Después de leer, a toda leche, eso sí, el documento de conbizi, he estado cavilando un rato y cuesta creer que en un país como éste, con el potencial turístico que tiene (de naturaleza y cultural) y sus consiguientes infraestructuras, a ninguna mente ilustre del ramo se le haya ocurrido explotar el cicloturismo como fuente de ingresos. Me ha llamado la atención eso de que en Suiza y aledaños se han dado cuenta de que " la bici salva la temporada baja del esquí", y por eso la cuidan casi tanto como la nieve.
Sí que he visto algunas empresas pequeñitas, catalanas la mayoría, que se dedican a ésto, pero son la excepción. Y las infraaestructuras no parecen ayudarles, aunque es posible dadas sus dimensiones y filosofía, que ni lo deseen.
El caso es que aquí se ha pensado, creo, que era El Sol quien tenía que hacer todo el trabajo; y que bastaba con sembrar ladrillos a mansalva para garantizar el negocio. Éste modelo, que ha servido durante muchos años, parece haber entrado en crisis, por lo que habría que buscar alternativas.
Habrá gente que piense que un incremento de la oferta de servicios turísticos perjudique al cicloturismo (viendo el Mediterráneo es para temblar) pero es contradictorio pedir mejores comunicaciones, por ferrocarril, por ejemplo, y luego pensar que sólo van a estar diponibles para una selecta minoría, en la que, por supuesto, nos incluímos. Todas las mejoras del servicio público comportan una democratización del mismo, pero también un incremento de la demanda. ¿ También masificación y exceso de presión ?
Perdón por el rollo,y por salirme por la tangente del hilo...
( ¡ El daño que hace estar ocioso...! )