Ya hemos vuelto a la civilización (o algo así). Ayer dormimos en el parque nacional del Hoge Veluwe (pronunciado en ruso de esteJogfeluj). Nos quedamos una noche más porque resulta que el museo de arte moderno que tienen en el centro no abría los lunes, y no me iba a ir de ahí sin ver a mi amor platónico: VAN GOGH!!! Tienen una buena colección, que incluye también unos cuantos Picassos y otras joyas.
Así que después de tres días en los bosques, en unos sitios estupendos, hoy nos hemos levantado temprano, para llegar a la zona norte, donde esperamos hacer canoa, en un parque natural que nos han recomendado. Se llama Werringen, y esta en plena zona de los polder, que son los sitios que han ganado al mar los grillaos estos. Así que, a las 7 ha sonado el móvil-despertador, y a las 8 nos hemos levantados, dispuestos a empezar el día con energía (o algo así). La primera parte ha sido un poco durilla, porque aunque no os lo creáis, la parte del parque tiene cuestas!!! No muy pronunciadas, es verdad, pero lo suficiente cuando se llevan unas alforjas sobresalientes.
Así que hemos puesto rumbo norte, a velocidad crucero, y hemos llegado sin prisa pero sin pausa a Deventer, que es una de las ciudades que fueron más ricas, cuando Holanda era importante (allá por el siglo XVI), pero que los turistas no conocen. La verdad es que ha sido una pasada. Todo el mundo se quedaba mirándonos, y algunos se atrevían a tocarme la bocina!! ejem! Los que hayáis visto la bici lo comprenderéis.
En fin, después de una frugal comida, hemos seguido con nuestro rumbo norte hacia Zwolle, lugar donde nos proponíamos dormir. Para cuando hemos llegado al camping que aparecía en el mapa, el cuenta marcaba 80 Km. Nuestros cuerpecillos ya no valían ni pa secar los platos. Los espejismos de cenas calientes y camas acogedoras se multiplicaban en cada árbol y cada tocón del camino. Pero el camping era un lugar realmente tenebroso (no puedo explicar como de tenebroso), así que hemos cogido las de Villadiego, y apuntado a otra ciudad a 26 Km. al norte, Meppel….. claro, que…. en tren… (en fin, no hay dignidad después de determinada distancia).