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Es el momento especial del día. El que me hace disfrutar tanto de viajar en bici. El que añoro cuando estoy en casa. La primera claridad del día me despierta, pero remoloneo un poco en la cama. Poco a poco la conciencia aterriza en mi cabeza y empiezo a percibir cómo se mueve la tela de la tienda con la suave brisa, el olor del saco y de Ali a mi lado. Con cuidado me visto con la ropa del día anterior que dejé colocada en un lugar estratégico. Me pongo también un forro polar extra porque hace frío fuera.

Salgo de la tienda y todavía hay algo de humedad en el ambiente, el sol se tamiza a través de la vegetación. Los mosquitos todavía no se han despertado, el viento tampoco. El rocío hace que todo huela a hierba y a tierra mojada. Ali comienza a desperezarse al otro lado de la fina tela que nos ha protegido de los insectos esa noche. Con cuidado, cojo la bolsa de la comida de dentro del doble techo. El hornillo está a su lado medio desmontado, me lo llevo también. Me alejo un poco para evitar que cualquier chispa de la cocina pueda llegar a la tienda.

Nada más abrir la bolsa de los desayunos el olor a café lo impregna todo. Ahora comienza el balet. El reto personal de cada mañana, no hacer ningún movimiento más de los estrictamente necesarios. Conseguir el desayuno perfecto, el más eficiente.

Enciendo el hornillo, que empieza a chisporrotear alegremente. El olor a gasolina que despide al precalentarlo está inconscientemente asociado a la comida, nos despierta los jugos gástricos. Mientras se calienta el agua del café (llenar una cacerola con agua y una cucharada y media de café molido, hervir una vez, dejar reposar y hervir otra vez) preparo las gachas de avena. El sol comienza a ascender y se empieza a notar cómo calienta. Las nubes cambian sus tonos rojizos por un blanco intenso. Los primeros abejorros se desperezan. En el agua echo un plátano cortado en rodajas, pipas de girasol, uvas pasas, una cucharada y media de azucar y una pizca de sal. Nada más terminar el café comienza a hervir. Sustituyo la cacerola del café en el hornillo por la del agua con el plátano y demás. El café reposa tapado con un plato de plástico mientras se calienta el agua de las gachas. Oígo cómo Ali se mueve dentro de la tienda. Al poco tiempo el agua de las gachas comienza a hervir. Ahora le toca la segunda cocción al café. En el agua caliente de las gachas echo cinco puñados de copos de avena y una pizca de canela. Remuevo hasta que todo se convierte en una especie de pasta. Cuando el café vuelve a hervir Ali acaba de salir de la tienda.

Hora de desayunar. El momento ha pasado. Hasta mañana.

Desayuno con vistas

Este artículo fue publicado el 9/agosto/2011. Última actualización: 7/agosto/2020 dentro de la categoría 2010 y 2011 - Un año y pico en bici en Rodadas.net, una página web sobre cicloturismo y viajes en bicicleta mantenida por Álvaro Martín y Alicia Urrea.

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Comentarios Hay comentarios de 25 intrépidos

  1. bluetomate dice:

    Muy bonito.Me gusta este post

  2. jamepin dice:

    Precioso, Álvaro! Ay, esos momentos…

  3. alfredof dice:

    Llevo tiempo siguiendo vuestra aventura y vuestra web pero nunca os había escrito.
    Para mi muchos días esa sensación, que tambien has descrito con la preparación de vuestro desayuno, yo la tengo leyendo mnuchos de vuestros post, y también esos días que te encuentras en mitad del monte disfrutando de una puesta de sol, de un rato de tranquilidad sin ruidos, sin prisas solo esperando a que pase el tiempo.
    Muchas gracias por ayudarnos a muchos de nosotros a sentir lo que un viaje como el que estais realizado transmite.

    Un saludo

  4. Sebs dice:

    hmm, te ha faltado un puntito de valentía para dar al relato el toque romántico que en realidad querías que tuviese. Ánimo, y díselo delante de todos!

  5. Ivana dice:

    Que nos haces extrañar taaaaanto viajar y esos y tantod otros momentos !!

  6. Hakuna - Fer dice:

    Ni siquiera se imaginan la envidia que les tengo, 🙂 cada vez que pienso en el cicloturismo vuela mi imaginación a ese momento cuando despierto en el bosque.. Saliendo de mi casa, Despeinado y todavía con un ojo medio cerrado, Estirandome como gato los brazos y piernas.. Un Abrazo Amigos. somos muchos los que estamos al pendiente de sus crónicas, no nos hagan esperar Tanto.

  7. nosinmibici dice:

    Qué envidia levantarse con ese paisaje!!! y qué recuerdos, exactamente el mismo ritual!

  8. Yuki dice:

    Joder Avo, qué bien escribes 😮
    Estoy flipando. Y encima escuchando a Fleet Foxes de fondo, tras haber visto recientemente «Up», y leer: «empiezo a percibir cómo se mueve la tela de la tienda con la suave brisa, el olor del saco y de Ali a mi lado»… me entran ganas de llorar!

  9. Andres Gomez dice:

    Bueno, bueno….
    Ese tipo de poesia tan prosaica y tan realista ya no está por inventar. Comenzó Ali con sus frescuras poéticas, pero la culminación la ha hecho Avo. Realmente es que ha tenido una buena maestra.
    No se si con mis 54 tacos me veré alguna vez, en mi ya corta vida venidera, en una situación como la que describis. Pero de entrada ya me doy por conforme con estar viviendola en vuestros fantasticos relatos.
    Cada etapa, cada fragmento, cada relato son para mí un buen suspiro de vida y de disfrute.

    Saludos
    Andrés

    • Avo dice:

      Hola Andrés,
      muchas gracias por tus palabras. Situaciones como estas están a 30 minutos de tu casa. A nosotros nos costó un poquillo tomarle el gusto a acampar (sobre todo a hacer acampada libre) pero luego es la mejor parte del viaje.

      De todas maneras recuerda que tenemos pendiente vernos a nuestro regreso. Si necesitas un Virgilio para el particular (que no creo), aquí me tienes.

      Un abrazo!

  10. taffer dice:

    Genial ! Y por si las palabras fueran poco la foto acaba de rematarlo !

  11. Narendra dice:

    Ummm…vaya, vaya.

    Al principio de leer lo qué me he preguntado es quién escribía. Siempre al leer imagino que es Alicia la que escribe… Pero esta vez he empezado a leer y ya me daba la sensación que no, ¿quién era? Alvaro.

    Bueno se acerca España. los Pirineos, la Sierra de Guadarrama (creo) y Madrid. Supongo que todo eso explica la belleza de la escritura.

    ¿qué nos espera hasta que veáis la Puerta del Sol?

    Aquí, el tema está que echa humo y no sé si de «infiernillo» …tenemos que seguir la lucha, eso si, pacífica, cuanto más pacífica mejor.

    Seguimos mi mujer y yo a rueda…aprendiendo de vosotros.

    Un abrazo hoy desde Sevilla

  12. goboafan dice:

    Muy buenas pareja,y en este caso especialmente a Alvaro,ya que he notado una aficion comun,la de guiarse por el olfato… y es que no hay nada mejor que oler la propia libertad reflejada en pequeñas cosas,saludos y a seguir ese viaje con un par de….narices claro ;D

  13. Antonio dice:

    No sé quien es más afortunado: Ali por que la quieras, o tú por que te quiere, y te acompaña por esos caminos.

    Sea como fuere, tus escritos transmiten una ternura que ya la quisiera sentir mucha gente. Entre ellos, yo.

    Disfruta, compañero, y grábate todos los recuerdos. Algún día los evocarás y te aparecerá una sonrisa. Y ojalá que sea de complicidad con tu chica cuando se lo comentes.

    Buen viaje a ambos, y que Dios os guíe. 🙂

  14. Jason dice:

    Buenos días a los dos. Me ha encantado este post. Has sabido describir perfectamente ese despertar cuando uno va de acampada. El olor a tierra húmeda, a rocío, que cada vez que lo huelo por aquí me traslado en el tiempo a mis momentos de vacaciones en plena naturaleza… El olor a café en las mañanas frías, que tanto se agradece.

    Es el sabor de la libertad.

    Y es un placer saber de vosotros. Me dais mucha envidia (de la sana 😉 )

    Un abrazo muy fuerte desde Madrid.

  15. lluistrell dice:

    Pues que sean muchísimos despertares, muchos soles nacientes, toneladas de café molido…y esa primera sonrisa cómplice de la mañana que te hagan sentir que hay cosas que sí valen la pena y que hay alguien especial para tí tras esos pelos de loca!!
    Aquí no hay quien duerma, es la fiesta mayor y suena a todo volumen «It´s raining men», mañana toca currar,pero la vida es bella.

  16. zerep dice:

    joer valla sitio para acampar menuda foto
    queenvidiamadao.

    chaoo

  17. luisesunico dice:

    Hola pareja,

    La primera hora de la mañana despierta las sensaciones más sutiles. La humedad y la luz transforman el ambiente. Si es en buena compañia, en el campo y con un desayuno apetitoso… Disfrutar intensamente la cola de la estela de vuestro viaje.

    Abrazos ¡¡¡

  18. isa dice:

    Hola. Que crónica más chula, y que bonita sensación. Saludos.

  19. Davicete dice:

    Enhorabuena por la crónica, inspirais la imaginación y aumentais las ganas de poder hacer algo parecido a lo que estais realizando con vuestras fotos, comentarios e impresiones. Con estos calores nos refrescais el dia, seguid así y ánimo…

    Un saludo

  20. jofegaber dice:

    Una verdadera delicatessen, apañeros, una verdadera delicatessen…

    Un abrazo

  21. Vicent dice:

    Sencillamente, envidio esa forma de madrugar… yo remoloneo hasta la hartura y es defícil ycasi insólito que yo me desesperece antes de que el sol borre el rocío y el vientecillo barra las perlas de la madrugada…

    Os admiro… hasta en esto.
    Saludos