Patagonia es una región muy extensa, de un millón de kilómetros cuadrados, atravesada de norte a sur por la Cordillera de Los Andes. La ruta hasta alcanzar la carretera Austral recorre, siempre al este de la cordillera, una parte de Chile desde Punta Arenas a Puerto Natales y su frontera de Dorotea y una parte de Argentina desde el paso de Río Turbio hasta El Chaltén y el lago O´Higgins.
El territorio a recorrer es una estepa árida de baja altitud cubierta por arbustos de poco porte y batida por un viento endiablado. En grandes tramos se presenta un desierto monótono y casi sin vegetación. La mayor parte de la ruta es llana con algunas ondulaciones. Es de destacar dos áreas de gran valor turístico como son el parque nacional Torres del Payne, en Chile, y el de Los Glaciares, en Argentina, en el que se encuentran el Perito Moreno, el glaciar de Viedma y el Fitz Roy.
La travesía de esta parte de Patagonia, de 830 km de longitud, comprende cuatro tramos bien diferenciados (de sur a norte):
- Desde Ushuaia a Punta Arenas (485 kms). Carretera prácticamente hasta la frontera argentina, 170kms de ripio desde la frontera hasta Porvenir, donde se coge el barco para cruzar a Punta Arenas.
- Desde Punta Arenas a Puerto Natales, 250 km. de buen asfalto
- Desde Puerto Natales a El Chaltén, 500 km de los que 70 son de ripio,
- Desde El Chaltén hasta Villa O´Higgins de 77 kilómetros repartidos entre la tierra, la travesías de los lagos Desierto y O´Higgins y una dura senda por el monte.
De Usuhaia a O´Higgins hay apenas ocho localidades en más de mil trescientos kilómetros: Tolhuin, Río Grande, Porvenir, Punta Arenas, Puerto Natales, Río Turbio, Calafate y El Chaltén. Este dato da idea de la soledad de estos parajes, a merced del viento, y surcados tan solo por vehículos todo terreno a gran velocidad y en los que es difícil aprovisionarse de alimentos y agua.
¿En qué época realizar la aventura?
La mejor época para la travesía coincide con el verano austral, de diciembre a marzo. Las temperaturas son más favorables y apenas hay precipitaciones, aunque el viento es más intenso. Con todo, las temperaturas veraniegas durante el día oscilan entre 15 y 18 grados de media, con máximas de 20 o 23, pero las nocturnas pueden bajar algo de los 10 grados. Quienes se aventuran por la zona en abril, inicio del otoño, se pueden encontrar fácilmente con nieve.
Aún viajando en verano, las diferencias de temperatura entre la parte norte de Patagonia y el sur de Tierra de Fuego pueden rondar los 10 grados. Hay más posibilidades de lluvia en el sur: aproximadamente un día de lluvia de baja intensidad por cada tres soleados.
El viento es, con diferencia, el fenómeno meteorológico más significativo en la ruta del ciclista en esta zona de América. La mayoría de las veces sopla desde el Norte hacia el Sur y desde el Oeste al Este. Por esa razón es mejor descender hacia Ushuaia que subir desde el Sur. Normalmente, el viento va alcanzando intensidad según pasa el día y desciende a partir de las 15 o 16 horas hasta aplacarse al anochecer. Aun así, en numerosas ocasiones el viento ni siquiera duerme por la noche.
Es buena idea planear un vestuario en ruta propio del otoño en el sur de Europa con algún complemento invernal como: culotte largo, cinta para las orejas, guantes largos o chaqueta polar fina.
Dependiendo del ritmo hay que considerar que se tardan entre 12 y 15 etapas en hacer todo el recorrido de este tramo de la Panamericana al que hay que añadir algunos descansos y visitas
¿Cómo llegar a Tierra de Fuego o a Patagonia?
Si se viene recorriendo la Panamericana desde el norte, una vez terminada la carretera austral hay que embarcarse para cruzar el lago O´Higgins hasta Candelario Mancilla, proseguir hasta la frontera argentina junto al lago del Desierto y descender por camino de tierra hasta El Chaltén.
Otros ciclistas que provienen del norte de la Patagonia argentina siguen la ruta 40 desde Bariloche y Esquel y alcanzan la Panamericana en el Lago Viedma, a 90 km al Este de El Chaltén.
Se puede acceder vía aérea desde Buenos Aires al aeropuerto de El Calafate. Quienes usan el transporte aéreo o el autobús hasta Río Gallegos pueden acceder a la panamericana en las cercanías de Puerto Natales a través de la Ruta 40.
Por último, es usual el transporte aéreo desde Santiago de Chile a Punta Arenas, en el Estrecho de Magallanes o las conexiones de Aerolíneas entre Buenos Aires y Ushuaia.
Consideraciones para el viaje
La carretera es de fácil navegación y no presenta dificultades seguir la dirección adecuada. En la mayor parte del trayecto la carretera es única y sin cruces. El largo trayecto es llano con ondulaciones moderadas y tan solo hay un puerto destacable, cerca de Ushuaia, el Paso Garibaldi, de poco más de 500 metros de altitud. Añadir una larga cuesta entre Puerto Natales y Río Turbio y en las cercanías de Calafate.
El asfalto es bueno aunque los arcenes, cuando los hay, son estrechos. Los tramos de ripio son tan solo tres: De San Sebastián a Porvenir (167 km), de Tapi Aike a Vialidad de 65 km, entre Río Turbio y El Calafate, y el que hay entre El Chaltén hasta el Lago del Desierto de 35 km. A diferencia de la carretera austral, el ripio de estos tramos es de buena consistencia, con poco serrucho y escasamente peligroso. El peor, por la gran cantidad de piedras, es el de Tapi Aike.
El tráfico es de baja intensidad excepto en las cercanías de Punta Arenas y de El Calafate. Sin embargo, es extremadamente peligroso por la alta velocidad de los vehículos que, en su casi totalidad, son grandes todoterrenos y camiones. Por suerte se les oye venir por el extremado silencio y soledad de la ruta.
El aprovisionamiento merece en esta zona la atención del ciclista. Las localidades en el camino son pocas, aunque disponen de todos los servicios. Lo más delicado son los tramos en los que no hay nada y hay que asegurarse una cantidad de agua suficiente. Los cursos de agua son muy escasos y no son seguros. En ocasiones hay que llevar agua y comida para dos jornadas. No encontraremos ni bares ni restaurantes de carretera salvo en contadas ocasiones. Las pocas gasolineras fuera de las poblaciones no tienen más que surtidores de gasolina.
La comida no es cara y en los supermercados es razonablemente abundante. Las frutas y verduras no están siempre disponibles pues se cultivan a muchos kilómetros de la zona. Hay gran variedad de avenas y granolas que son una buena provisión de energía para la ruta. En las ciudades hay bares de precio razonable con distintos tipos de carne, como el popular lomo a lo pobre, y una buena variedad de hamburguesas. Un plato de carne con bebida puede costarnos entre 5 y 8 euros (2015)
Dormir en las localidades de paso no presenta dificultades. Hay variedad de hostels con habitaciones compartidas de entre 4 y 6 camas con un precio que oscila entre 8 y 14 euros por noche. En algunos casos conviene reservar con algunos días de antelación: Ushuaia, Punta Arenas, El Calafate y El Chalten. La oferta de camping es escasa aunque muy económica y tan solo se dispone de información en Ushuaia, lejos de la ciudad, en el Cabo Auricosta, entre Tolhuin y Río Grande, en El Calafate, muy bien situado en el centro de la ciudad, en El Chaltén, en el Lago del Desierto, en Candelario Mancilla y en Villa O´Higgins.
Singularmente hay posibilidad de pasar la noche en otros lugares. En Tolhuin, a 110 km de Ushuaia la panadería de Emilio ofrece cobijo y alojamiento a los ciclistas; en la Aduana argentina de San Sebastián, cuya waiting room dispone de agua, fogón, calefacción y ducha caliente. También hay una acogedora casa de ciclistas en El Chalten: “La casa de Flor”. Facilitan algún tipo de alojamiento a los ciclistas en caseta o carromato en las estaciones de vialidad (bases de reparación de carreteras) de Tapi Aike y a 90 km antes de El Calafate. Se ven en ocasiones haciendas en medio del campo pero a menudo alejadas de la carretera y con las vallas de acceso cerradas.
Hay que estar preparados para pernoctar en ruta con la tienda propia en algunos tramos largos sin ninguna localidad, como sucede entre San Sebastián y Porvenir, Río Turbio a El Calafate o El Calafate a El Chaltén. En estos casos el principal inconveniente es que el desierto que flanquea la carretera está casi siempre cerrado con alambre de espino, no hay zonas de bosque y que el viento puede ser tan fuerte que amenace con romper la tienda antes de que pueda ser montada. La solución es buscar el sotavento de un muro, una depresión en el suelo, o el abrigo de un árbol aislado.
Las Fronteras no presentan ninguna dificultad siempre que se recuerde que tanto Chile como Argentina conceden un visado por 90 días en la misma frontera. Si hay previsión de rebasar este margen se debe resolver la prórroga con antelación y en la ciudad más próxima al paso. En la frontera chilena de San Sebastián los policías se muestran especialmente faltos de soltura y la espera puede ser larga…y ventosa. En el paso de Dorotea, entre Puerto Natales y Río Turbio, hay perros para olisquear las alforjas y detectar productos frescos cuya entrada está prohibida en Chile. La frontera entre el lago del Desierto y Candelario Marcilla no es visible y el ciclista tiene que buscar el destacamento de policía correspondiente en uno y otro caso.
El peligro más relevante está en el asfalto y el adelantamiento de los coches, escasos pero a gran velocidad. Es imprescindible un retrovisor, ropa de alta visibilidad y a ser posible una bandera o molinillo que anuncie, con su movimiento, nuestra presencia sobre la carretera. No se debe estar en la carretera a horas de baja visibilidad. También debe formar parte del equipo de seguridad un buen protector solar, abundante talco para las rozaduras y una buena crema balsámica, como Nutracel, para las irritaciones.
Hay posibilidad de encontrar repuestos y recibir una reparación de la bicicleta en las ciudades de Ushuaia, Punta Arenas, Puerto Natales, El Calafate y El Chaltén.
No hay animales molestos, ni mosquitos, ni perros. En general en esta zona tan deshabitada y desértica no hay apenas fauna. En los bosques de lengas de Tierra de Fuego hay zorrillos que gustan de robar la comida y, llegando a Chile, hay ratones de cola larga que también enredan en las alforjas. Es recomendable tenerlas con nosotros dentro de la tienda o, mejor aún, colgar de un árbol con un cabo una bolsa con la comida.
Para la preparación de este tramo de la Panamericana resulta útil elaborar una hoja de ruta propia definiendo las etapas e incorporando información de otros viajeros que han publicado su viaje en Rodadas y otras webs. Las rutas con mapas y perfiles que ofrece wikiloc, el estudio de la opción relieve en los mapas de google y, sobretodo, la información que proporciona sobre lo que nos espera cada ciclista con el que nos cruzamos en la ruta.
Sobre el tramo más difícil, entre el Lago del Desierto y Villa O´Higgins hay una excelente guía en inglés, elaborada por Villa O’Higgins expediciones, que adjuntamos aquí.
Epílogo
Esta fue una etapa muy difícil de mi viaje desde Ushuaia a Puerto Montt, al norte de la carretera austral. En las primeras etapas, en la Patagonia argentina, mantuve la alerta para saber el momento de desistir si llegaba el caso. No fue necesario, pero la combinación de viento intenso, soledad absoluta y ausencia total de pueblos o servicios en las tres primeras jornadas me hizo pensar en que, a pesar de toda la preparación que traía, este podía resultar un reto excesivo para un ciclista solitario de 60 años. Continué por aquel extenso desierto gracias a una gran concentración, pero vencerlo finalmente no me hizo tomarle afecto al tramo. Se trata de un desierto inhóspito con una larguísima y desamparada ruta que ofrece muy pocos atractivos. El encuentro con bravos ciclistas de todo el mundo, en las jornadas de descanso y en la ruta, supusieron un gran alivio. Con todo, mi consuelo llegó de sobra con la carretera austral, muy dura también pero feliz de pedalear entre una naturaleza tan brillante.
4 comentarios en “Panamericana: Tierra de Fuego y Ushuaia”
Los comentarios están cerrados.
Una info genial,soy el ultimo en registrarme, ya estoy aquí con todos.
Proximanete os ire adelantando algo,sobre esta misma ruta que quiero emprender.
Nos vemos pronto.
El nombre es Tierra DEL Fuego y no Tierra DE Fuego como han escrito.
Deberían corregir eso.
Gracias Javier.
Tienes toda la razón. Le pediré a Álvaro que corrija mi error en la guía.
Un saludo.
José Díaz de Tuesta
Hola José: Te escribo del norte de España, desde Bilbao, soy un entusiasta y practicante de mtb, todos los días hago 20 km. por
carretera para ir venir al trabajo. Tengo que decirte que tus apuntes o crónicas de tus viajes son muy interesantes y útiles para quienes se atrevan como tu a realizar semejante viaje. Tus comentarios son de una calidad extraordinaria, y los datos son de una
generosidad extrema por lo minusioso en detalles Tenemos los lectores que estarte agradecidos por las crónicas de tus viajes.
Pasando a otra cosa te diré que soy Argentino, pero vivo desde al año 75´ en España. El viaje de EEUU hasta México, me pareció
menos monótono que el otro que hiciste hasta Tierra del Fuego. Te cuento que me Jubilo dentro de poco y mi ilusión es salir en bici
con las alforjas como tu; pero aunque llevo desde 1998 llendo al trabajo diariamente con todo tipo de climatología voy a cumplir 65
tacos. Mis ídolos de los viajes en bici por el mundo son: Pablo García (compatriota) 11 años dando la vuelta al mundo. Salva Rodriguez y Nico Marino viajero solitario (compatriota).Bueno espero no haberte aburrido y ya nos contarás tus próximas aventuras. Un abrazo fuerte amigo cicloturista. Que el entusiasmo y la voluntad no decrescan y mucha salud para seguir disfrutando. Un saludo. Jorge desde España.