Rodadas. Una comunidad de cicloturismo y viajes en bicicleta
Volver arriba

Abrir un blog para contar un viaje, ¿sí o no?

Por Alicia Urrea


Estos días hemos hablado con varias personas de si es una buena idea llevar un blog cuando uno está de viaje o no. Hemos escuchado opiniones en contra, opiniones a favor y hemos reflexionado bastante sobre qué nos supuso a nosotros mantener nuestro blog en marcha mientras rodábamos por el mundo. Nuestra conclusión, por adelantado os la damos, es que aunque nos supuso trabajo y algunos sacrificios, mereció ampliamente la pena. Sin embargo no está de más pensar en qué implica el abrirse una página web antes de hacerlo:

Ventajas

  • Si tu viaje es largo, un blog es una forma estupenda de mantener el contacto con tu familia y amigos. Sabrán tu día a día, verán lo que tú ves y así cuando vuelvas no tendrás que ponerles al día de todo. Los que de verdad te conocen podrán leer entre líneas tu estado de ánimo y tu evolución personal.
  • Es todo un subidón recibir los comentarios, tanto de amigos como de gente que se entera de tu blog por ahí y te manda un empujón moral.
  • De la misma manera, un blog es una excelente carta de presentación tanto ante la gente que conozcas durante el viaje (por ejemplo, si estás pidiendo alojamiento a un Warmshowers o al amigo de un amigo) como a gente a la que quieras vender tu historia como por ejemplo periodistas o patrocinadores.
  • Escribir lo que estás viviendo es un ejercicio que te ayuda a reflexionar sobre ello y a sacarle mucho más el jugo. Describir lo que ves, cómo te sientes ante ello, intentar poner en palabras lo que has vivido y recordar los detalles… Todo te ayuda a comprender y digerir mejor tu experiencia.
  • Cuando vuelves, releer lo que has escrito es un pequeño placer que te permite revivir lo que has pasado.
  •  Y finalmente para algunos (entre los que nos incluímos), contar historias es una necesidad vital, tan importante casi como respirar, aunque no le interese a nadie.

Tomando notas en la biblioteca

Inconvenientes

Crear un blog supone adquirir algunos compromisos:

  • El de actualizar el blog. ¡Y es mucho trabajo! Encontrar un cibercafé allá donde vayas, escribir los textos, reducir las fotos para poder subirlas, corregirlo todo para eliminar las faltas de ortografía y publicar el resultado final puede ser un trabajo que se lleve muchas horas en tus ratos de descanso. Incluso si planteas actualizar sólo una vez al mes, al final, puede que pases un par de días trabajando en el ordenador.
  • El compromiso de hacer las cosas de una manera determinada. No para todo el mundo esto es verdad, pero sí que es cierto que una vez que has anunciado que vas a hacer algo a los cuatro vientos, el viaje pierde cierta flexibilidad. Quizá dijiste que harías tu ruta en 10 días, o que visitarías todos los pueblos la región X, o cualquier otra cosa; pero quizá sobre el terreno te des cuenta de que a tu proyecto le faltaba algo, o que quizá te llena más quedarte en un pueblo chino a aprender kungfu durante dos meses, que seguir un tiempo determinado.
  • Por último, Christian, un ciclista que sale en breve hacia Suramérica con su familia, y que evidentemente no tiene blog, nos hace notar que cuando uno viaja y tiene un blog siempre está pensando qué poner en él y por tanto nunca está completamente en el viaje. No se relaja y deja que el viaje le atrape y le meta en lo que está viviendo. En sus propias palabras «si escribes un blog siempre llevas una parte de Europa contigo». Sin llegar a este extremo sí que es verdad que el tratar de estar constantemente conectado para actualizar el blog, el twitter o cualquier otro alter-ego digital puede llegar a ser una barrera entre el mundo y tú. Puedes llegar a estar más preocupado de contar el viaje que de vivir el viaje mismo. Y entonces, ¿cuál es el punto de viajar?
Álvaro tratando de leer el correo en un hotel en China

Álvaro tratando de leer el correo en un hotel en China

Primer paso: por qué quieres contar tu viaje

Si decides hacer un blog lo primero que tienes que hacer es preguntarte para qué lo qusieres: ¿lo escribirías aunque nadie lo fuera a leer? ¿Quieres hacerlo para ayudar a que otros repitan tu ruta? ¿Lo quieres para mantener a tu familia al tanto de tus andanzas? ¿Quieres simplemente poner en palabras lo que vas a vivir?

Esto te ayudará a encontrar el tono que vas a dar a los artículos (o posts) que publiques en tu bitácora:

  • Si quieres documentar tu ruta para que otros la puedan repetir, entonces intentarás dar cuantos más detalles mejor de tu recorrido, meter los tracks de GPS, o describir las partes más difíciles y las más placenteras, indicar en qué sitios no hay agua, o explicitar qué día son las fiestas de tal pueblo por el que pasaste.
  • Si quieres comunicarte con tu gente entonces piensa en qué cosas les contarías mientras os coméis juntos una paella. ¿Hablarías de las cosas que estás viendo? ¿Les contarías una anécdota curiosa? ¿Les dirías cómo te sientes? Elige un miembro de tu familia y cuéntale, sin intentar hacer literatura y sin intentar abarcar absolutamente todos los detalles, lo que más te está impactando de lo que estás viviendo.
  • Finalmente si lo tuyo es un experimento literario/fotográfico/artístico… ¡Diviértete, explora, inspirate mirando muchas bitácoras diferentes y después prueba cosas nuevas!

Segundo: elige dónde abrirlo

Una vez tengas esto claro, busca en qué servicio abrir tu bitácora/blog. Estas son algunas de las posibilidades gratuitas (hay muchas más):

  • WordPress es un sistema de creación de blogs con mucha solera. Es fácil de configurar y funciona muy bien en cualquier parte del mundo. Personalmente nos gusta bastante (Rodadas utiliza la tecnología de WordPress) porque es muy flexible, pero en la versión hospedada tiene la desventaja de incorporar anuncios. Laura y Aitor, por ejemplo, usan WordPress
  • Blogger es la plataforma de blogs de Google y existe desde hace todavía algo más de tiempo que WordPress. También es bastante buen servicio, sobre todo desde que se incorporaron las últimas novedades. Por ejemplo Jorge Bicibirloque usa blogger
  • Webly es un poco diferente a los anteriores porque se trata de un servicio que permite crear todo tipo de webs, no sólo blogs. Con esto en mente, webly es también un servicio gratuito y bastante pontente. Por ejemplo, la web de Salva Rodríguez está hecha en Webly
  • Rodadas tiene desde mayo de 2012 un apartado para que si quieres cuentes tus viajes en bici. Para cada viaje pedimos que rellenes una ficha y después existe la posibilidad de meter un diario con fotos. Puedes ver algunos de los diarios aquí.

Decidirse por una u otra será cuestión de probar algunas de ellas y ver qué tan cómodas te resultan, o cómo de intuitivas crees que son. Eso sí, si piensas viajar a países donde internet está censurada (como China o Vietnam) ten en cuenta que quizá haya periodos en los que no te funcionen.

Algunos errores a evitar

  • No crees un blog diferente para cada viaje que hagas. Nuestra recomendación es que, a no ser que sean grandes viajes que duren años, crees una sola página donde cuentes todos tus viajes. Puedes después organizar cada una de las rutas a través de las «Páginas», «Categorías» o «Etiquetas». Si os interesa el tema, dejadnos un comentario y ampliamos sobre el tema.
  • No hagas promesas. No digas que publicaréis tal día, o que vais a tuitear cada poco. Este tipo de promesas suelen generar estrés, tanto en uno mismo, que se pasa el rato buscando wifis, como en la familia que esperaba que escribieras y que se preocupa al no recibir noticias.

En conclusión

Empezábamos diciendo que mantener un blog durante el viaje (y en nuestro caso ya van dos experiencias largas) es algo bastante costoso y cansado, pero que ha merecido la pena.

Visto desde fuera, nos gusta que cada vez haya más historias de viajes en bicicleta. Que haya mucha gente diferente que las cuente para que los demás sepamos que es posible ir a China en bici, viajar en bici con un niño, recorrer nuestra provincia con una discapacidad o acampar siendo una mujer sola. Es importante que estas historias se conozcan y que sean abundantes, para que los demás tengamos espejos en los que mirarnos y nos atrevamos a intentarlo.

Sin embargo, si es tu primera experiencia viajando con la bici quizá sea una buena idea hacer algunos experimentos previos y salir sin pensar en cómo vas a contarlo después. Simplemente vive la ruta y disfruta de ella. Una vez hayas probado a viajar, si sientes la necesidad de contarlo, abre un blog. ¡No te arrepentirás!

Este artículo fue publicado el 31/octubre/2012. Última actualización: 11/abril/2021 dentro de la categoría Apps y otras utilidades en Rodadas.net, una página web sobre cicloturismo y viajes en bicicleta mantenida por Álvaro Martín y Alicia Urrea.

El artículo está sujeto a una licencia Creative Commons 3.0. Es decir, puedes distribuirlo y adaptarlo SIEMPRE que nos cites (más concretamente, cites al autor y enlaces a la dirección permanente del artículo); no lo uses con fines comerciales o en publicaciones comerciales; y el resultado de tu trabajo también esté bajo una licencia de Creative Commons

Siempre puedes volver encontrar este artículo en: https://www.rodadas.net/guia-cicloturismo/utilidades/abrir-un-blog-para-contar-un-viaje-si-o-no/

Comentarios Hay comentarios de 9 intrépidos

  1. Sambinomio dice:

    Muy buen artículo.

    Siempre que voy en bici siento el deseo de compartir con los que no han podido acompañarme todas esas cosas fascinantes que veo y que vivo… pero es cierto que el ansia de reportaje absorbe tiempo y aleja un poco de la esencia del viaje,
    Vuestros consejos me parecen acertados para encontrar un buen equilibrio entre el «vivirlo» y el «contarlo».

    Saludos.

  2. Fer dice:

    Pues si y no. Joer, parezco gallego. El hecho de ir narrando lo que vas viviendo y lo que te va aconteciendo, ademas de tener la posibilidad de día a día tener contacto con tu familia, amigos…Contacto que ademas te puede ir muy bien en caso de necesitar algún consejo, realizar algún trámite, saber si tu sobrino se ha recuperado de las anginas….umm….no se. Si viajas sol@ indudablemente es algo estupendo, te sientes muy acompañado…,
    El problema es que no se desconecta. Y para mi eso es esencial, porque si no, no tengo la sensación de que estoy viajando. Otra cosa es llevar un diario, que ademas puedes ilustrar y que ocupa y pesa muy poco.
    Supongo que depende del planteamiento del viaje que se haga y que alguna vez estará bien hacerlo y otras es mejor «perderse» una buena temporada sin dar explicaciones a nadie, lo que es desaparecer del mapa vamos, me entendeis verdad?

  3. Juan dice:

    De todos los cicloviajes que hago me gusta hacer la crónica correspondiente y subirla al blog, eso si lo hago cuando lo he terminado. Durante el mismo voy tomando notas y haciendo fotos, y una vez en casa con tranquilidad voy enlazando las fotos con las notas y al final el resultado es algo parecido a una crónica más o menos documentada de dichas rutas.

  4. Yo soy de los de blog SÍ.

    Pero creo que, si es un blog para divertirnos, compartir la experiencia, sin más finalidad que informar y mantener el contacto se puede llevar con el único compromiso de escribirlo cuando de verdad nos apetece. No creo que tener un blog nos esclavice tanto. Lo que sí es fundamental, como decís, tener claro para qué lo hacemos. Lo que enlaza con lo siguiente:

    Otra cosa es si se aspira a tener cientos de seguidores, convertirnos en referencia de algo, o ir más allá de que el blog sea una «bitácora de viajes» pública… en ese caso sí que es necesario todo lo que indicáis, aparte de ser original, variado, dinámico, certero, etc, etc… Y eso sí que puede ser un esfuerzo y una complicación, porque las conexiones (como muestra Álvaro en esa foto) no siempre son fáciles…

    Pero sí, Blog sí. Y cuando un amigo o conocido se me va de viaje de esos de varios meses y no monta un blog, me da rabia. Es una forma de viajar desde nuestro ordenador.

  5. bizibidaia dice:

    Ieeeeeeep,
    nosotros preferimos hacer fotos y tomar notas durante el viaje y contar al regreso, pero claro, es nuestra opinión que nunca hemos hecho un viaje largo. Imaginamos que cuando estás mucho tiempo fuera de casa las necesidades de comunicación son distintas. Además viajamos con niños, con lo que eso de pasar tiempo buscando güifis o redactando algo coherente y cosas así son lujos que no nos podemos permitir, pues viajando en familia lo importante es compartir todo el tiempo con los niños.

  6. Vicent dice:

    Pues yo soy de los de blog en general… aunque luego va y me cuesta mucho mantenerlo al día. Pero… ummm.. el problema es cuando el blog va mas allá de tus viajes en bici… hay un poco de todo… Hay que organizarse mucho para no marear al personal.

    Un blog sólo para viajes… pues estaría bien… sólo que al final uno acaba abriendo varios blog y la cosa aún se hace más agobiante a la hora de mantener.

    De todas maneras… especialmente soy de los de escribir en un cuaderno, sólo que luego, raras veces me tomo el tiempo de transcribirlo y el cuaderno al final acaba en algún cajón de los de «de-sastre» de verdad. Por eso, trato de subir las cosas directamente al blog, especialmente porque se que despues… va a estar difícil la cosa.

  7. Carles dice:

    Pues yo la verdad, hice un viaje muy bonito en bici por Canadá. Fueron 5 meses. Iba con blog y web como si fuese a dar la vuelta al mundo. Ahora me arrepiento de mi ingenuidad y a veces mi planteamiento inicial del viaje me produce vergüenza ajena. Aún y así, comparto lo que decís de la necesidad de contar las vivencias escribiendo, fotografiando y grabando.

    En mi caso he decidido que si vuelvo a hacer un largo viaje en bici lo haré sin blog. Para desconectar del todo. Creo que cuanto más desconectados estamos de las tecnologías más conectados estamos con nosotros mismos y, sobretodo, con nuestro alrededor. Recuerdo pedalear pensando: «esto lo tengo que poner en el blog». Proyectándome siempre en el futuro y en el qué dirán los de casa y amigos y demás. Si hay añoranza qué mejor que una llamada telefónica a tiempo para saludar? O una carta escrita, como se hacía antes. No es mucho más romántico? Estamos enganchados, cada vez más sumidos en la tecnocracia. Admito que las tecnologías facilitan la vida pero, en lo que nos concierne, ¿vamos a pedalear para nosotros o para los demás? No hay un poco de «minuto de gloria» en nuestros viajes? No hay un poco de narcisismo y de querer ser mediáticos?

    Me temo que el blog es muy bonito e interesante pero esclaviza un montón (lo he vivido en cibercafés y bibliotecas y no pienso llevar nunca un portátil en bici a menos que sea por trabajo). Es más, ahora que voy lanzado diré que con el blog se deja de vivir el momento. En mi caso pasé un año ahorrando e imaginando el viaje sin vivir el momento: todo planes. Durante el viaje me enganché a mi blog: la gente pedía más aventuras y yo se las servía en bandeja cada vez que podía actualizar los contenidos. A veces tuve la sensación de que si no transcribía mi diario o no subía mis fotos y videos al blog, mi viaje era como si no existiese. Por qué todo tiene que quedar documentado por escrito y con imágenes? Por qué esta obsesión? Podemos mirar hacia dentro y descubriremos que todo es más sencillo. Me encanta escribir y hacer fotos de naturaleza y de gentes de todo el mundo, es algo inherente en mí, pero luego no quiero atarme al blog. ¡Qué contradicción la mía!

    Alguna vez, en vez del observador me gustaría ser el observado y aparecer en un blog tan bonito de estos junto a un gran cicloturista, abrazados. Cualquier día que un cicloturista se cruce en mi camino y, compartiendo un tramo del camino pedaleando juntos, hablemos de la vida. Luego yo le enseñaría algún rincón local que no aparece en la Lonely (un gran roble, una cascada especial, una cueva…) fuera del mapa de carreteras, y entonces haríamos unas risas, un fuerte abrazo y ala, al blog! Me gustaría reconocerme a mí mismo como a una de estas gentes amables y simpáticas en su día a día que uno se encuentra en estos viajes maravillosos que te cambian la vida.

    En fin, gracias a todos por esta web tan completa y elaborada. Si salgo de viaje de nuevo no habrá blog y, tal vez, tampoco cuentaquilómetros (otro estrés, incluso más que el blog). Escribir el diario, hacer fotos, alguna toma de vídeo y, eso sí, a la vuelta a darle la chapa a todo el mundo con la aventura jejeje Tal vez lo mejor sea dejarlo reposar todo un tiempo y luego escribir un libro!

  8. Koro Gabiola dice:

    La verdad es que siempre lo hago, llevo ya muchos años escribiendo un blog y me encanta. Ahora estamos preparando un viaje a EEUU en bicicleta y también he creado un blog para ello, para contar la experiencia, para que otros puedan mirar y ver cúanto sale, recomendaciones, si merece la pena.. Y como no, para hacer de diario para uno mismo, ¡me encanta leer las cosas que hacía hace un año por ejemplo! 😉

    Eso si, hay una recomendación ahí que por lo que veo me la estoy saltando.. jeje.. No crear un blog nuevo para cada viaje.. ups.. lo estoy haciendo. La proxima vez le daré dos vueltas 😉

    Muy buena página, la consultaré sin duda

  9. Jotaefe.Bici dice:

    Felicidades por vuestro artículo, vuestras recomendaciones son dignas de agradecer y me orientan para un futuro viaje/blog que quiero realizar desde Santiago de la Ribera (Mar Menor-Murcia) hasta Santiago de Compostela, siguiendo la ruta del Sureste, aunque originariamente se inicia desde Cartagena, realicé la promesa de comenzarla desde una estatua del Apóstol Santiago que existe en esa población ribereña del Mar Menor, para peregrinar agradeciendo al Señor que ha ayudado a mi esposa a superar una grave enfermedad.
    Un fuerte abrazo para vosotros y todos los amigos que colaboran y os leen en vuestro sitio web. marzo, 2013. Jotaefe.Bici, Murcia.