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En las estribaciones de los Himalayas

Por Alicia Urrea

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«Las montañas son altas y el emperador está lejos».
— Proverbio yunnanés

Kunming,  la capital de Yunnan nos ha servido para recuperar nuestros cuerpos y prepararlos para las siguientes etapas pero también ha alimentado nuestra sed de carretera y naturaleza. La perspectiva no puede ser mejor, nos dirigimos hacia una de las zonas que hemos esperado con más ilusión en todo el viaje: la subida a la meseta tibetana. Como a nuestra visa de un mes no le quedan demasiados días y el camino hacia Shangri-La (donde tenemos previsto renovarla) es largo decidimos, para que no nos pille el toro, tomar un autobús hasta la ciudad de Dalí, a unos 400 kms de distancia.

ACTUALIZACIÓN: Antes de salir de ShangriLa hemos conseguido subir alguna foto más!

¿Pero no estaba el Tíbet cerrado a extranjeros? os preguntaréis. La respuesta es que sí. Según nos dicen los límites de la provincia (el TAR, Tibetan Autonomous Region) están muy vigilados y todos los extranjeros que han intentado entrar en los últimos meses han sido devueltos en los controles de la frontera. Sin embargo el Tíbet, geográfica y demográficamente, se extiende fuera de la zona de exclusión china. Una de sus regiones, el Kham, se reparte entre las provincias de Yunnan y Sichuan y ahí es a donde dirigimos nuestras ruedas.

Para llegar allí tenemos que subir a la la meseta tibetana, que está por encima de los 3500 metros de altura. En Dalí, donde reiniciamos el pedaleo, estamos solo a 1700 m así que nos apretamos los machos y ponemos el plato pequeño. ¡¡Vamos para arriba!!

Nada más  bajar del autobús vemos que la arquitectura ha cambiado bastante. Casas blancas con detalles en azul y tejados puntiagudos. También empezamos a ver más Naxis que antes y todavía algunos musulmanes. Nuestra idea preconcebida era que China era un país cultural y religiosamente muy homogéneo a excepción de algunas regiones como la tibetana, pero cada vez nos damos cuenta de que en realidad es todo lo contrario. En estos días hemos pasado por pueblos con mezquitas verdes y mujeres con hijab (dónde a Álvaro, con su barba y su pelo oscuro, le saludaban con un sonoro «Salam Aleikum») y por otros de minorías Naxis o H’Mong. Los distinguimos claramente porque cada grupo luce a diario orgullosamente sus coloridos tocados y vestidos tradicionales.

Dalí es una ciudad agradable aunque muy turística. Por todos los rincones vemos a chinos de clase media y alta con enormes cámaras último modelo retratando la ciudad y de vez en cuando ¡a nosotros! A veces se nos acercan y posan a nuestro lado como si fuésemos grandes amigos. Está tan lejos de nuestra cultura que nos hace gracia y cuando nos sacan fotos no paramos de poner caras graciosas y hacer la V de la victoria como si fuésemos japoneses.

Cuando nos decidimos a salir la previsión anuncia lluvias y mal tiempo para toda la semana, pero tenemos suerte y en los dos días siguientes no nos llueve más de cinco minutos seguidos. Vamos de camino a otra de las ciudades históricas de la región: Lijiang. Cuando nuestra carretera muere en un cruce miramos hacia arriba (un tiempo espléndido), luego a la subida de quince kilómetros para llegar a Lijiang a nuestra derecha; y al frente a la larga bajada hasta el valle del río Jinsha. A lo lejos, por encima del río apuntan montañas nevadas. Decidimos que ya hemos tenido suficientes ciudades y turistas y nos lanzamos valle abajo. Nos acercamos a una de las zonas que hemos subrayado en nuestro mapa, una pequeña travesura geológica: la garganta del Salto del Tigre.

La Garganta del Salto del Tigre

Durante 20 kms, las paredes de las montañas se cierran sobre el río. Entre el agua color chocolate y los picos de la sierra de Haba hay más de 3900 metros de diferencia. Los muros de piedra son tan verticales que mirarlos mucho tiempo seguido marea. Los 20 kms de carretera nos hacen sentir diminutos y a la vez serenos. Como en el poema, llevamos la frente limpia y el corazón ancho.

La salida de la garganta nos regala más paisajes espectaculares y todavía buen tiempo. Hasta llegar a Shangri-La tenemos tres etapas y cinco puertos de montaña, cada vez ascendiendo algo más de lo que bajamos. Al segundo día sobrepasamos por primera vez en Asia los 4000 metros y subimos por encima de la línea de nieve. Estamos en un cuento de Navidad.

Al tercer día llegamos a Shangri-La. En los últimos 20 kms antes de la ciudad asistimos un cambio radical en el paisaje, la fauna y la arquitectura. Aparecen los primeros yaks y de pronto desaparece la arquitectura Naxi y aparecen las casas tibetanas. Inmensas estructuras de gruesas paredes hechas de barro y pintadas de blanco. Las ventanas y los frontones están decorados con pinturas de colores. En los campos vemos mujeres vestidas de azul con gorros fucsias y en pequeños altares junto a la carretera ondean banderas de oración naranjas, verdes, azules y amarillas. Los humanos ponen todo el color que le empieza a faltar al paisaje que a 3500 metros sobre el nivel del mar ya no tiene casi vegetación.

Shangri-La

Shangri-La

En los cuatro días que hemos pasado aquí hemos hecho algo de turismo (en Shangri-La se encuentra el mayor monasterio budista después del de Lasha), comido la primera pizza de verdad en bastante tiempo (Dios, como hecho de menos el sabor del queso), y conseguido extender nuestra visa en menos de una hora, lo cual es todo un triunfo (en Kunming a Mike, que viene en bici desde Canadá, le llevó cuatro días).

También hemos aprovechado para preparar las siguientes etapas que van a tener tela marinera. En los próximos diez días tenemos intención de subir al menos cinco puertos de montaña más, hasta llegar casi a los 5000 metros de altitud.

Como podéis imaginar, estaremos algo lejos de la mano de Dios, así que en nuestra ausencia, no rompáis nada y disfrutad mucho de la primavera.

Algunas fotos

Os dejamos con algunas fotos de los días que llevamos en China, desde la frontera hasta ShangriLa. La conexión es un poco mala asi que no hemos podido subirlas todas 🙁 Que las disfrutéis!

Un restaurante

Este artículo fue publicado el 3/abril/2011. Última actualización: 1/abril/2021 dentro de la categoría 2010 y 2011 - Un año y pico en bici en Rodadas.net, una página web sobre cicloturismo y viajes en bicicleta mantenida por Álvaro Martín y Alicia Urrea.

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Comentarios Hay comentarios de 11 intrépidos

  1. David Torres dice:

    Lo contáis como si fuese fácil llegar a esas alturas!
    Muchos ánimos por esas tierras místicas.

  2. cedila dice:

    Yo sólo puedo decir que espero con ansia el libro (o los libros) que habréis de publicar a vuestra vuelta. Ya sé que hay montones de libros de viajes, y muchos de viajes en bicicleta, pero de verdad, escribís con un estilo tan claro y ameno que hace que leer vuestras crónicas nos deje siempre con muchas ganas de seguir leyendo. Escribáis lo que escribáis, siempre nos sabe a poco. Y por cierto que esta última crónica está pero que muy currada.

    Y las fotos… una pasada. La que habéis puesto en portada, con ese colorido, ese contraste y esa nitidez… parece que casi se puede respirar el aire fresco y puro. Y esa luz… Y el viñeteado de la imagen hace que parezca que contemplamos a través de un espejo mágico el lejano y exótico país al que todos soñamos viajar algún día.

    Cuidaos mucho y vivid intensamente.

  3. Mustarós dice:

    ¡Ánimo y mucho coraje!.

  4. Narendra dice:

    Muy bueno lo del Tibet. Mientra leo vuestro diario me estoy acordando de la última idea de los chinos: hacer jamón serrano estilo de Trevélez (Granada) en China. Digo yo qué es lo que no se les ocurrirá a los chinos.
    Y son capacez: lo estoy imaginando jamón serrano curado en las planicies del Tibet, que a la altura que está se tienen que curar de vicio.

    En fin, ánimo en vuestra ruta y seremos buenos con la web, procuraremos no estropear nada ahora que estamos huérfanos en rodadas, huérfanos cibernéticos.

    Por cierto, me alegro que el trato que os dan los chinos sea mejor que el dispensado por los vietnamitas.

    Un abrazo de Ignacio

  5. Mara dice:

    Que puedo decir cuando leo esto? Primero que la manera de describir el viaje,hace que me desplace mentalmente y me veo haciendo ese viaje. Luego pienso, pobre de mi que por recorrer algunos Kms. en la Península ya me creo una super woman. Mientras siga leyendo vuestras crónicas, seguiré ilusionándome y pensando que algún día yo haré un viaje interesante.
    Animo y un saludo.

  6. Eduardo dice:

    Hola chicos

    Veo que estan disfrutando mucho del viaje. Sigan adelante con su sueño
    Saludos desde Lima Peru
    Eduardo

  7. Antonio dice:

    Las fotos: Maravillosas.

    Todavía me estoy riendo con la cara de Alvaro y la señal de tráfico del camión «pisa-bicis» ¡Jajajajaja! ¡Es genial!

    ¡Buena ruta y buena vuelta!

  8. Anónimo dice:

    Hola chicos, que maravilaaaaaaaa. que envidia. Os recibiremos
    con una GRAN TORTILLA DE PATATA Y TABLAS DE EMBUTIDOS IBERICOS, para cuando vengais.
    Buen viaje y buena suerte.

  9. Anónimo dice:

    Hola otra vez. Muchas gracias por estas fotos tan preciosas y por este viaje,que por momentos me haceis desconectar ohhhhhhhhhhhhhhh que bonito. Saludos. isa.

  10. YELMO dice:

    maravilloso, gracias por llevarnos en bici hasta allí.

    suerte y un fuerte abrazo para los dos.

    pedro.

  11. Zaida dice:

    nihao!ayyyy…que me vuelvo para alla mismo con vosotros!que bonito es Yunnan! y que mal conducen!!meyou-meyou! cuidaos y disfrutad de esas barbacoitas nocturnas y la Tsing-Tao!animo masters del pedal!