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Pasar la ITV a tu bici

Por Alicia Urrea

Aunque algunas averías cuando estamos de viaje se producen por “traumatismos” de varias clases (meter la bici en aviones, autobuses y camionetas como principales responsables con los desmayos de la bici cuando uno está atándose el zapato como segundo culpable) la mayoría de las lesiones que han sufrido nuestras monturas en estos años que llevamos viajando con ellas han sido más bien por desgaste: un tornillo que se suelta con el traqueteo y nos da un disgusto o una cadena que no engrana bien y hace que los cambios salten continuamente. De cambiar piezas periódicamente es difícil que nadie nos libre, pero con los cuidados adecuados podemos extender la vida de los componentes muy considerablemente. Hoy os contamos qué revisiones hay que hacerle a la bici periódicamente cuando uno está de viaje para minimizar, en lo posible, los disgustos.

Antes del viaje

Una buena idea es darle un repaso a la bicicleta antes de llevarla de viaje. Hay tiendas que tienen este servicio de puesta a punto por un precio económico. En nuestros viajes más largos lo hemos usado sobre todo para que nos pusieran a punto las ruedas, ajustando bien los radios y demás. Si decidís hacerlo en casa os recomendamos que:

1. Comprobéis que las ruedas están en buen estado:

  • las cubiertas no tienen grietas ni bultos.
  • la rueda está centrada. Es decir, que no se bambolea. cuando gira. En este vídeo podéis ver qué aspecto tiene una rueda mal centrada.
  • no hay ningún radio suelto. Es decir, pasas la mano por encima de los radios y no hay ninguno que esté muy blando. Se nota en seguida cuando está muy suelto y necesita atención.
  • El día que salgáis tenéis que comprobar que las ruedas están bien hinchadas. El hinchado recomendado para cada neumático está escrito en el lateral del mismo, normalmente en dos medidas, en bares y PSI. Una rueda poco hinchada hará que se deteriore rápidamente la cubierta y os expondrá a pinchazos. Una rueda demasiado hinchada puede dar lugar a reventones.

2. Repaséis que los cambios funcionan correctamente. Si vais a meter la bici en un avión o en un autobús es posible que se desajusten un poco, pero no está de más que reviséis que los cambios funcionan bien antes de salir. Las tres averías más frecuentes por desgaste del sistema de transmisión tradicional es que la cadena esté muy estirada, los cables de transmisión estén rotos o oxidados, y que los platos o piñones estén excesivamente desgastados. Para evitar mucha frustración es mejor que reviséis que estas piezas están en orden antes de salir:

  • Hay medidores de cadena que comprueban si ésta está demasiado estirada o no. Si no tenéis la herramienta en cualquier tienda de bici os la prestarán para que veáis insitu si hay que cambiar o no. Sino, podéis medir con un calibre. Se encajan 10 eslabones dentro del calibre y se comprueba que la extensión no supera los 132.6 mm. En este artículo de MountainBike.es lo explican muy bien. Si os habéis pasado mucho de frenada es posible que se hayan desgastado también platos y piñones y haya que cambiar todo el sistema de transmisión. Álvaro lo explicaba en este artículo.
  • Para el tema de los cables, no está de más que desencajéis la funda y la mováis, engrasándola un poco para aseguraros de que el cable funciona bien. La mayor parte de problemas de cambios se solucionan cambiando cables, no digo más.
  • Finalmente es interesante darle una buena limpieza a la transmisión con un cepillito. Nosotros usamos durante mucho tiempo uno de cedras de estos de la ropa y para las piezas pequeñas el destornillador. Se trata de sacar todo el barro y grasa encajados en ruedecitas y entre los platos y piñones.

3. Y que los frenos están en perfecto orden de revista. En concreto sería bueno mirar que las zapatas no están desgastadas y que están bien alineadas con la llanta. Es decir, que no rozan con el neumático. Para comprobar si las zapatas están bien tenéis que fijaros en las hendiduras horizontales que tienen. Si todavía son visibles, podéis tirar con ellas.

4. Finalmente no está de más repasar que todos los tornillos tienen buena tensión. En particular los de los accesorios de la bici: guardabarros, portabidones y trasportines, que son los tienden a soltarse con el traqueteo con más facilidad.

Durante el viaje

Hacerle un repaso periódico a la bici no debería llevar más de 10-15 minutos cada dos o tres días.  Son momentos especialmente buenos para hacerlo esos en los que uno se queda fuera esperando mientras el otro entra en el supermercado a hacer la compra o a la oficina de turismo a pedir información. Si uno es metódico sobre todo con la limpieza de la cadena, la vida de los componentes se puede alargar muchísimo y habrá muchos menos desajustes.

Una vez al mes
  • Limpiar un poco más a fondo la transmisión
  • Comprobar el estado de las zapatas de freno (cada menos si vas por sitios con mucho barro, lluvia o muchas bajadas)
  • Si los cambios no van muy bien, medir la cadena
Durante el viaje, cada semana
  • Repasar los tornillos de todas las piezas móviles
  • Hinchar las ruedas
Durante el viaje cada dos o tres días
  • Pegarle una limpieza rápida a la cadena. Básicamente limpiar con un trapo y después hacerle un engrase ligero. ¡Atención! ¡No cuánta más grasa le echéis mejor funciona! Como todo en la vida esto es una cuestión de equilibrio. Demasiado aceite y se pegará a la cadena todo el polvo y tierra del mundo. Demasiado poco y podréis cantar la milonga famosa.

Averías frecuentes

Hasta hace poco tuvimos abierta en Rodadas una encuesta sobre cuáles eran las averías más frecuentes que la gente había tenido en sus viajes. Para que os hagáis una idea, estas son las respuestas más habituales:

Cantidad Porcentaje
Pinchazos a tutiplén (más de uno o dos por viaje) 102 15.91%
Radios 69 10.76%
Cadena 54 8.42%
Cubiertas 45 7.02%
Cambios tradicionales crónicamente desajustados 43 6.71%
Trasportines 38 5.93%
Piñones y desviador trasero 30 4.68%
Llantas 27 4.21%
Pata de cabra 26 4.06%
Ejes de las ruedas 25 3.90%

 

En general, las averías más frecuentes son las relacionadas con las ruedas (46% de las respuestas), seguidas por las que afectan a la transmisión (platos, piñones, cadena y sistema de cambio) con un 26% de las respuestas y a los accesorios, el 16%. En concreto, parece que los trasportines y las patas de cabra tienen tendencia a fastidiarse en los viajes.

Este artículo fue publicado el 5/marzo/2012. Última actualización: 7/agosto/2020 dentro de la categoría Mecánica en Rodadas.net, una página web sobre cicloturismo y viajes en bicicleta mantenida por Álvaro Martín y Alicia Urrea.

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Siempre puedes volver encontrar este artículo en: https://www.rodadas.net/guia-cicloturismo/mecanica-guia-cicloturismo/pasar-la-itv-a-tu-bici/

Comentarios Hay comentarios de 3 intrépidos

  1. Luis dice:

    Curioso artículo, especialmente la estadística. En mi caso se cumple, la rueda es lo único que me ha fallado en un viaje; se me partió el flanco de la llanta trasera.

  2. xixonman dice:

    ¡Ya me parecía a mi que tenía algún tornillo flojo!
    Quiero poner vuestra foto con esa frase como en plan humorístico en la web de Asturies ConBici, salvo que vosotros le veais algún inconveniente……por eso os mando éste email…..

    Saludos y me contais…..