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Por un paquete de jamón serrano

Por Avo y Ali

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Parece mentira que hayan pasado dos semanas desde la última vez que escribimos ¿solo? No os enfadéis por nuestra ausencia, es que hemos estado muy ocupados… dando pedales. ¡Nos quedan solo 600 kms hasta Anchorage! ¿La culpa de tantas prisas? Un paquete de jamón serrano.

La cosa empezó con una inocente petición. Nos enteramos de que existía una cosa llamada lista de correos que consiste en que te pueden enviar un paquete a una oficina de correos cualquiera y solo con tu pasaporte puedes recogerlo. Ni cortos ni perezosos le pusimos un email a amigos y conocidos sugiriendo que nos haría mucha ilusión que alguien nos mandara un paquete con algún regalito a la lista de correo de Whitehorse. Particularmente, un poco de jamón serrano (nos puede el estómago).

Nuestra petición debió sonar tan desesperada que la mayoría de los remitentes se rieron de nosotros con gusto pero los padres de Alicia, que para eso son padres, recogieron el guante y prepararon el suculento paquete con el jamón en cómodos sobres con raciones de un bocata envasados al vacío.

Todo estaba perfectamente calculado: nosotros tardábamos 15 días en llegar a Whitehorse, más unos 4 o 5 días que pensábamos quedarnos allí, con lo que el paquete tenía tiempo de sobra para llegar a nuestras manos. Pero ¡oh! Accidente en la rueda en medio de la nada que nos hace llegar antes de tiempo. Total, que por más que esperamos nos toca irnos de Whitehorse sin rastro del paquete.

Por amor al jamón serrano

La mañana que nos vamos de Haines Junction llamamos a correos en Whitehorse y nos dicen que ya tienen el paquete y que si queremos lo pueden reenviar a otra oficina de correos. «Perfecto», pensamos, y les pedimos que lo manden a Beaver Creeck, la última ciudad de Canadá, por la que tenemos que pasar rumbo a Alaska. Es lunes: nos quedan cinco días para disfrutar del pata negra.

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Los primeros dos días la ruta sube y baja por pequeñas pendientes en torno a el Kluane National Park (la zona de glaciares que sobrevolamos con la avioneta) y de vez en cuando vemos al fondo montañas nevadas y valles alpinos. Sin embargo, lo que más vemos son abetos secos. Esta zona ha sufrido el ataque de un escarabajo que ha matado a la mayoría de los árboles. Desde nivel del asfalto vemos la desolación. Parece que hubiera habido un incendio.

Motero frente al bosque quemado

Otra cosa que vemos con relativa frecuencia son ciclistas. ¡Es la temporada! Diariamente nos pasan en dirección contraria al menos uno o dos grupos. Norma básica de cortesía cicloviajera, cuando vemos alguien echamos el freno y nos paramos a charlar. La mayoría van a sudamérica. Nos contamos mutuamente cómo es lo que nos queda por delante, algunas preguntas sobre el equipo o la organización diaria y con un apretón de manos seguimos cada uno en su dirección. Gracias a los otros ciclistas nos enteramos de las evoluciones de los las dos parejas de españoles que están en la misma carretera, aunque parece que nos hemos evitado.

Junto al lago Kluane

Según avanzamos cada vez hay menos asentamientos humanos y la carretera empeora, con muchos baches y desniveles. Esta es la zona que alcanza la temperatura más baja de Yukon en invierno (el record está en 66 gtados bajo cero) y parece que tienen problemas con el permafrost. El suelo está permanentemente cogelado por debajo de la carretera pero en verano una parte se deshiela. El asfalto se hunde y resquebraja y hay que arreglarlo constantemente.

Nosotros sorteamos los baches con más o menos destreza mientras admiramos las montañas y pensamos en el bocata que nos vamos a hacer en cuanto le echemos el guante al jamón. Sin embargo, avanzamos lentamente y el jueves nos damos cuenta de una terrible realidad: nos quedan 210 kms y la oficina de correos cierra el día siguente a las 5.

Nos ponemos las pilas subiendo y bajando microcuestas pero cuando son las 7 de la tarde solo hemos recorrido 90 kms. Nos frenamos en seco. Desde donde estamos podemos ver que bajando la cuesta está lloviendo a mares. Haciendo gala de un sentido común fuera de lo normal decidimos acampar y cenar secos, lo cual deja… 120 kms para el día siguiente.

De camino a la tormenta

Nos levantamos a las 7 de la mañana pensando que quizá el jamón no sea pata negra y que podemos pasar sin él. Todavía estamos discutiendo sobre el asunto cuando aparecen dos ciclistas que han dormido al otro lado de la cuesta. Nos cuentan que ellos salieron de Beaver Creeck a la 1 de la tarde y que seguro que nosotros llegamos más que de sobra. «Hoy tenéis un día fácil», nos dice el inglés antes de seguir en busca de un café.

Con la moral alta nos podemos a la tarea. Primer revés: la lluvia sigue exactamente donde la dejamos ayer, así que una vez bajamos la cuesta nos tenemos que poner el equipo de lluvia. A las 11.30 llevamos 60 kms y contentos con nuestro rendimiento paramos a comer algo en una pastelería en medio de la nada que llevan dos franceses. Los camareros son un poco secos pero los bollitos nos transportan al Midi. Cuando nos vamos les preguntamos cuanto nos queda… «Oh, al menos 100 kms» «¿Qué?» Ni de coña… No llegamos. Adiós jamón.

Descorazonados seguimos pedaleando, ahora ya con menos ganas. Además la lluvia se ha intensificado con lo que parecemos un par de patitos de goma. A las 2, sin esperanzas de coseguirlo, nos paramos a comer bajo el techado de un camping. El encargado que es más amable que los franceses, nos deja llamar a la oficina de correos para explcarle la situación.

Alicia: «Hola, soy Alicia Urrea y tenemos un paquete en lista de correos pero estamos en bici y no creo que lleguemos a tiempo de recogerlo. Había pensado que quizá podría dejarlo en la oficina de turismo»

Señora de correos: «Ummm… ¿en bici? Bueno, no lo puedo dejar en otro lado porque tenéis que firmar pero mañana tengo que venir a un torneo de beisbol… ¿Por qué no me llamas a casa a eso de las 8.30?» (y me da su número)

¡¡Vivan los canadienses!!

Ya más relajados pero completamente empapados seguimos camino de Beaver Creek. ¡Más vale que se hayan portado con la calidad del género! Cuando llegamos, a las 7 de la tarde, consideramos que nos hemos ganado un motel, así que preguntamos en la oficina de turismo donde nos redirigen a uno con microhondas en la habitación y vecinos gritones por 70 dólares.

Al dia siguiente… ¡¡El paquete!! Y ALELUYA!! Jamón de primera!! Gracias mamá, gracias papá! Que Dios os lo pague con unos nietos no ciclistas.

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Saboreamos el momento y seguimos unos cuantos kilómetros hasta la frontera donde nos hacemos el Bocata, así con mayúsculas, con su aceitito, su tomate restregado y su jamoncico por encima. Lástima de pan de molde.

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En Alaska

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Después de Canadá, Alaska es todo un anticlimax. Tenemos un pequeño shock cultural. Notamos el ambiernte mucho más agresivo aquí que en los territorios vecinos, con carteles de «No entrar» en medio del campo por doquier (aquí te pueden disparar si te pillan en propiedad privada), todo el mundo con sus armas de fuego a la vista –te las enseñan orgullosos por menos de nada–, y pegatinas en los coches y bares donde dan a entender su ideología política. La favorita es «OBAMA, one big mistake America».

Para rematar los 400 kms primeros kilómetros se hacen bastante monótonos, con prácticamente nada que ver. Desde allí, sin embargo, nos internamos en las montañas para coger la Denali Highway, una pista de tierra de 200 kilómetros de largo que tiene de Highway lo que yo de profesora de matemáticas. Han sido espectacularmente bonitos, eso sí.

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Hoy estamos en Cantwell, a 50 kms de la entrada del parque Denali, cuyo centro es el McKinley, el pico más alto de América del Norte. Allí pasaremos tres días intentando verlo y después a Anchorage. Así a lo bruto nos quedan unos 600 kms para llegar al final de este primer tramo, unos 8-10 días de bici. Es el momento de hacer balance y empezar a pensar en el siguiente tramo.

Por cierto, si alguien se anima, podéis mandarnos un paquetito a la lista de correos de Anchorage. Hasta el 4 de septiembre estamos abiertos a recibir. La dirección sería algo así como:

Alicia Urrea
c/o General Delivery
Anchorage, AK
USA

PD. Entre el 18 y el 2 de septiembre estaremos en Nueva York, en un viaje que nos ha surgido para ver a la familia de Alicia.

PD2. Aquí algunas fotos de estos días

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Este artículo fue publicado el 3/agosto/2010. Última actualización: 7/agosto/2020 dentro de la categoría 2010 y 2011 - Un año y pico en bici en Rodadas.net, una página web sobre cicloturismo y viajes en bicicleta mantenida por Álvaro Martín y Alicia Urrea.

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Comentarios Hay comentarios de 13 intrépidos

  1. ¡¡Espero que el jamoncito fuera del bueno!! ¡Jejejejeje!
    Ya empezaba yo a echar de menos vuestro diario de viaje 😀
    ¡¡Saludos!!

  2. jofegaber dice:

    Sois la leche….

    Jabugo for ever!!!!!

    Animo muchachos, y sobre todo felices minivacaciones en NY.

  3. joan dice:

    jabugo power!

    ya nos teniais preocupados…ánimos!

  4. Anónimo dice:

    Mucho ánimo chicos,

    y por cierto, enhorabuena por los libros!

    Besos desde Madrid.

  5. victor dice:

    Bufffff…que pasada de viaje chicos, a seguir disfrutando.

    Un abrazo

  6. Vane dice:

    Enhorabuena por esos productos de la tierra! Jajaja!
    Y por el próximo reencuentro familiar. 🙂
    Por aquí nos acordamos de vosotros, acabamos de volver de un viajecito patrocinado por la familia Merino.
    El próximo año todos juntos? 🙂
    Os mando las fotos.

    Un abrazooooo

  7. Jose dice:

    Un fuerte abrazo desde el lugar mas septentrional de la peninsula.

  8. Javier dice:

    Alvaro y Alicia … mucho ánimo para los dos. Enhorabuena por todo lo que estais consiguiendo y gracias por compartirlo con nosotros.

    Besos y abrazos desde «La Roja» (antiguamente conocida como «España»)

  9. Danna dice:

    Este finde el Movistar Street Tour está en GijÓn, yo no me lo pierdo, con el skate, las bicis… http://bit.ly/9TEdkC guapamente!!

  10. slow dice:

    Recuerdo un reportaje en el National Geografic sobre el rio Yukon, un rio, una tierra dura y dificil, naturaleza salvaje.

    Suerte y ser prudentes, en los confines de la nada a veces no hay nada

    Animo!!!!!

  11. Andrés Gómez dice:

    ¿que tal pareja de dos?????

    Veo que estais muy ocupados, eso es bueno. Veo que os lo pais bien, eso es mejor. Felicidades y a seguir así.
    Por cierto, no se si comunicarme con vosotros por este medio o por E-Mail, necesito comentaros unas cosillas importantes.
    Saludos
    Andrés

  12. Pepe_Jimenez dice:

    Me alegro mucho de que lo estéis pasando bien, aquí seguimos los demás expectantes a vuestros relatos.

    Cuidaros.

    Un saludo
    Pepe

  13. isa dice:

    Hola. Si que ha dado vueltassssssss ese jamon serrano, pero me alegro que lo disfrutarais, cuanto se echan de menos las cosas cuando no las tienes a mano.
    Bueno,creo que no me he presentado hasta ahora, soy isa, soy nueva en elforo y acabo de ver este pedazo de viaje que ya habeis comenzado.
    Muchas suerte y os seguire todo lo que pueda.
    saludos desde asturias.