Bancos que no cambian dinero

banco. (Del fr. ant. bank, y este del germ. *banki)
La palabra banco deriva del vocablo germánico bank, que significa asiento. Al parecer, el llamar bancos a las instituciones financieras proviene del hecho de que, primitivamente, quienes se dedicaban al cambio de monedas se reunían en lugares destinados a ese fin, a donde acudían los interesados y se sentaban en bancos alrededor de una mesa. (Hispanista)

Para terminar la semana una pequeña disgresión. Como saben ustedes, Rodadas es un espacio de intercambio de ideas y esperamos, de encuentro, para gente a la que le gusta no solo darle al pedal, sino hacerlo de una manera un poco diferente: con ganas de aprender. Los que aquí escriben son unos apasionados de las iniciativas que unen personas fuera y dentro de Internet. Por eso queremos cerrar esta semana presentándoles dos de esas ideas: dos bancos que permiten intercambiar algo mucho más valioso que el dinero: tiempo y conocimientos

Banco de conocimientos

El Banco del Conocimiento es un punto de intercambio con ofertas y demandas en el que se depositan experiencias e ideas en la mente de los demás contribuyentes para que estos las hagan crecer con sus propios ritmos. Las temáticas son tan variadas como lo quieran los participantes. Por ejemplo en su sección de ofertas puedes encontrar preguntas acerca de técnicas de relajación, cómo hacer un fanzine o montar un servidor web.

Los intercambios mejor puntuados se imparten en mercados presenciales del conocimiento. El de 2008 está ocurriendo ahora (3,4 y 5 de abril) en Barcelona. Como ellos cuentan «la idea es montar un evento con consultorías, teoría para llevar, manuales audiovisuales y demos en directo, con la vocación de compartir información, experiencias y herramientas útiles orientadas a lograr más autonomía en la vida cotidiana y aprovechar recursos en común.»

Bancos de tiempo

Según Wikipedia un banco de tiempo es un sistema de intercambio de servicios por tiempo. En él la unidad de intercambio no es el dinero sino una medida de tiempo. Su objetivo es fomentar las relaciones sociales y la igualdad entre distintos estratos económicos.

En resumen, la idea es que si yo sé mucho de plantas, puedo ofrecerme a la comunidad. Cuando alguien solicita mis servicios, por cada hora que se los preste recibiré un cheque que luego puedo intercambiar con otra persona del banco. Por ejemplo, puedo pedir una hora de un peluquero o de alguien que me enseñe a elegir los mejores productos cuando voy a la frutería.

Un poco el sistema de intercambio de favores que es la base de la vida comunitaria de los pueblos pero adaptado a la vida moderna.

Bancos del tiempo hay muchos. En España el pionero fue el banco de San Javier, en Murcia, pero ahora hay multitud en muchos puntos de España e incluso empresas que han visto en estas iniciativas sociales una oportunidad de negocio. Uno al que tengo especial cariño es el banco del tiempo de Carbanchel Alto (mi barrio) en Madrid.

¡Qué tengan un fin de semana lleno de experiencias compartidas!