Rodadas. Una comunidad de cicloturismo y viajes en bicicleta
Volver arriba

TOUR DE L'ARIÈGE (Crónica)

&tarr; PUBLICIDAD (lo que paga la factura)

  1. Este verano nos planteamos las vacaciones como el año pasado: una semanita de travesía a pie (en este caso fue en los Pirineos, la "Ruta dels Estanys amagats", a caballo entre Catalunya y Andorra) y una semanita en bici. El destino para ir en bici nos salió, como tantas otras veces, al encuentro. Kim acudió a una feria de turismo en Vic donde había un stand de la comarca del Ariège que le llamó la atención. Vio las posibilidades de la región y entre esto, que nos encanta Francia y que quedaba muy cerca de la ruta que íbamos a hacer a pie, aquella misma noche ya habíamos elegido destino. A partir de entonces comenzó la etapa de investigar (¡cómo disfruto en invierno con estas cosas!). En internet encontré la página web de la comarca, que como casi todas las páginas web de turismo francesas, tiene una sección de cicloturismo. Pero además encontré otra página donde se hablaba detalladamente de una travesía circular para conocer la región en seis etapas: el "Tour de l'Ariège" ¡Era perfecto! Ya sólo nos quedaba partir las etapas a nuestro gusto, de modo que terminaran en lugares interesantes (Mirepoix y Le Mas d'Azil estaban en nuestra agenda desde hacía tiempo) y con alojamientos buenos, bonitos y baratos.


     

    Una vez decididos los objetivos, el segundo paso fue el de siempre: diseñar la camiseta (detalles como el de diseñar una camiseta cada verano pueden parecer tontos, pero nos hacen mucha ilusión). Cuando tenemos la camiseta en nuestras manos sabemos que ya no hay marcha atrás...


    La primera parte de las vacaciones fue espectacular, con un tiempo maravilloso y unos paisajes... ¡guau, qué paisajes! Tras finalizar la última etapa de la travesía a pie y recuperar el coche, nos desplazamos a Age, al lado de Puigcerdà, donde lo primero que hicimos fue hacer el cambio de equipajes: de mochilas a alforjas, de pantalones cortos a culottes, de botas de montaña a zapatillas de bici. Vamos, que montamos un follón en la habitación...


    Las últimas cinco noches las habíamos pasado en refugios de montaña, y para el día de descanso queríamos un lugar cómodo pero sin perder la tranquilidad de la que habíamos disfrutado hasta entonces. Y todo eso lo encontramos en Cal Marrufès, una antigua masía rehabilitada para el turismo rural, que ha sabido mantener con mucho gusto el carácter de masía. No sólo es preciosa por fuera, las habitaciones están muy bien y las zonas comunes son muy acogedoras, sino que además disponen de un impecable cuarto exclusivo para guardar bicis. Y para colmo nos permitieron guardar el coche en el parking privado durante todos los días de ruta. Sin duda, un lugar muy recomendable, a buen precio teniendo en cuenta lo que ofrece (60 euros la habitación doble, desayuno incluído).



    Tras una reparadora noche, lo único que teníamos que hacer al día siguiente era desplazarnos en tren a Ax-les-Thermes, así que tuvimos toda la mañana libre para visitar los baños termales de Llo, ya en Francia. Nuestras espaldas agradecieron mucho el masaje, tras días de soportar el peso de las mochilas.


    De vuelta a Cal Marrufés nos vestimos de ciclistas e hicimos la foto oficial de inicio de ruta.


    Comenzamos a pedalear hacia Latour de Carol, donde teníamos que coger el tren. Lo hicimos por una estrechísima carreterita que ya conocíamos de años atrás. Por aquí el paso de la frontera sólo queda marcado por un antiguo mojón de piedra.


    Al llegar a la estación el cielo se había cubierto de nubarrones sospechosos, uyuyuyuyuyyyyyyyyy...


    En una hora más o menos nos plantamos en Ax-les-Thermes, donde continuaban los nubarrones. Pero no nos preocupaban, ya que los pronósticos para el día siguiente eran buenos. La Chambre d'hôtes que habíamos reservado, Les Cascatelles (65 euros la habitación doble, desayuno incluído), no estaba en el mismo pueblo sino que había que subir un par de kilómetros. Se trataba de un precioso chateau...


    ...con unas vistas inmejorables de Ax-les-Thermes.


    Tras cenar un generosísimo plato de espaguetis en el pueblo (íbamos a necesitar toda esa energía en la primera etapa), volvimos a nuestros "aposentos" donde dormimos como reyes.

    ETAPA 1: AX-LES-THERMES / FOUGAX ET BARRINEUF (76,17 Km y 1757 m de desnivel acumulado)


    Dormimos como reyes... y desayunamos como reyes, guau... Sin entretenernos más comenzamos nuestro viaje, el Tour de l'Ariège. Y lo empezamos a lo bestia: subiendo un puertaco, el de Pailheres, 18 kilómetros y unos 1200 m de desnivel. Los primeros eran suaves, se subían muy bien, y el entorno acompañaba. ¡Esto es pan comido! pensaba yo...


    Pero poco a poco la cosa se fue empinando...¡Y de qué manera!



    Los últimos siete kilómetros tenían una pendiente que rondaba el 9 %, y eso lo iban notando las piernas.


    Coronamos cansados pero muy contentos, el primer puertacon estaba en la butxaca.


    Tras eso vino la bajada más espectacular de todo el viaje: ¡qué montañas!


    ¡Qué curvas!


    ¡Qué velocidad!


    A lo tonto se había hecho ya hora de comer, así que paramos en un restaurante de Mijanès. Aún nos quedaban unos cuantos kilómetros de bajada, pero ya eran más suaves y menos espectaculares. Pero todo seguía siendo precioso, como lo fue el paso por el Chateaux d'Usson.


    Desembocamos en la carretera de las Gorges de l'Aude, pero la abandonamos enseguida, tal y como nos lo indicaba la ruta que estábamos siguiendo, el "Tour de l'Ariège". Este tramo, por ser tan estrecho, tan solitario, tan bonito, fue la mayor sorpresa de esa etapa. Dudo que nunca coincidan por ahí dos coches en dirección contraria, pero si lo hacen...



    Las subidas y bajadas se sucedían, y los kilómetros comenzaban a pesar en nuestras piernas. En Espézel sabíamos que había un bar-restaurante, así que paramos a tomar un reconfortante café. El dueño era amante del ciclismo (lo pillamos viendo la etapa del Tour), pero que le interrumpieran dos ciclistas no le sentó muy bien, jajaja. Nos sirvió a desgana y con cara de pocos amigos y nos cobró 5,60 euros por dos birrias de café. Pero bueno, ya estábamos en el Plateau de Sault, quedaba lo más fácil y estábamos de buen ánimo, así que ese buen señor nos hizo gracia y todo. Nosotros seguimos a lo nuestro, pedalear tranquilamente.


    Al llegar al Col de la Croix des Morts todo lo que nos quedaba era descenso.


    Así que casi sin enterarnos atravesamos Bélesta, pasamos por Fontestorbes (una curiosísima surgencia de agua intermitente) y llegamos a nuestro destino: Fougax-et-Barrineuf. Allí habíamos reservado una tienda inuit en el Camping Les Buis (viajamos sin tienda ni saco), pero al llegar nos encontramos con una sorpresa: días antes había llovido mucho y se les había inundado, así que por el mismo precio (35 euros) nos alojaron en una preciosa yourte (cuya tarifa era 65 euros). ¡Tenía hasta calefacción!, que, por cierto, nos vino genial para secar la ropa.



    Esa noche, mientras cenábamos en el camping (muy bien, por cierto) comenzó a llover. ¡Qué gustito nos dio volver a nuestra acogedora yourte y qué bien dormimos! Además, los pronósticos para el día siguiente eran buenos, así que...

    ETAPA 2: FOUGAX-ET-BARRINEUF / MIREPOIX (66,87 Km y 596 m de desnivel acumulado)


    Al día siguiente la ruta volvía a comenzar subiendo, en este caso el Col de Montségur. Es un puerto bonito y asequible y la temperatura fresca animaba al pedaleo.



    El castillo de Montségur, que ya visitamos cuando hicimos la "Ruta de los Castillos Cátaros", estaba ante nosotros, allí en lo alto, pero no lo veíamos por la niebla. Al llegar al Col por fin pudimos intuirlo allí arriba.


    Tras un empinado descenso llegamos a Lavelanet, donde teníamos intención de alejarnos de la ruta oficial. El "Tour de l'Ariège" está concebido para bici de carretera, y por eso no sale del asfalto. Pero mientras nos documentábamos para este viaje vimos que existía una vía verde con muy buena pinta entre Lavelanet y Mirepoix, nuestro destino: la Vía Verde de los Pirineos Cátaros o de los Hilanderos. No nos lo pensamos dos veces y fuimos a por ella.


    Se trata de una vía verde muy bien señalizada y acondicionada (como siempre en Francia, por otra parte).


    Los túneles están muy bien iluminados.


    Y el trazado es precioso: muy llano pero engañoso, ya que no permite correr mucho por él. El cambio del asfalto al camino de tierra nos sentó muy bien.


    De todos modos, también nos salimos durante un rato de la vía verde, ya que en el mapa vimos allí al lado un lago que podía cruzarse en bici y nos permitiría enlazar de nuevo con la vía verde. Nos hacia gracia echarle un vistazo así que en San Colombe sur l'Hers, donde paramos a comer, cogimos la carreterita que nos conduciría al lago de Montbel.


    Eso sí, la aproximación al lago no fue tan sencilla, tuvimos que seguir un divertido caminito esquivando raíces.


    Pero llegamos a nuestro objetivo, el Lago de Montbel que pudimos cruzar por una cómoda pista.


    De vuelta en la vía verde, mientras atravesábamos un bonito puente de hierro, coincidimos con una especie de quedada cicloturista de lo más variopinta: bicis tuneadas por doquier.


    ¿Por qué las llamarán vías verdes?


    Nuestro próximo objetivo era el bonito pueblo de Camon. Ya faltaba poco para llegar...


    ¡Allí estaba!


    Así que salimos de la vía verde para hacer una visitilla.


    Unos pocos kilómetros más por la vía verde y...


    ¡Llegamos a Mirepoix!


    Teníamos muchas ganas de llegar a este pueblo. Habíamos oído hablar de él como un pueblo medieval precioso, y después de ver fotos no tuvimos ninguna duda: una de las etapas terminaría allí para tener tiempo de visitarlo y disfrutarlo.



    Ese ambiente bohemio y acogedor me encantó. Creo que esta foto lo refleja muy bien.


    Nos alojamos en el Hotel Les Minotiers (66 euros la habitación doble, desayuno incluído). Céntrico y funcional aunque, sin duda, con el peor desayuno de toda la ruta.

    ETAPA 3: MIREPOIX / LE MAS D'AZIL (87,19 Km y 576 m de desnivel acumulado)


    Comenzamos la etapa más larga pero, en principio, la más sencilla por la falta de desnivel. Sin embargo se nos hizo dura por el intenso calor y porque ninguno de los dos estábamos demasiado finos, algo que habíamos comido la víspera nos había sentado mal. Pero bueno, nos lo tomamos con calma y ya está. Para despedirnos del precioso pueblo volvimos a dar una vuelta por el centro, pero esta vez sobre las bicis.


    La ruta, como os he dicho, era sencilla, con suaves desniveles y unos paisajes agrícolas de lo más relajante.



    El calor comenzaba a apretar y aprovechábamos cualquier fuente para hacer una paradita y refrescarnos.


    Las carreteras continuaban siendo estrechas y sin tráfico, una constante en toda la vuelta.


    Lo que no fue una constante fue el calor, pero ese día, buffffff, ¡cómo nos brillaba la piel con el sudor!


    Íbamos pasando por pueblos, y nos llamó especialmente la atención St. Martin d'Oydes, con una preciosa iglesia y las casas rodeándola en círculo. Una potxolada.


    Pero por más que buscábamos ninguno de esos pueblos tenía ni un bar ni una tiendecita donde comprar un refresco, nos teníamos que conformar con beber el agua hirviendo de nuestros bidones, madre mía, qué calor...


    Peeeero, entonces llegamos a Le Fossat. Nunca olvidaré este pueblo, ese oasis en forma de terraza donde poder tomar una cocacola de las grandes y unos cacahuetes, ¡buaaaahhhh, pocos placeres como ése!


    Esa cocacola nos dio nuevos bríos para enfrentarnos a la última parte de la ruta, que escondía pequeñas trampas en forma de cuestas pronunciadas...


    ... Y asfalto derritiéndose por el calor.


    Fue el día que más ilusión me hizo llegar a nuestro destino: Le Mas d'Azil. Sabíamos que este pueblo era famoso por unas enormes cuevas prehistóricas, con la curiosidad de que la propia carretera las atraviesa. Por eso nos hacía mucha ilusión pedalear por allí. Pero el caso es que el propio pueblo también me encantó. Tan cuidado, tan acogedor, tan bonito...


    Y con ese alojamiento tan maravilloso: Le Lezard Vert (sabía que con ese nombre, la sargantana verda, o lo que es lo mismo, la lagartija verde, tenía que gustarme, jejeje). Una casa impecablemente restaurada, con mucho gusto, moderna y acogedora pero manteniendo su autenticidad, y con ese jardín... ¡Qué delicia! Fue el alojamiento más caro de todo el viaje (75 euros, desayuno incluído), pero os aseguro que mereció la pena, como podéis ver en estas fotos de nuestra sala de estar y el jardín.



    Antes de que anocheciera fuimos a recorrer a pie las cuevas. Al día siguiente las atravesaríamos con nuestras bicis, pero estábamos impacientes por verlas. Una auténtica pasada. Nos quedamos con las ganas de hacer la visita guiada, pero los horarios no nos lo permitieron.



    ETAPA 4: LE MAS D'AZIL / SEIX (53,98 Km y 738 m de desnivel acumulado)


    Esta etapa fue bastante diferente a la "ruta oficial". La primera parte la variamos por consejo de Hedwig, la señora de la casa rural. Al enterarse de por dónde teníamos intención de ir nos dijo que era bonito, pero que había una carretera aún más guapa. No tuvimos ninguna duda en seguir su consejo. Y durante la segunda parte de la ruta debíamos subir otro puertaco (volvíamos a acercarnos a los Pirineos), pero ante el calor y el cansancio de la etapa anterior decidimos suavizar el trazado.Comenzamos atravesando la cueva, ¡menudo túnel natural!


    Al otro lado nos esperaban más lugares encantadores...


    Pero como os he explicado, enseguida nos desviamos de la ruta oficial para coger una carretera aún más tranquila.


    Íbamos subiendo y subiendo, y eso nos permitió tener unas panorámicas fabulosas de los Pirineos, a los que poco a poco nos íbamos acercando. Efectivamente, había sido un gran acierto seguir los consejos de nuestra anfitriona (moltes gràcies, Hedwig ).


    Resultó ser una carreterita exigente, con repechones aquí y allí, pero tan bonita... Basta un par de fotos para que lo comprobéis.



    Llegamos a St. Lizier acalorados y con un hambre...


    Hambre que no tardamos en saciar, ya que en la misma plaza de la iglesia encontramos un lugar encantador para comer.


    Dejamos las bicis al sol, y cuando volvimos a por ellas... ¡mirad la escalofriante cifra que marcaba mi termómetro!


    Ese sofocante calor sólo invitaba a una siesta a la sombra...


    ... Y un remojón en la fuente.


    Entonces sí, entonces nos vimos con ánimo para dar una vuelta por la bonita ciudad.



    Y seguir pedaleando hacia St. Girons, a la cual llegamos en cuatro pedaladas.


    A partir de aquí es cuando habíamos decidido olvidarnos del puerto (ya lo subiremos en otra ocasión) y llegar a nuestro destino siguiendo el valle del río Salat, en ascenso continuo pero muy suave. Creo que con ese calor fue una decisión acertada. De esta forma la llegada a Seix fue muy agradable.


    Seix resultó ser otro coqueto pueblo atravesado por el río Salat.



    Pueblo en el que no podía faltar la peluquería (por lo que hemos comprobado, en Francia en cuanto hay una acumulación de tres casas, abren una peluquería, jajaja).


    Nos alojamos en L'Auberge d'Haut Salat, muy céntrico, en una espaciosa habitación (61,70 euros la habitación, desayuno incluído). Recomendable.Esa noche nos dormimos enseguida. La etapa no había sido dura, pero el intenso calor nos había dejado cansados. Al día siguiente volvería la montaña.

    ETAPA 5: SEIX / AUZAT (57,67 Km y 1698 m de desnivel acumulado)


    Con el día tan azul que había sido el anterior, no nos esperábamos que amaneciera un día tan gris. Teníamos la esperanza de que fuera despejando a lo largo de la mañana, así que comenzamos a pedalear con una sensación de frescor que se agradecía después del calor tórrido del día anterior.


    La etapa era corta pero intensa, así que nos la tomamos con calma: a las primeras de cambio nos paramos en una terraza a tomarnos un café, en Le Trein d'Ustou.


    Comenzamos a subir el primer puerto del día: el Col de Latrape y no, no parecía que fuera a despejar...


    A ritmo tranquilo (había que guardar fuerzas) lo subimos sin grandes dificultades.


    Tras un rápido descenso llegamos a Aulus-Les-Bains.


    A este pueblo se le conoce como la estación termal del colesterol, pero la comilona que nos pegamos nosotros no era precisamente de las que bajan el colesterol, jajaja.


    Justo al salir del pueblo comenzamos la subida fuerte del día, el Col d'Agnes: 10 Km al 8,2 % de pendiente media que se hacen muy largos.


    Se hace exigente desde el principio, pero al menos aún veíamos algo de paisaje...


    Porque lo que es después... 


    Después la niebla empezó a envolvernos. Ya no había forma de mitigar la dureza del puerto entreteniéndose con las vistas, ya que bastante teníamos con vernos el uno al otro.¡Qué rabia! Había visto imágenes preciosas de ese puerto, y allí nos teníais, sin enterarnos de nada, catxis...


    Y no sólo eso, hacía un fresquete... 24 horas después de que el termómetro marcara 51 grados, se habían invertido los guarismos, brrrrr.


    Coronamos el puerto y paramos lo justo para hacer una fotillo que dejara constancia de nuestro paso por allí.


    El descenso fue húmedo y frío. Sin poder hacer la visita al Lago de Lers (según el GPS lo teníamos a 10 metros, pero no se veía nada) comenzamos de nuevo a subir el último puerto de la jornada, el Col de l'Hers.


    La bajada tuvimos que hacerla con prudencia: muchas curvas + pendiente pronunciada + humedad = peligro. ¡Cómo desgastamos las zapatas ese día!


    Afortunadamente la niebla se despejó en pocos kilómetros y pudimos disfrutar al menos de la parte baja del puerto.


    A partir de allí todo fue sencillo hasta llegar a Auzat, donde nos alojamos. Habíamos reservado una habitación en las Villas d'Onost.


    En cuanto vi la casa me recordó otra muy cinematográfica, ¿sabéis cuál?¡La casa de Psicosis! (a las pruebas me remito).


    Se lo comenté a Kim y me pasé toda la noche dándole la tabarra con el ñiñiñiñiñi de la escena de la ducha, jajajajaja. La verdad es que la casa estaba genial (lástima que no hiciera tiempo como para aprovechar la estupenda piscina). El precio: 50 euros la habitación, desayuno incluído, muy bien. 

    El pueblo pertenece a lo que llaman en Francia "villages fleuris", no hace falta que os explique porqué, ¿verdad?


    No pudimos elegir el lugar donde cenar, porque sólo había uno abierto, en una terraza junto al río, pero ¡qué bien cenamos! Tras un día desapacible fue una gozada acabar así.

    ETAPA 6: AUZAT / AX-LES-THERMES (67,42 Km y 1206 m de desnivel acumulado)


    El desayuno con el resto de los huéspedes fue estupendo, todo muy casero. 


    Con un último ñiñiñiñiñiñi nos despedimos del pueblo.La primera parte de la etapa no fue muy relevante: nos dejamos caer por la carretera que, sin ningún esfuerzo, nos llevó hasta Tarascon-sur-Ariège. Pocos días antes había pasado por allí el Tour de Francia, y el recuerdo estaba por todas partes.


    Paramos a tomar un café en una terraza con vistas al Donjon (la torre del homenaje). 


    Pocos kilómetros después nos desviamos hacia la Route des Corniches, una forma mucho más bonita y tranquila (y más dura) de cerrar el círculo del Tour de l'Ariège sin pasar por la nacional.


    ¿Y a qué viene ahora este crucifijo? Simplemente nos llamó mucho la atención, en toda la región, la gran abundancia de crucifijos que se ven en los pueblos, y quería dejar constancia.


    La Route des Corniches comienza con una subidita pequeña (4 Km) pero matona (8,5 % de pendiente media), el pas de Soulombrié. 


    Una vez arriba la carretera va manteniendo más o menos la altitud, pero con continuos sube-baja. 


    Comenzábamos a tener hambre, así que íbamos buscando en cada pueblo por el que pasábamos un lugar donde comer... ¡no había nada! Cuando yo ya estaba a punto de la pájara apareció ante nosotros la Ferme Auberge de la Corniche... ¡Qué comida más rica! Ese hallazgo fue toda una bendición.


    El pueblo en el que la encontramos, Axiat, tiene una bonita iglesia románica.


    Y el pueblo que está justo después, Lordat, un bonito castillo.


    Tan sólo nos quedaba una dificultad para terminar el Tour de l'Ariège: el Col de Marmare.


    Esos doce kilómetros con una pendiente muy mantenida en torno al 5% eran pan comido, comparado con otros puertos anteriores. Eso hizo que disfrutáramos un montón con la subida, por una carretera nuevamente muy estrecha y sin tráfico. Una gozada.


    Pero al acercarnos a los 1200 metros de altitud volvió a aparecer la niebla. El entorno se volvió nuevamente fantasmagórico. La verdad es que tenía su encanto...


    Coronamos el Col de Marmare sin mayores problemas...


    Pero aún tuvimos que subir un pelín más, ya que el Col de Marmare enlaza con el de Chioula, que está un poco más arriba. Ahora sí, ya habíamos terminado las dificultades montañosas.


    Poco después de comenzar la bajada la niebla comenzó a disiparse, y ante nosotros, allá abajo, apareció Ax-les-Thermes, fin del viaje, ohhhhhhhh.


    Esa noche nos volvimoa a alojar en Les Cascatelles, como el primer día, sólo que en esta ocasión nos reservaron la mejor suite del castillo... Una forma estupenda de despedirnos del Ariège.


    El día siguiente había mercado en Ax-les-Thermes. Mientras tomábamos un café haciendo tiempo para que saliera nuestro tren de regreso, comenzamos a oír una musiquilla de lo más francesa. Enseguida apareció a nuestro lado una banda de música de Saint Tropez. Bonita manera de despedirnos de Francia, espero que no por mucho tiempo.


    Dejamos atrás un Ax-les-Thermes gris, y nos recibió al otro lado de la frontera un Puigcerdà totalmente soleado, ¡qué gusto! Disfrutamos de una estupenda comida junto al lago...


    ...Que terminamos con un delicioso café, mmmmmm, ¡cómo echaba de menos un buen café! Porque mira que me gusta Francia, pero su café... su café es un aguachirri imbebible, pero ya se sabe... Nobody's perfect!


    En fin, que nuevamente hemos vuelto encantados de Francia. El Ariège tiene una merecida fama de bonito en el mundillo ciclista, pero básicamente por sus puertos. Y claro que son bonitos, pero el Ariège es mucho más que eso, el Ariège es paisajes variados, pueblos encantadores, castillos cátaros, vías verdes, historia, flores... En definitiva, una región encantadora que os recomiendo sin duda.

    ¡Bici, bizi, vici!
    Publicado hace 11 años #
  2. Guauuuuuuuuuuuuuu y requeteguauuuuuuuuuuuu Sargan y  Kim !!!!! 

    Siempre es un lujo y una maravilla leer vuestras crónicas !!!!  
    Me han encanto las fotos y lo de dormir en esa yourte.......molaaaaaaaaaa!!!!  

    Enhorabuena x el viaje !!!!

    "Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar."
    Publicado hace 11 años #
  3. Hola


    Me encantó la crónica!! Muchas gracias por compartirla. Me alegro que todo os haya ido muy bien

    Abrazos

    Publicado hace 11 años #
  4. Increible viaje y crónica.

    Gracias por compartirlo.

    Después de ver las fotos me he quedado sorprendido de que hayais hecho este viaje en bici plegable.No sabía que eran también validas para cicloturismo pensaba que eran unas bicis sobre todo urbanas.
    ¿Que marca y modelo llevais?¿le habeis hecho algún tipo de adaptación?

    Un saludo,

    BE WATER MY FRIEND
    Publicado hace 11 años #
  5. Sargantana....  Hay poca gente que sepa transmitir como tu lo haces, las salidas tan guapas que te pegas con el Quim...


    Yo ya no se como pedirte que te curres un librazo para tenerlo en la cabecera de la cama y nos acompañe en nuestro sueños, por que cada vez que leo una de estas cronicas casi me transportas a la zona....

    Por tu culpa me he enamorado de la Garrotxa, luego del Ripolles.... Por dios para yaaaaaa, que me voy a tener que liar la manta a la cabeza.... 

    Un placer leer tu cronica... (2 veces)

    P.d: Entre tus cronicas y tambien por que mi mujer es catalana... y claro.... 

    "No me sigas, que ya te he dicho que no se a donde voy ..."

    J.F
    Publicado hace 11 años #
  6. Genial!  Había visto algunos reportajes de l'Arriege y de una marcha cicloturista que se organiza en la región pero después de esta crónica me la apunto aunque tal vez para hacerla en semana santa pq subir rampas y sol de justicia es una mala combinación para mi....  una vez también en Francia me quedé sin agua en mitad de un puerto y como sufrí hasta que encontré un tipo en una ermita que me lleno el bidón. 

    Publicado hace 11 años #
  7. ¡Genial! 


    Conozco alguno de esos sitios gracias a la Transpirenaica y hace tiempo que tengo en el punto de mira el Ariège, así que tu crónica me viene genial como referente para el futuro.

    Ah, como vea más fotos de descensos con el casco en la parrilla os voy a enviar al del ñi, ñi, ñi, ñi, ñi... ¿eh? Que nos tenéis que durar muuuucho. 

    Salud y coronas,
    Javi.
    Publicado hace 11 años #
  8. ¡Muchas gracias a todos!


    UrbanCiclo, ya hace años que hacemos cicloturismo con estas bicis, y la verdad es que van muy bien.. Son unas Dahon Speed TR, específicas para cicloturismo, y no les hemos hecho ninguna modificación. Respecto a como venían de seria sólo cambiamos las cubiertas, que no nos gustaban, y las zapatas de freno, que eran una patata. Y es que el mundo de las plegables es muy variado, nacieron como bicis urbanas, pero hoy en día hay modelos para cualquier uso.

    jofegaber, como siempre, haces que se me suban los colores  Así que tú también hablas catalán en la intimidad ¿eh? 

    fjperez73, sabía que alguien nos diría lo del casco, jajajajaja. La verdad es que decidimos llevar casco sabiendo los puertacos que tendríamos que bajar, pero luego in situ... entre que no arriesgamos en las bajadas, que tenemos mucha confianza en nuestras bicis y que apenas había coches... pues bajábamos tan ricamente 

    Publicado hace 11 años #
  9. Fj , no les riñas !!!!!!! , que andaban de  placidas vacaciones  :wink: 

    como siempre un placer leeros 

    non gogoa, han zangoa ( donde van tus pensamientos .van tus pasos ).....
    Publicado hace 11 años #
  10. Y yo que no me había enterado de este post. Casi me lo pierdo. Bueno, ya sabes, como siempre, sin palabras... Es una maravilla. Inspirador, grande... Y mucho más. 

    Publicado hace 11 años #
  11. que chulada de sitios.

    Publicado hace 11 años #
  12. Como siempre... Sargantana... una obra maestra del cicloturismo... ole ole y ole!!!!

    Publicado hace 11 años #
  13. Muchas gracias por leer la crónica y por los comentarios, majos

    Publicado hace 11 años #
  14. Pues sí...MUY CHULA!!!


    Me han entrado ganas, muchas ganas de hacer esta ruta cicloturista.

    Una pregunta...Tenéis cuenta en Wikiloc o similar donde poder consultar track?

    GRACIAS

    Publicado hace 11 años #
  15. Me he tenido que sacar la cabeza por la ventana y sacar los dientes fuera de lo largos que se me han puesto. Como dice el refrán "Si la envidia fuera tiña" pues parezco un pitufo.

    Un saludo.
    NOTA: No digo más, que como buen fan vuestro, se me va a ver el plumero. jeje.

    No te enfades, esto es para divertirse.
    Publicado hace 11 años #
  16. Pues genial la ruta, como le he dicho a Noe en su última ruta, era de las que tenía pendiente de leer tranquilamente.


    Que montón de COLes... hacía tiempo que no os veía con la enanas full loaded trepando por puertos de ese calibre... precioso... La zona como siempre... en dos minutos tienes niebla densa y las temperaturas descienden por km... 
    Como siempre buen comer y buen dormir... me ha encantado la cabaña circular.. preciosa.

    Pues muy bonita la ruta... además de dura, que es lo que ya la remata 

    Jo entre unos y otros no hacéis más que ponernos los dientes largos.... 

    Enhorabuena..... 

    Juanjo


    Publicado hace 11 años #
  17. Pues igual que jjblood me reservo las excelentes cróncias de Noe y Sargantana para releer estas crónicas de alto nivel en un dia de trabajo tranquilo como hoy sábado que me sirve para hacer boca para ir preparando mi próximo viaje y para añadir a mi alforja de viajes pendientes. Conozco algo de l´Ariège de un verano de hace años en un càmping de Tarascón pero Sargantana me ha recordado que ya va siendo hora de volver pero en bici. Y me surge la pregunta si Alsa acepta bicis en el bus Barcelona-Andorra.¿alguien tiene respuesta?

    El vent a les cames, l´horitzó als ulls, l´aventura al cor...
    Publicado hace 11 años #
  18. Con lectores como vosotros da gusto escribir crónicas... 

    Publicado hace 11 años #
  19. Navegando, por San Google...y en la casualidad,  hé encontrado este pedaso de hilo....que no lo había visto, que parejita mas bicicletera.

    Lo que no sé ,  si en la foto del cafe con leche, hay dibujado,   un corazón o un culito 

    Ser Felices

    Somos energia..
    de ti depende, si positiva o negativa
    Publicado hace 10 años #
  20. Jajajaja, pollo11, sin tú saberlo te has preguntado exactamente lo mismo que hicimos nosotros: yo veía un corazón, Kim un culete, ¡estos hombres!...

    Publicado hace 10 años #
  21. muy chula! por cierto soy de Terrassa, que he visto que llevais una camiseta de terrabike.

    Publicado hace 10 años #
  22. ¡Hombre, de Terrassa mala raça! Yo soy de Pamplona pero mi chico de Sabadell mala pell, y es cliente habitual de Terrabike

    Publicado hace 10 años #
  23. Enhorabuena por un viaje tan chulo

    me gustaria contactar contigo al respecto de hacer cicloturismo con una plegable

    tengo muuuuuuuchos problemas de cervicales, y ultimamente solo voy bien con la brompton. 

    Me he comprado una dahon speed d7 de segunda mano para probar posturas y la verdad es que la pobre bici (me costo 70 euros al segunda mano) va bien.

    se ve dura...... mi intencion es subir con los niños a suecia a hacer un tour por el gotta kanal.


    quiero  rodar para ve si me compro una como la tuya.....

    bien si me puedes responder... jrourejuni@gmail.com

    Saludos.

    Publicado hace 8 años #
  24. sargantana: Hola, he leído esta Crónica que ha aparecido por aquí, y me ha gustado bastante la zona por la que rodasteis.  En especial hay 2 lugares que me ha llamado más la atención.

    El primero, la subida al Col de Pailheres que realizasteis... y con Alforjas!       Que valientes sois!

    Este Puerto lo subí por primera vez hace ya 20 años realizando una Marcha Cicloturista por Andorra, y se me quedó marcado en el recuerdo. Que duro era y que bonito! Después en el año 2009, tuve la suerte de subirlo por la cara de Mijanes. Tremenda subida también!

    El segundo lugar que me ha gustado mucho es la gruta de Mas d'Azil. Muy bonita tiene que ser. Yo no la conocía hasta que leí esta Crónica. Hay una cueva muy parecida a esta que no se si la conoceréis. Está cerca de la Población de Ribadesella. Esa si la conozco en persona, pero es algo más corta que la de Mas d'Azil. Se llama la Cuevona y está en la población de Cuevas. Si tenéis oportunidad de visitarla, aprovechar.

    Bueno, nos vemos por aquí. Saludos de Tomás.

    Publicado hace 8 años #